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Misterio de Dios y el misterio de Cristo, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2690-2
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CRISTO Y LA IGLESIA SON
EL HOMBRE UNIVERSAL

Cristo y la iglesia, como el misterio y el significado real de la historia del universo, son un hombre universal. Este hombre universal es muy grande. Si usted desea conocer el significado de la historia del universo, tiene que conocer este gran hombre universal. Efesios 1:22-23 dice: “Y sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Éste es el hombre universal. La Cabeza de dicho hombre es el Cristo trascendente, a saber, Aquel que todo lo llena en todo, incluyendo el cielo y la tierra. Y el Cuerpo de dicho hombre es la iglesia, a saber, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Este hombre es muy grande, pues llena el universo entero. La Cabeza está en los cielos, y el Cuerpo, o por lo menos una parte de éste, se encuentra en la tierra. Simplemente consideren cuán grande es la iglesia, el Cuerpo de este hombre universal. Pienso que tarde o temprano el Señor correrá el velo para darnos a todos una revelación, a fin de que veamos y sepamos que existe tal hombre universal y misterioso en el universo. Este hombre es muy misterioso, pero a la vez, real.

LA IGLESIA ES EL AUMENTO DE CRISTO

El Cuerpo de Cristo, que es el Cuerpo de este hombre universal, es el aumento de Cristo. El Cuerpo de Cristo es sencillamente el agrandamiento de Cristo, Su incremento. En Génesis 2, después de que Adán fue creado, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (v. 18). Luego, Dios trajo a todos los animales y aves delante de Adán. A medida que todos los seres vivientes creados por Dios fueron traídos delante de Adán, él los vio y a cada uno les puso un nombre apropiado. No obstante, no encontró un complemento para sí mismo entre todos ellos. Entonces Dios hizo dormir a Adán, abrió su costado, le sacó una costilla e hizo una mujer para él. Con el pequeño hueso que Dios tomó de Adán, hizo una novia, una esposa, para él y declaró que dicha esposa sería una sola carne y un mismo cuerpo con Adán. Finalmente, cuando Adán despertó, dijo: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada” (v. 23). Entonces los dos llegaron a ser uno solo. Al principio sólo había un hombre soltero, pero al final hubo una pareja, esto es, Adán y Eva. ¿Quién era Eva? Como esposa de Adán, ella era la plenitud de su marido. Eva procedió de Adán y era igual que Adán. Eva era el aumento de Adán; de la misma manera, la iglesia es el aumento de Cristo. La iglesia es algo que ha salido de Cristo. De hecho, la iglesia es exactamente igual que Cristo: nada más, nada menos y nada diferente.

Una vez asistí a una reunión en mi ciudad natal. Mientras estábamos en la reunión, teniendo comunión en libertad, un hermano mayor de edad entró a la reunión. Cuando este hermano entró, otra persona anunció que dicho hermano acababa de entrar, a lo cual el hermano mayor respondió: “No, entró sólo la mitad”. Cuando dijo esto, todos los demás se preguntaban a qué se refería. Luego su esposa entró a la reunión, y el hermano añadió: “Ahora la otra mitad está aquí”. Éste es un cuadro de Cristo y la iglesia.

Nuestro cuerpo físico es otro cuadro ilustrativo de la relación que existe entre Cristo y la iglesia. Hoy los expertos pueden hacer miembros artificiales, o prótesis, para las personas que han perdido un brazo o una pierna. Sin embargo, ¿es dicha prótesis un verdadero miembro del cuerpo de una persona? No lo es, porque no es algo que procede de la persona, sino algo que ha sido añadido; es algo ajeno al cuerpo. Una prótesis no crece como parte del cuerpo de una persona, sino que es un miembro postizo o artificial. Por eso, no es exactamente igual que la persona misma que lo usa. La sangre fluye en un miembro genuino del cuerpo, pero no en un miembro artificial. Mi nariz, mis brazos y mis oídos son exactamente iguales a mí. La sangre que fluye por todos mis miembros es igual a la sangre que está en mí. De hecho, no sólo es igual, sino que es mi propia sangre. Estos ejemplos físicos pueden ayudarnos a entender qué es la iglesia para Cristo. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, el aumento de Cristo. La iglesia proviene de Cristo mismo y es exactamente igual que Cristo.


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