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Los siete Espíritus de Dios
son para las siete iglesias

Los siete Espíritus de Dios son para las siete iglesias (Ap. 1:4). El Espíritu es la realidad de Cristo (Jn. 14:17-20; 16:13-15), y la iglesia es la réplica del Espíritu (Ap. 2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22; 22:17). La iglesia con el Espíritu es la corporificación de Cristo, el testimonio de Jesús (Ap. 1:2, 9; 19:10). ¡A más Espíritu, más iglesia y más testimonio de Jesús!

ES NECESARIO QUE LAS IGLESIAS SEAN IDENTICAS

Los candeleros, es decir, las iglesias, como el testimonio de Jesús en Apocalipsis, son de oro y resplandecientes (1:12-13). Todos los siete candeleros son exactamente iguales. Si los colocásemos a todos en hilera, no podríamos diferenciarlos. Anhelo que llegue el día en que todas las iglesias locales sobre la tierra sean realmente idénticas entre sí. Entonces, aun a Satanás le será difícil distinguirlas. La iglesia en Anaheim, la iglesia en Frankfurt, la iglesia en Nueva York y la iglesia en Taipéi, todas deberían ser iguales.

Existe un solo Espíritu y un solo Cuerpo (Ef. 4:4); no obstante, existen muchas iglesias locales como la expresión del único Cuerpo. Aunque los candeleros, que representan las iglesias locales, son muchos, todos ellos son idénticos. Los siete candeleros de Apocalipsis 1 representan siete ciudades, a saber: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Las localidades son diferentes, mas los candeleros son todos iguales. Por supuesto, Londres es diferente de Frankfurt; pero las iglesias locales de ambas ciudades deben ser idénticas. El Nuevo Testamento no nos dice que las iglesias locales deberían ser diferentes. Pablo no enseñó de una manera a las iglesias en Galacia y de otra manera a la iglesia en Colosas. El declaró haber enseñado de la misma manera en todas las iglesias (1 Co. 4:17).

Espero confiado el día en que todas las iglesias locales serán semejantes, y creo que al llegar ese día, el Señor regresará. Afirmar que cada iglesia local debe ser distinta a todas las demás ¡es una gran mentira! Si alguna iglesia local es distinta, lo es en un sentido negativo. La iglesia en Pérgamo fue distinta a las demás debido a la enseñanza de Balaam (Ap. 2:14), y la iglesia en Tiatira se distinguió de las demás a causa de Jezabel (2:20). Las iglesias locales en Apocalipsis fueron distintas en cuanto a sus características negativas. Pero en el sentido positivo, las siete iglesias, como los candeleros, son idénticas entre sí. A menos que se les asigne un número, uno no podría distinguir un candelero del otro, pues los candeleros son todos réplicas del mismo Espíritu.

Todas las copias de un mismo documento son réplicas de la versión tipográfica original de tal documento. Si se hacen mil copias, cada una de ellas es idéntica a las otras. De igual manera, la iglesia es la réplica del Espíritu. Nosotros podemos experimentar este aspecto de la iglesia mediante la iluminación de las siete lámparas, la mirada divina de los siete ojos, y el mover y la operación de los siete Espíritus. Entonces, tendremos que realizar una confesión minuciosa y completa ante el Señor a fin de que Su redención se nos aplique, y solamente entonces seremos introducidos en la verdadera obra de edificación. De este modo, finalmente todos estamos en la iglesia, y la iglesia es la réplica del Espíritu.

Espero que lo compartido en este libro llegue a ser una visión que nos regule. Esta visión necesita resplandecer sobre nosotros y en nuestro interior, como las siete lámparas, los siete ojos y los siete Espíritus. Esta visión verdaderamente nos conducirá a la edificación de la iglesia; finalmente todas las iglesias locales sobre la tierra serán idénticas entre sí. Cuando esto acontezca en la tierra, creo firmemente que estaremos preparados para el regreso del Señor. ¡Oh Señor Jesús! ¡Ven pronto! La única manera de hacer que El retorne y de prepararnos para Su venida, es ver, experimentar y disfrutar a la iglesia como la réplica del Espíritu.