Información del libro

Impartición divina de la Trinidad Divina, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6710-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 13 de 43 Sección 3 de 4

OTRO PARÁCLITO

El Espíritu es otro Paráclito (Jn. 14:16). La palabra paráclito es la transliteración de la palabra griega parákletos. Ésta es una palabra con muchas implicaciones. Denota a alguien que le sirve a usted, alguien que es llamado para estar a su lado, asistiéndolo en todo. También denota a alguien que se ocupa de su caso como un abogado, o alguien que intercede por usted como un mediador o intercesor. También denota cierta clase de mecenas o patrocinador. Además, denota consuelo y alivio, que es la razón por la cual se ha traducido en algunas versiones como “consolador”.

El Espíritu, el Tercero de la Trinidad, es la consumación total del Dios Triuno. Él no es simplemente una tercera parte de la Deidad, sino la totalidad de la Deidad. Esta persona es nuestro ayudador, nuestro mecenas, nuestro consejero, nuestro consolador quien se ocupa de las necesidades que tenemos en nuestra vida diaria. La misma palabra se usa con respecto al Señor Jesús en 1 Juan 2:1 donde se traduce “abogado”. No se trata de dos personas, sino de la misma persona. Como nuestro abogado Él está ante el Padre, y como nuestro paráclito, está en nosotros. Tenemos a una persona tan extensiva en nosotros que se ocupa de todas nuestras necesidades. Si usted necesita un ayudante, Él es ese ayudante; si necesita un abogado, Él es ese abogado; y si necesita a alguien que ore por usted, Él es ese intercesor. Éste es el Paráclito. La primera parte de la palabra, para, es un prefijo que significa al lado de o junto a. Alguien está a su lado o junto a usted todo el tiempo. Él es como una enfermera que cuida de un enfermo. Él es como un abogado que se ocupa de su caso ante los tribunales celestiales. Él lo es todo para usted.

DADO POR EL PADRE EN RESPUESTA
A LA PETICIÓN DEL HIJO

El Espíritu es dado por el Padre en respuesta a la petición del Hijo (Jn. 14:16). Incluso hasta ahora no podemos entender de manera cabal este punto. El Hijo le pidió al Padre que diera al Espíritu. Esta acción involucró a los Tres de la Deidad. El Segundo le pidió al Primero que diera el Tercero. ¿Qué es esto? No lo sabemos, pero sí sé, por Juan 14:16, que los Tres de la Deidad obran juntos para dar al Espíritu a nosotros.

ENVIADO POR EL PADRE EN NOMBRE DEL HIJO

El Espíritu fue enviado por el Padre en nombre del Hijo (Jn. 14:26). Juan 14:26 no es un versículo fácil de interpretar. ¿Significa esto que el Padre hace algo en nombre del Hijo, o que el Espíritu es enviado en nombre del Hijo? No importa cómo lo interpretemos, el resultado es el mismo. Ya sea que el Padre hubiese enviado al Espíritu en nombre del Hijo, o que el Padre enviara al Espíritu y el Espíritu hubiese venido en nombre del Hijo, es la misma venida. Esto muestra que los Tres nunca han estado separados. Cuando Uno de los Tres se mueve, los otros Dos están junto con Él. Uno es enviado, y los otros Dos vienen junto con Él. Cuando el Hijo viene, viene en nombre del Padre, y viene en calidad de Padre. Cuando el Espíritu es enviado, en nombre del Hijo es enviado. Esto significa que Él es enviado en calidad de Hijo. Por lo tanto, el Hijo viene en calidad de Padre, y el Espíritu es enviado en calidad de Hijo. Esto sencillamente significa que los Tres son uno. Es imposible separarlos. El Primero envió al Segundo, y el Segundo viene en nombre del Primero y en calidad de Primero; luego el Segundo envió al Tercero, y el Tercero viene en nombre del Segundo. ¡Esto es maravilloso! Entre los Tres hay una clara distinción, pero no hay ninguna separación.

PROCEDE DE Y CON EL PADRE

El Espíritu procede de y con el Padre (Jn. 15:26). El Espíritu no viene solo, sino que viene del Padre y viene con el Padre. En otras palabras, Su venida trae consigo al Padre. Por lo tanto, cuando Él viene, el Padre también viene. Los Dos, Él y el Padre, uno son.

RECIBE TODO LO QUE ES DEL HIJO,
Y POR TANTO LLEGA A SER
LA TRANSFIGURACIÓN DEL HIJO

El Espíritu recibe todo lo que es del Hijo (Jn. 16:14-15). Todo lo que el Hijo es y tiene, ha sido dado a conocer, ha sido transmitido, al Espíritu. El Espíritu entonces nos da a conocer todo lo que ha recibido. Por lo tanto, Él es en realidad la transfiguración del Hijo. Todo lo que el Padre tiene es del Hijo, lo cual constituye al Hijo la corporificación misma del Padre (Col. 2:9). Todo lo que el Hijo tiene, ha sido transmitido al Espíritu, lo cual lo constituye la transfiguración del Hijo. Por lo tanto, el Hijo es la corporificación del Padre, y el Espíritu es la transfiguración del Hijo.

Muchos cristianos hoy no usan estas dos expresiones: corporificación y transfiguración. En vez de ello, usan la palabra representante. Ellos dicen que el Espíritu Santo es el representante de Cristo, quien está en el cielo. La palabra representante es levadura, puesto que leuda la verdad. En el Dios Triuno no existe representación, sino corporificación y transfiguración. El Padre está corporificado en el Hijo, y el Hijo es transfigurado en el Espíritu. No existe el pensamiento de representación. El Hijo no representa al Padre, ni el Espíritu representa al Hijo. ¡No! El Hijo corporifica al Padre, y el Espíritu es la transfiguración del Hijo. La palabra representación indicaría que el Padre está separado del Hijo, y también indicaría que el Hijo está separado del Espíritu. Esto implicaría que existe una separación entre los Tres, entre Aquel que representa y Aquel que es representado. Pero la palabra corporificación nos habla de unión, unidad e identificación; esto mismo se aplica a la transfiguración.

La mayoría de las verdades en la Biblia han sido leudadas. Ésta es la obra sutil del enemigo. Él ha leudado las verdades, privándolas de sus riquezas y el peso que tienen. Es por ello que necesitamos una obra de recobro. El Señor desea recobrar todas las verdades que han sido leudadas. No usen la palabra representante ni introduzcan el pensamiento de representación en cuanto al Dios Triuno. En vez de ello, debemos usar las palabras corporificado y transfigurado, o corporificación y transfiguración.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top