Perfeccionamiento de los santos y la edificación del Cuerpo de Cristo, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6129-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Cuando estos tres vientos soplan entre nosotros, producen tres olas, las cuales nos causan dificultades. Todos los que son llevados por estos vientos demuestran que son niños en Cristo e inmaduros en la vida divina. Si fuesen un hombre de plena madurez y no niños, no serían engañados. Efesios 4:14 nos dice que estas enseñanzas son dadas “en las artimañas de los hombres en astucia, con miras a un sistema de error”. La frase las artimañas de los hombres en griego denota las trampas que hacen los jugadores de dados. Todos los que dicen estas cosas aparentemente son muy buenos en lo que dicen. Pero intrínsecamente, sus palabras conllevan diferentes clases de hablar. Es por ello que se nos habla de las artimañas de los hombres. Si yo hablo con una pareja, y aparentemente me muestro de acuerdo con ellos, pero a la postre hago que se divorcien, estoy haciendo las cosas en las artimañas de los hombres. La “astucia” también se refiere a los trucos empleados por los tahúres. Los que dicen estas cosas hacen que las personas caigan en las artimañas de Satanás y ellos mismos son usados por Satanás para conducir a las personas a su sistema de error. Traten de imaginar cómo los santos podrían ser perfeccionados si los apóstoles tuvieran que desvincularse completamente de una iglesia local después de nombrar a los ancianos. Si las iglesias locales fuesen privadas del perfeccionamiento de los apóstoles, ¿qué les sucedería? Sería semejante a una universidad que se queda sin rector o sin profesores. ¿Cómo podría llevarse a cabo la educación? Este razonamiento es muy claro. Por consiguiente, estas diferentes clases de hablar son artimañas, un sistema organizado por Satanás para atrapar en pecado a los que buscan del Señor y lograr que se desvíen de la edificación del Cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15 dice: “Sino que asidos a la verdad en amor”. Asirnos a la verdad está en contraste con las artimañas de los hombres y la astucia mencionados en el versículo 14. Ser zarandeados por todo viento de enseñanza en las artimañas de los hombres y ser conducidos a un sistema de error es el resultado de no asirnos a la verdad en amor. La “verdad” mencionada aquí se refiere a las cosas que son verdaderas. La primera de estas cosas es la economía neotestamentaria de Dios, la cual es el plan eterno de Dios. Dios tiene un plan eterno en el universo, el cual es Su economía. Dicho plan consiste en impartirse a Sí mismo en Cristo en Su pueblo escogido a fin de obtener una expresión corporativa. El segundo asunto es el Cristo todo-inclusivo. El tercer asunto es la iglesia como el Cuerpo de Cristo, a fin de expresarlo. Estos tres asuntos son las cosas que son verdaderas. Debemos asirnos de estas cosas verdaderas en amor a fin de crecer en Cristo. Debemos rechazar toda enseñanza y todo hablar que nos separen y alejen de estas tres cosas.
Si nos asimos a la verdad en el amor de Dios, creceremos en todo en aquel que es la Cabeza, Cristo (Ef. 4:15). Esto muestra que nuestro crecimiento en vida con Cristo debe ser el crecimiento de los miembros en el Cuerpo bajo la Cabeza. En todas las cosas, grandes y pequeñas, tales como la manera en que nos vestimos, la manera en que nos peinamos, la manera en que hacemos compras y la manera en que hablamos, debemos tomar a Cristo como la Cabeza, sometiéndonos bajo Su autoridad como cabeza. De este modo, creceremos en Él y permitiremos que ocupe todas nuestras partes internas, es decir, nuestra mente, parte emotiva y voluntad. Así, Él gradualmente aumentará y crecerá dentro de nosotros.
Cuando permitimos que Él sea la Cabeza en todo y cuando crecemos en Él en todas las cosas, nosotros, al ser abastecidos de las riquezas de Su vida, recibimos algo de Él que podremos transfundir a otros miembros del Cuerpo. Nuestro crecimiento en vida es un crecimiento que nos introduce en Él, pero nuestra función en el Cuerpo de Cristo es algo que procede de la Cabeza. Así que, primero crecemos hasta la medida de la Cabeza; luego, tenemos algo de la Cabeza para la edificación de Su Cuerpo.
Efesios 4:16 dice: “De quien todo el Cuerpo, bien unido y entrelazado por todas las coyunturas del rico suministro y por la función de cada miembro en su medida, causa el crecimiento del Cuerpo”. La frase las coyunturas del suministro se refiere específicamente a las personas dotadas, como las que mencionamos anteriormente. La frase cada miembro se refiere a cada miembro del Cuerpo. Cada coyuntura del suministro es importante para el Cuerpo de Cristo, pues tiene un suministro rico y especial. Además, cada miembro tiene su medida, conforme a su crecimiento en vida y desarrollo de los dones, y ejerce su función para el crecimiento del Cuerpo de Cristo. Por medio de las coyunturas del suministro y la función de cada miembro, todos los miembros del Cuerpo de Cristo se unen y son entrelazados. Unir es acoplar los diferentes armazones entre sí para formar una sola estructura; entrelazar es unir todas las demás partes a dichos armazones para que sean así entretejidas y lleguen a ser un solo Cuerpo. El resultado de esto es el crecimiento gradual del Cuerpo de Cristo.
El crecimiento del Cuerpo de Cristo es el aumento de Cristo en la iglesia. El resultado de ello es que los miembros del Cuerpo de Cristo edifican directamente el Cuerpo de Cristo en el elemento y esfera del amor divino.
Mensaje dado por el hermano Witness Lee en Taipéi, el 23 de octubre de 1988.
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