Iglesia como el Cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4182-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-4182-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
En Juan 8:12 el Señor dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, jamás andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. La plenitud tiene otro elemento, el cual es la luz, y otra señal, que es el resplandor. Lo que determina si una persona está en la plenitud es si ella está llena de luz. Asimismo, lo que determina si una iglesia es la expresión del Cuerpo es si esa localidad está llena de luz. En la Nueva Jerusalén no hay nada de oscuridad. Allí todo es resplandeciente. No sólo eso, en la Nueva Jerusalén todo es glorioso; hasta el oro es transparente. Lamentablemente, los ojos de muchos de los que están en grupos cristianos no son muy resplandecientes. Sin embargo, en la Nueva Jerusalén incluso el oro será transparente. La transparencia es una expresión de la vida y es una señal de la plenitud. Ésta es una condición que se expresa a través del Cuerpo.
A veces cuando asistimos a la reunión de cierta iglesia local, sentimos que es semejante a un refugio antiaéreo, es decir, todo allí es muy oscuro y sombrío. Parece que hubiéramos entrado en un túnel profundo, rodeado por impenetrables muros de bronce y de hierro. Cuando entramos en una reunión así, sentimos que hemos entrado en las tinieblas, y que todo allí es opaco. Sin embargo, a veces nosotros mismos estamos interiormente en una condición sombría y miserable, pero cuando asistimos a la reunión de la mesa del Señor, empezamos a sentirnos resplandecientes, transparentes y refrescados. Ésta es la iglesia, el Cuerpo de Cristo, la plenitud.
A veces cuando tenemos comunión con algunos hermanos responsables, sentimos que interiormente todo se oscurece. Antes de tener comunión, mientras orábamos en casa, sentíamos que había un rayo de luz; pero cuanto más comunión teníamos con ellos, más confundidos nos sentíamos y menos luz teníamos. En esos momentos, debemos darnos cuenta de que la plenitud, el Cuerpo y la expresión del Cuerpo no están presentes. También podemos tener la experiencia de sentirnos tristes, como andando a tientas en la oscuridad, sin saber cómo proceder. Ni siquiera nuestras oraciones son claras. Sin embargo, después de tener comunión con los ancianos, sentimos que nuestro ser resplandece y está lleno de luz. A veces ni siquiera tenemos necesidad de hablar, pues en cuanto nos sentamos a tener comunión, sentimos que nuestro ser se abre y resplandece. Luego, después de decir unas cuantas palabras, sentimos que somos transparentes y que la iglesia, el Cuerpo y la plenitud están presentes. Si el Cuerpo está presente, también estará presente la plenitud, y en esta plenitud estará la luz.
Algunos santos viven en el Cuerpo. Hay personas que viven en la plenitud. Cuando se ponen de pie en la reunión, notamos que todo su ser es transparente. Cuando abren su boca y empiezan a compartir, hacen que las personas vean todo con claridad y resplandezcan. Sin embargo, hay otros que parecen tener una habilidad especial de confundir a las personas. Después de escucharlos, perdemos la poca luz que teníamos y nos quedamos sin saber cómo proceder. ¿Los mensajes que otras personas dan nos llevan a tocar a Dios o nos hacen sentir más confundidos? Dios es luz. No hay ningún mensaje que nos lleve a tocar a Dios, y al mismo tiempo carezca de luz. Por ejemplo, un mensaje que nos hace sentir que todo es aceptable —por ejemplo, que entrar en el reino es casi lo mismo que ir al lago de fuego— no proviene de la Nueva Jerusalén sino del abismo. En la Nueva Jerusalén todo es resplandeciente. Sólo en el abismo, hay tinieblas sobre la faz del abismo y tinieblas por todas partes.
¿Qué es la plenitud? La plenitud es el resplandor. De la plenitud de Cristo todos hemos recibido. El Señor dijo: “El que me sigue, jamás andará en tinieblas” (v. 12). Todos sabemos que los que han recibido de Su plenitud están en la luz. Su ser interior resplandece. No tenemos necesidad de preguntarles a los demás si hemos percibido la plenitud ni tampoco si estamos en la plenitud. Todo depende de si nuestro ser interior resplandece o está en tinieblas, de si hay claridad o confusión. Esto no es una doctrina profunda ni gran sabiduría; cualquier creyente puede tocar esto. Cristo es la plenitud de Dios, y hay algo en esta plenitud que se llama luz. Cada vez que contactamos la plenitud, percibimos la luz y resplandecemos interiormente.
