Conocer la vida y la iglesiapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8903-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La iglesia proviene de Cristo; procede de Cristo. Cuando Pedro vio que Cristo es el Hijo de Dios, el Señor Jesús de inmediato habló de la edificación de la iglesia (Mt. 16:15-18). Esto significa que tan pronto conocemos a Cristo, la iglesia es producida. Una vez conocemos al Cristo viviente y tenemos Su vida, la iglesia es producida en nosotros, y el elemento de la iglesia está en nosotros. Esto es posible porque la iglesia es Cristo. Cuando creemos en Cristo, Su vida entra en nuestro ser, e interiormente tenemos a Cristo. Cuando tenemos a Cristo, tenemos la iglesia.
Dios, al crear al hombre, formó a Adán del barro. En el principio Dios no creó a dos personas; creó una sola persona. Dios no creó a dos personas, un varón y una mujer, y luego los juntó. Dios creó un solo hombre. Este hombre era perfecto y no tenía escasez. A este hombre que Dios había creado se le llamó Adán. Dios abrió el costado de Adán y tomó una de sus costillas, y de ella edificó una mujer, Eva. Dios trajo Eva a Adán, y los dos llegaron a ser una unidad (Gn. 2:21-24). En la Biblia éste es un tipo de Cristo y la iglesia.
Dios tomó barro de la tierra y le dio forma de hombre, y a este hombre lo llamó Adán, quien era una persona completa. No obstante, este hombre era sólo Adán, un varón; no había hembra. Cuando Dios hizo la mujer, no la creó aparte de Adán; en vez de ello, Dios tomó una costilla de Adán, y esta costilla vino a ser Eva. Luego Dios trajo Eva a Adán, y los dos llegaron a ser uno solo.
Cuando Dios se hizo carne, Él se hizo un hombre. Adán tipifica a Jesús el nazareno (Ro. 5:14). Cuando el Señor Jesús fue a la cruz, Su costado fue abierto, y de ahí fluyó sangre y agua (Jn. 19:34). Su sangre redentora y Su vida eterna fluyeron de Él y entraron en nuestro ser y en millones de otros, haciéndonos la iglesia. La iglesia procede de Cristo y llega a ser una con Cristo. La vida de Dios que estaba en Jesús el nazareno, pasó por la muerte y la resurrección y entró en nuestro ser. A todos los que somos salvos se nos llama la iglesia.
La vida de Dios entró en Jesús, y fue llamado Cristo; La vida de Dios también entró en todos los que somos salvos, y somos llamados la iglesia. El contenido de la iglesia y el contenido de Cristo son iguales; no hay diferencia alguna. La vida que está en Jesús el nazareno es también la vida que está en la iglesia; estas dos son realmente una sola vida. La iglesia emana de Cristo, es producida por Cristo y es para Cristo. La iglesia y Cristo son una unidad. Por lo tanto, la iglesia procede de Cristo, es para Cristo y está en Cristo. La iglesia y Cristo son una unidad.
Ahora tenemos que considerar cómo discernir la iglesia, esto es, discernir qué es y qué no es la iglesia. Ésta es una gran pregunta. Cuando conocemos algunos cristianos o a un grupo cristiano, ellos posiblemente dirían que son la iglesia, ¿pero cómo discernimos si verdaderamente ellos son o no son la iglesia? ¿Cómo podemos juzgar este asunto? Si queremos discernir si un grupo cristiano es la iglesia, la base más sólida es el hecho de que la iglesia es el Cuerpo de Cristo. La iglesia como Cuerpo de Cristo procede de Cristo y es para Cristo. Ésta es la base más sólida para discernir la iglesia. Si una persona no conoce esto, no puede conocer la iglesia de manera cabal; su conocimiento en cuanto a la iglesia será más exterior que interior.
Debemos comprender que la iglesia procede de Cristo y es producida por Él. Puesto que Cristo produce la iglesia, la iglesia y Cristo son uno solo, y la iglesia es Cristo mismo. Esta palabra puede parecer muy simple, pero tenemos que tener un entendimiento cabal y una clara visión para discernir si un grupo cristiano es la iglesia. Dado que la interpretación de este asunto conlleva muchos aspectos, necesitamos dedicar tiempo para estudiarlo.
No podemos permanecer como niños; más bien, necesitamos crecer hasta la madurez. Todos sabemos que a los niños les encanta la excitación externa. Si les contamos historias y jugamos con ellos, se muestran muy interesados y entusiasmados. Sin embargo, si les hablamos sobre sus ancestros y genealogía, rápidamente se aburren. Esto se debe a que ellos no pueden recibir cosas serias; sólo reciben las cosas que les entusiasman. Con frecuencia somos como los niños, en el sentido de que sólo podemos recibir los mensajes que nos entusiasman, no los mensajes con tono solemne. Si alguien nos quiere hablar de nuestra genealogía espiritual, nos comenzamos a dormir y no podemos escucharle. Parece como si estas cosas no nos interesaran. Por consiguiente, muy pocos entre los hijos de Dios son aptos para recibir estas palabras.
Ciertamente, aquellos que les agrada la excitación externa no pueden recibir esta palabra. Solamente pueden recibirla aquellos que siguen al Señor con seriedad, aquellos que quieren conocer su genealogía y trasfondo espirituales, los que quieren conocer quiénes son ellos. Estos asuntos no son relevantes para un cristiano inmaduro; sin embargo, cuanto más maduro sea él, más querrá saber de estos asuntos.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.