CAPITULO QUINCE

ABSOLUTOS PARA LA MANERA
ORDENADA POR DIOS

Lectura bíblica: Hch. 28:31; Lc. 10:1-6; Hch. 2:46; 5:42; Lc. 9:59-60; Ro. 12:1; Ef. 6:18; Gá. 5:26; He. 12:1; 1 Jn. 2:15-17; Hch. 13:52; 2 Co. 5:10; Mt. 25:19

VIVIENDO PARA CON DIOS
PARA LA EXTENSION DE SU REINO

En los capítulos anteriores, hemos visto una visión clara de la manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria. Al ver tal visión debemos ser absolutos para ésta. Debemos ser absolutos para la manera ordenada por Dios, viviendo para con Dios para la extensión de Su reino. Los cuatro Evangelios son un relato del Cristo completado, y el libro de los Hechos registra la propagación de Cristo para la extensión del reino de Dios. Al final de los Hechos, Pablo hablaba a la gente de modo urgente sobre el reino de Dios (28:23, 31). En la conclusión de los cinco primeros libros del Nuevo Testamento encontramos a Pablo proclamando el reino de Dios. Si hemos creído en Dios, nuestra meta debe ser vivir para con Dios para la extensión de Su reino.

Primero, necesitamos visitar a la gente en sus casas con el propósito de buscar a los hijos de paz elegidos por Dios (Lc. 10:1-6). En la eternidad Dios escogió a muchas personas para que fueran hijos de paz, sin embargo la selección de Dios exige que salgamos a visitar a la gente para que estos elegidos puedan ser encontrados y llevados a Dios. Luego debemos salir también a edificar reuniones en casa con los creyentes para la enseñanza de la verdad, la edificación de los creyentes y el establecimiento de las iglesias locales con miras a la edificación del Cuerpo de Cristo (Hch. 2:46; 5:42).

A través de los siglos, el Señor ha recobrado muchos elementos de Su economía que estaban perdidos. En los últimos dos años y medio el Señor nos ha mostrado que Su mover presente es visitar a la gente, bautizarlos en el nombre del Dios Triuno, establecer reuniones en casa, edificar a estos hogares, y establecer iglesias locales con miras a edificar al Cuerpo de Cristo. Según nuestra propia historia y nuestra investigación, no hay otra forma tan elevada, tan prevaleciente y tan efectiva de practicar la economía neotestamentaria.

Hoy toda la situación del cristianismo va empeorándose y haciéndose más muerta. Esta situación no es tan prevaleciente, nueva ni viviente. Pero, nosotros debemos darnos cuenta de que el Señor viene y nuestro tiempo es muy corto. Deberíamos preguntarnos si deberíamos continuar con la vieja manera o no. Si lo hacemos, ciertamente demoraremos la venida del Señor. Si el Señor no puede hacer lo que quiere con nosotros, puede que tenga que ir a otro pueblo. Pero si El fuera a otro pueblo, tendría que repetir lo que ha hecho con nosotros a través de los últimos sesenta años. Esto ciertamente heriría el corazón del Señor. Debemos entrar en el corazón del Señor y compartir Su deseo, levantándonos para adoptar Su nueva manera.

Es insensato criticar u oponerse a la nueva manera en la cual tocamos puertas y establecemos reuniones en las casas de los nuevos creyentes. ¿Qué hay de malo en que los creyentes salgan a visitar a la gente al tocar sus puertas, bautizándolos en el Dios Triuno procesado? Ya sea que este modo corresponda o no a su propia idea de la predicación del evangelio, no puede usted decir que es incorrecto. Esta manera no sólo es correcta sino que también es muy necesaria. Existe la urgente necesidad de que todos los que aman al Señor se levanten a tocar las puertas de la gente para introducir el Dios Triuno procesado en sus casas, para ministrar el Dios Triuno procesado e impartirle en su ser, e introducirlos en una unión orgánica con el Dios Triuno procesado al bautizarlos. Ninguna iglesia ni anciano debe prohibir que otros adopten esta manera ni decirles que esperen hasta que la iglesia esté lista para practicar esta manera. Esto es ilógico y es como impedir que una persona respire hasta que esté “lista” para hacerlo. Todos los hermanos responsables de las iglesias por toda la tierra deberían decir: “Amén” a esta manera, ya sea que estén de acuerdo con ella o no. No es sabio impedir ni criticar esta manera. Permitan que los santos tengan la libertad de salir por su propia cuenta, equipo por equipo, a tocar puertas. Aun si los santos tocan puertas todos los días, no tiene nada de malo esta práctica.

Varias iglesias, las cuales incluyen alrededor de mil santos, han estado en el Condado de Orange, California por trece años; no obstante, el coeficiente anual de incremento ha sido sólo de dos a tres por ciento aproximadamente. Hay muchos santos que aman al Señor y Su propósito, pero el aumento ha sido lamentablemente bajo. Sin embargo, en un poco más de una semana durante el entrenamiento de verano de 1987, más de tres mil setecientas personas fueron bautizadas en el Condado de Orange por salir los santos a tocar puertas, principalmente de noche. Aun si sólo una cuarta parte de éstos permanecieran, habría casi novecientos creyentes que podrían formar diez iglesias nuevas en diez nuevas localidades.

Deberíamos ser sabios y no criticar la nueva manera, condenarla ni tampoco oponernos a ella. Más bien, deberíamos ser los primeros en levantarnos para salir a visitar a la gente a fin de establecer reuniones en casa; entonces todos los santos nos seguirán. Si tenemos éxito, el aumento podría ser triple cada año, o por lo menos, cien por ciento cada año. Nuestra práctica en estos últimos años era la de tener reuniones grandes cada semana en las cuales se daba mensaje tras mensaje. Ya no es necesario reunirnos de esa forma. Es preciso que vayamos a las casas de otros, introduciendo en sus casas el querido nombre de Jesús. Si las reuniones están dispersas, los santos no morirán; más bien, los santos irán a las casas con Jesús, con la Biblia y con la salvación. Habrá un gran avivamiento y una fuerte vida de iglesia. Todos debemos despertar y ser revolucionados al ir a las casas a predicar y enseñar. Poco a poco, en ciudad tras ciudad, iglesias serán levantadas.