Todo aquel que toca la plenitud de Cristo es una estrella, una lámpara o al menos una vela. Un candelero es algo que resplandece, y también que ilumina a otros. La iglesia es un candelero. Que el Señor tenga misericordia de nosotros y nos permita ver si estamos en tinieblas o en la luz. Esto determina si en experiencia somos Su Cuerpo. Siempre que en una iglesia los santos niegan el yo y tocan la plenitud de Cristo, esa iglesia es la plenitud de Cristo en la experiencia. Quizás no haya muchos santos en dicha localidad, ni haya muchos que sean inteligentes o competentes, pero cuando uno entra en medio de ellos, la gente percibirá que dichos creyentes son transparentes y resplandecientes, y que hay luz entre ellos, pues han tocado la plenitud.
En Juan 14:5 Tomás dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?”. Muchos malinterpretan esto pensando que se refiere al camino que conduce al cielo. Sin embargo, Juan 14 no habla del camino al cielo, sino del camino que conduce al Padre. Juan 14 no habla de cómo podemos ir al cielo, sino de cómo podemos entrar en el Padre. Por medio de la muerte y la resurrección de Cristo nosotros hemos entrado en Dios. Puesto que Tomás le preguntó al Señor acerca del camino, Él le respondió: “Yo soy el camino” (v. 6). El Señor mismo es el camino. En esta plenitud no sólo se encuentra la vida, la resurrección y la luz, sino también el camino.
Por favor, no debemos olvidar que todo aquel que contacta la plenitud posee el camino. Cuando una iglesia toca la plenitud, dicha iglesia tiene el camino. En las reuniones de algunas localidades parece que lo que estaba claro ahora ya no está claro, y que es difícil encontrar el camino. Sin embargo, en las reuniones de otras localidades tenemos contacto con el camino que nos permite contactar al Señor. En tales localidades está la plenitud, y uno de los elementos de la plenitud se llama el camino. Por consiguiente, cuando no tengamos un camino por donde avanzar, debemos tocar una iglesia que sea la plenitud; es aquí donde encontraremos el camino. Asimismo, cuando no sepamos por dónde ir, debemos contactar a un hermano que haya tocado la plenitud. Después que hayamos tenido comunión con él, el camino estará dentro de nosotros. Yo creo que todos hemos tenido este tipo de experiencias con otros, y que otros han experimentado esto con nosotros.
Los ancianos apropiados son aquellos que hacen posible que los santos que no tienen un camino por donde avanzar, encuentren un camino. Tales ancianos a menudo son personas con quienes los hermanos y hermanas se sienten en libertad de discutir sus problemas. Quizás una persona no pueda superar cierto problema, pero de repente piensa en ir a tener comunión con los ancianos. Después de estar con ellos por media hora o por una hora, parece que la frustración que sentía se ha ido, y como consecuencia, hay un camino dentro de él.
Esto sucede frecuentemente en relación con los asuntos espirituales. A veces no podemos superar algo, y no tenemos un camino por donde avanzar, no importa cuánto busquemos, indaguemos y exploremos. Pero si nos sentamos con un creyente por un rato, a menudo se nos manifestará un camino, aun sin haber dicho nada. ¿Qué es esto? Esto es la plenitud de Cristo. En algunos santos, una persona puede tocar el camino espontáneamente cuando acude a ellos, debido a que ellos viven en la plenitud. Si todos los ancianos de las iglesias viviesen en la plenitud y tuviesen el camino en la plenitud, la iglesia, por ser la plenitud de Cristo, espontáneamente tendrán el camino.
Si deseamos saber si una localidad es el Cuerpo de Cristo y si es una expresión del Cuerpo, debemos fijarnos si allí se encuentra la vida, la resurrección, la luz y el camino. Estas pruebas son contundentes.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.