Información del libro

Entrenamiento de perfeccionamientopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4812-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 5 de 8 Sección 1 de 3

UN PROBLEMA MÁS PROFUNDO:
LA PECULIARIDAD

¡Muy bien! Ahora yo siento que debemos profundizar un poco más, debemos ir un poco más adentro a fin de abordar un aspecto sutil que está dentro de casi todos nosotros. No creo que ninguno de nosotros pueda adivinar lo que es. En el entrenamiento de Colosenses vimos que el aspecto más sutil que nos impide experimentar a Cristo es nuestra cultura, pero debemos ver que la cultura es algo muy general. Desde el entrenamiento de Colosenses hemos tratado principalmente con dos elementos: la cultura y la opinión. Estos dos elementos nos impiden experimentar a Cristo. Nuestra opinión es más subjetiva que nuestra cultura. Ahora debemos considerar otro aspecto que es aún más subjetivo que nuestra opinión. ¿Cuál es este elemento escondido que representa una gran frustración para nuestra experiencia de Cristo? En Himnos, #358, hay una frase que dice: “De los rasgos peculiares [...] líbranos”. Este elemento escondido en nuestro interior que nos frustra grandemente es nuestra peculiaridad. ¿Qué cosa es la peculiaridad? Son las características prejuiciosas y tendenciosas que tenemos. No es nada perverso o corrupto, sino que es prejuicioso y tendencioso. El Nuevo Testamento nos dice que nosotros debemos vivir a Cristo: “Para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:21). “Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” (Gá. 2:20). Aunque estos dos versículos están en la Biblia, no nos percatamos de cuánto estos tres elementos —la cultura, la opinión y la peculiaridad— nos impiden realmente vivir a Cristo. Nunca he leído un libro que diga que la cultura, la opinión y la peculiaridad son grandes obstáculos que nos impiden experimentar a Cristo. Pero hoy debemos ver este asunto. ¿Cuál es su peculiaridad? Hermano, por favor díganos cuál es su peculiaridad.

Yo no pienso mucho en eso, y este cántico me conmueve más que cualquier otro de nuestro himnario; la línea con respecto a los rasgos peculiares es algo que nunca podré olvidar. Comprendo perfectamente que soy una persona peculiar. Y también sé que doy a otros esa impresión. Recientemente estaba considerando a otro hermano quien es muy diferente de mí. Yo meditaba cuán normal es este hermano, cuán gentil es su temperamento, y estaba considerando que yo simplemente no había nacido de esa manera. El hecho de saber que tengo ciertas peculiaridades ha creado en mí un anhelo a través de los años por ser libre de la peculiaridad. Sé que la manera en que hago las cosas es peculiar y que la manera en que piensoes peculiar. Aun todo lo que hago es peculiar. Todo lo que soy especuliar. Estoy anhelando recibir algo de ayuda al respecto.

Usted ha comprendido que todos nosotros somos peculiares. Todos somos prejuiciosos y tendenciosos. Estas características nunca podrán ser conmovidas por las enseñanzas regulares. Usted puede escuchar mensaje tras mensaje, pero ninguno lo conmoverá. Necesitamos de otro hermano que nos diga cuáles son sus peculiaridades. Hermano, ¿cuáles son sus peculiaridades?

¿Yo tengo peculiaridades?

Permítame ayudarlo un poco. Puede ver que todos los santos se han reído de su respuesta. Sin duda esto indica que a través de los años, en todas las reuniones, usted los ha impresionado con algo. Realmente pienso que lo que ellos tienen en mente debe ser esto: su peculiaridad. ¿Podría usted decirnos, por favor, cuál es su peculiaridad? Luego pediré a los que se rieron de usted que nos digan cuál es esa peculiaridad. Sin embargo, no deben pensar que sólo este hermano tiene peculiaridades, y ustedes no. Simplemente, la peculiaridad de él se ha manifestado todo el tiempo, mientras que la suya ha estado siempre escondida. Todos nosotros tenemos peculiaridades. Por favor, hermano, continúe diciéndonos cuál es su peculiaridad.

A través de los años este punto me ha preocupado. No sé si en los demás ha habido el mismo pensamiento o no. Por mucho tiempo he considerado este asunto de la peculiaridad, y que los demás deben pensar que soy peculiar debido a la respuesta típica que los santos me han manifestado en las reuniones y casi en cualquier situación. Según mi consideración, he sentido que lo que sale de mí no es el Señor Jesucristo, sino sólo lo que yo soy por nacimiento; lo cual me molesta mucho. Comprendí que nosotros debemos vivir a Cristo, pero aun así, sigo viviendo por mis peculiaridades día tras día, y esto realmente me molesta. Me he condenado, me he preocupado y angustiado sobre esto por años. Yo creo, al menos en parte, que esto tiene que ver con las bromas. Hay cierta característica arraigada en lo profundo de mi ser que se inclina por el lado humorístico. Sin embargo, suelo ser gracioso, si así lo quiero; de lo contrario, puedo cerrar ese camino como a un grifo. Muchas veces cuando lo he cerrado, percibía a Cristo y no a mí mismo. Pero cuando lo abría, sentía que era yo mismo y no Cristo. Esto me ha molestado por años. Tal vez al menos una parte de mi problema es la tendencia de darle un toque bromista a las cosas. Pero quizás esto es más bien superficial, y debe haber alguna raíz que produce esta clase de fruto.

Si, eso es correcto. La primera vez que lo conocí fue en el Área de la Bahía hace más de once años. Así que nos conocemos por muchos años. Estoy acostumbrado en particular a prestarle más atención a los santos jóvenes que son buscadores, incluyéndolo a usted mismo. Yo he notado que usted ciertamente ama al Señor. El Señor le ha llenado de mucha gracia, y verdaderamente tiene un corazón para seguir adelante con Él. Pero existe un gran factor, un factor negativo, en su interior que lo ha estado frustrando todo el tiempo y le ha privado de las experiencias más ricas de Cristo. Este factor es su peculiaridad. Usted no ama el mundo y tampoco vive mucho en sí mismo o en su carne. Pero su crecimiento en vida y su función en el Cuerpo no han alcanzado el nivel apropiado. He notado que usted a veces lucha por crecer, por ganar más de Cristo, por experimentar más de Cristo y por ser más útil en lo relativo a su función en el Cuerpo. Aun así, algo está ahí frustrándole, y ese algo es la peculiaridad. Usted ha notado algunos aspectos de su peculiaridad; mas ahora necesitamos que otros hermanos que lo conozcan muy bien le ayuden a ver algo más con respecto a su peculiaridad.

No sé si yo puedo o no decir exactamente cuál es la peculiaridad de nuestro hermano. He notado a lo largo de los años que él tiene cierta peculiaridad, pero yo diría que no sólo tiene que ver con su ligereza o con una personalidad bromista. Eso se manifiesta de esa manera; pero en realidad hay algo que no puedo explicar. Está simplemente ahí. Eso sobresale, y cuando uno piensa en este hermano, eso es en lo que uno piensa. Yo no tengo una definición para ello.

Necesitamos que alguien más nos ayude; tal vez alguien que conoce mejor al hermano. Por favor sean valientes y díganos la impresión que tienen de este hermano.

Nuestro hermano parece ser una persona humorista, pero en realidad creo que él es una persona muy detallista. Puesto que lo conozco desde hace un buen tiempo, sé que le gusta hacer las cosas de una manera muy fina y muy detallada. Debido a que él es una persona fina y detallada, yo creo que muchas cosas le molestan.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top