Información del libro

Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7643-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 4 de 14 Sección 2 de 6

La primogenitura de los hijos de Dios
incluye el sacerdocio, el reinado
y la doble porción de la tierra

Muchas cosas se relacionan con la primogenitura, incluyendo el sacerdocio, el reinado y la herencia de una doble porción de la buena tierra (Ap. 20:6, 4; He. 2:5-6). Rubén, como hijo primogénito de Jacob, debía haber tenido la primogenitura, mas debido a su pecado, perdió su primogenitura (Gn. 49:3-4; 1 Cr. 5:1). La primogenitura se dividió entre tres de los demás hijos de Jacob. El sacerdocio fue dado a Leví (Dt. 33:8-10), el reinado fue dado a Judá (Gn. 49:10) y la doble porción de la tierra fue dada a José (1 Cr. 5:1-2).

Somos salvos para ser reyes y sacerdotes. Apocalipsis 1:6 y 5:10 nos dicen que somos salvos como reyes y sacerdotes, y Hebreos 2:5-6 nos dice que un día heredaremos la tierra. Ser reyes y sacerdotes, y heredar la tierra equivalen a la primogenitura. Hoy día podemos experimentar esto un poco, pero la plena experiencia de esto la tendremos el momento en que el Señor regrese. Cuando el Señor regrese, Él otorgará la plena primogenitura, que incluye estos tres asuntos, a los vencedores. El Señor les concederá a los vencedores ser reyes y sacerdotes, así como heredar toda la tierra. Eso será una recompensa. Sin embargo, aquellos que poseen el nacimiento divino pero que no crecen en vida perderán la primogenitura en aquel tiempo, porque no serán maduros. Necesitarán cierto periodo de tiempo para terminar de crecer. Después de mil años ellos habrán crecido completamente, y en el cielo nuevo y la tierra nueva, ellos disfrutarán la primogenitura. Será demasiado tarde para que disfruten la primogenitura en el milenio, pero no será demasiado tarde para disfrutar la primogenitura en la eternidad.

Si el Señor regresase hoy y le dijese a usted: “Ven, sé un rey en Mi reino”, usted podría decir: “Señor, has venido a la persona equivocada. No estoy listo para ser un rey”. El reinado requiere madurez. Como ya hemos dicho, Jacob recibió la primogenitura, pero no disfrutó la primogenitura por causa de su falta de madurez. Más tarde, cuando fue a ver a Faraón, había madurado, así que espontáneamente era un rey; él era Israel, el príncipe de Dios (Gn. 32:28). Jacob espontáneamente disfrutó la primogenitura y ejerció su primogenitura.

DAR A CONOCER LA MULTIFORME SABIDURÍA DE DIOS
A LOS PRINCIPADOS Y AUTORIDADES
EN LOS LUGARES CELESTIALES

Efesios 3:10 dice: “A fin de que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y autoridades en los lugares celestiales”. Esto es la exhibición, la demostración, de la sabiduría de Dios a los principados, las autoridades, las fuerzas de las tinieblas, a Satanás y a todos sus seguidores. Mientras más vida tengamos, más edificados seremos. Finalmente, seremos una exhibición. Esto será un verdadero desafío para el enemigo, una vergüenza para él y una gloria para Dios.

Tal exhibición de la sabiduría de Dios
se aplica también al tiempo actual en la tierra

Satanás, el enemigo, es sutil. Hoy día el hace que muchos hijos de Dios digan: “Es imposible que la iglesia sea edificada en esta tierra. La iglesia edificada no debe ser algo de esta tierra, sino algo lejano; no hoy, sino en el futuro”. Este pensamiento no es otra cosa que la sutileza del enemigo. Efesios 3:10 no sólo es para el futuro, sino que incluye algo propio de esta era actual en la tierra. En muchos lugares, el Señor necesita llevar a cabo algo que sea un desafío para Satanás. El Señor quiere decir: “Satanás, mira. Aun en tu territorio, en el territorio utilizado y usurpado por ti, estoy obrando para edificar un vaso, un candelero desde el cual Yo pueda resplandecer y que ponga en orden todas las cosas”. La iglesia edificada es una verdadera exhibición, un desafío, una vergüenza para Satanás y una gloria para Dios.

La iglesia edificada es la meta de Dios
y el blanco del enemigo

Si nuestros ojos son realmente abiertos, estaremos listos para pagar cualquier precio por causa de esto. Le diremos al Señor: “Señor, a toda costa estoy dispuesto a vivir por causa de la edificación de la iglesia en el lugar donde estoy”. Esto no es un asunto insignificante; es algo sumamente estratégico. Estoy muy consciente de que el enemigo está luchando por este punto estratégico. Satanás permite que la gente sea salva y busque la espiritualidad siempre y cuando no sean edificados. Según los sesenta y seis libros de la Biblia, la máxima conclusión y la meta de la intención de Dios es un edificio. Satanás conoce esto, así que, por una parte, él se esfuerza por edificar algo de sí mismo y, por otra, hace todo lo posible para dañar el verdadero edificio de Dios.

Es por esto que existe una verdadera lucha aquí hoy. Los hermanos en el Lejano Oriente, aun hoy día, han recibido mucha oposición y críticas sencillamente porque estamos firmemente a favor de la iglesia, del edificio. Nadie nos puede criticar por predicar el evangelio o enseñar la verdad de manera errónea. El único punto por el cual nos critican es porque estamos aquí firmemente a favor de la edificación de la iglesia. Hemos sufrido y aún sufrimos. Todos los informes malignos acerca de nosotros sólo se deben a este único asunto. Si abandonáramos el asunto de la iglesia y meramente predicáramos el evangelio y ayudásemos a las personas a ser espirituales, todo el mundo nos elogiaría. Ellos dirían: “¡Esas personas son maravillosas y de criterio amplio!”. Sin embargo, una vez tomamos el asunto de la iglesia, de inmediato nuestra reputación se mancha. Las personas no hallan cosa alguna en contra nuestra excepto que nos importa la iglesia. Debido a esto, recibimos toda clase de crítica. Algunos dicen que somos sectarios, de criterio estrecho y pequeños. ¡Oh, la sutileza del enemigo! Sin embargo, todos estos informes malignos algún día llegarán a ser un diamante en nuestra corona.

En la sutileza del enemigo, en ciertos lugares la gente me ha dicho cosas aún peores. Sencillamente les respondí: “Deseo permanecer en este camino hasta el final”. Enfatizo este asunto porque todos debemos comprender cuál es la meta de Dios hoy. Si somos hombres conforme al corazón de Dios, como lo fue David, debemos buscar Su meta. No estoy satisfecho con sencillamente ver que las personas son salvas. No estoy satisfecho con sólo ver a los queridos santos buscando más del Señor y siendo espirituales. No estaré satisfecho sino hasta ver una verdadera edificación entre los santos. Esto es la meta de Dios y el blanco del enemigo. Si estamos firmemente a favor de la iglesia, vendremos a ser el blanco. No obstante, independientemente de cuánto nos critiquen, si somos fieles para estar de parte de Dios, seremos de bendición aun a los que nos critican. Hoy nos critican, pero mañana predicarán lo que predicamos. Recibirán todas las enseñanzas y todas las bendiciones que ministramos, y ayudarán a otros con ellas. Sin embargo, lo único que no predicarán es la iglesia. Debemos comprender que ocuparnos de la iglesia es una bendición, y debemos sufrir con miras a bendecir a otros. Nuestro objetivo principal consiste en tener el edificio, y este edificio es una verdadera exhibición y un verdadero desafío para el enemigo


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top