Información del libro

Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6813-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 4 de 14 Sección 2 de 4

DIOS VIENE A LA TIERRA POR MEDIO DEL HOMBRE
Y EL HOMBRE SE UNE A DIOS POR MEDIO DEL SEÑOR

El versículo 3 continúa: “Para que donde Yo estoy, vosotros también estéis”. ¿A qué se refiere la palabra donde? El Señor no se estaba refiriendo a los cielos, sino al Padre. Él estaría en el Padre, y nosotros también estaríamos en el Padre. La palabra donde aquí no hace alusión a un lugar físico; más bien, se refiere a estar en el Señor y en Dios. La ida del Señor a través de Su muerte y resurrección no era para estar en el cielo, sino para estar en el Padre. Cuando el Señor resucitó, Él entró en el Padre y además también introdujo a Sus discípulos en el Padre. Éste es el verdadero significado de la cláusula para que donde Yo estoy, vosotros también estéis.

En el versículo 4 el Señor dijo a continuación: “A dónde Yo voy, ya sabéis el camino”. Los discípulos no eran los únicos que ignoraban a dónde iría el Señor. Muchos de nosotros tampoco lo sabemos. Sin embargo, la enseñanza errónea del catolicismo afirma que el Señor fue al cielo a preparar unas mansiones para nosotros. Tal concepto no se encuentra en la Biblia. Por lo tanto, nosotros no debemos aferrarnos al concepto de que iremos a las mansiones celestiales. En el versículo 5 Tomás le dijo al Señor: “No sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?”. Este versículo muestra que, de acuerdo con el entendimiento de Tomás, el Señor estaba hablando acerca de ir a un lugar. La respuesta que dio el Señor: “Yo soy el camino”, muestra que Él no se estaba refiriendo a un lugar físico. El Señor dijo: “Yo soy el camino, y la realidad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí” (v. 6). Debido a que la traducción tan literal que se hace de la expresión nadie viene al Padre, no corresponde al lenguaje chino normal, la versión China Unida de la Biblia traduce la segunda parte de este versículo usando las palabras nadie viene al lugar donde el Padre está, sino por Mí. Por eso, la gente considera que el lugar donde el Padre está se refiere al cielo o a una mansión celestial.

La frase al Padre, en el versículo 6, se refiere a creer hasta entrar en Dios, en el Padre. Este versículo no se refiere a que iríamos al cielo a través del Señor Jesús, sino más bien a que seríamos unidos a Dios y a que tendríamos contacto con Él. Nadie puede tocar a Dios ni entrar en Dios, sino por el Señor Jesús. El Señor Jesús es el camino, la realidad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por el Señor. Por lo tanto, este pasaje no tiene absolutamente nada que ver con ir al cielo. Según la enseñanza de los Hermanos, este capítulo habla de ir al cielo; sin embargo, en realidad este capítulo habla de creer hasta entrar en Dios, y no de ir al cielo. Existe una pintura de una mansión celestial con una escalera, la cual alude a Cristo, y en dicho cuadro hay una inscripción que dice: “Nadie viene al Padre, sino por el Señor”. Esta pintura implica que ir al Padre equivale a ir a una mansión celestial. Tal entendimiento es totalmente erróneo. Juan 14:6 en realidad significa que nadie puede entrar en el Padre excepto a través de Cristo, y que nadie puede tener contacto con Dios sino por medio de Cristo. Por consiguiente, la frase a dónde Yo voy implica que a través de Su muerte y resurrección, el Señor entraría en el Padre.

ESTAR EN DIOS EQUIVALE A ESTAR
EN LOS LUGARES CELESTIALES

Nuestro pensamiento humano siempre entra en conflicto con el pensamiento de Dios. Nuestra mente generalmente considera que al morir iremos a un lugar físico, ya sea el cielo o el infierno; en cambio, el pensamiento de Dios se centra en una persona, no en un lugar físico. Nosotros pensamos en la tierra y el cielo; Dios piensa en Dios y el hombre. El enfoque de la Biblia recae en cómo el Señor Jesús entró en el hombre, y no en que vino a la tierra. Cuando el Señor Jesús se hizo carne y entró en el hombre, ello fue Su venida a la tierra. Del mismo modo, lo primordial es que el hombre entra en Dios, y no que va al cielo. Si el Señor Jesús no hubiera entrado en el hombre, Él no hubiera podido venir a la tierra. A fin de que el Señor Jesús pudiera venir a la tierra, tuvo que entrar en un hombre. En otras palabras, cuando el Señor Jesús entró en el hombre, Él vino así a la tierra. De igual modo, el hombre va al cielo cuando entra en Dios; cuando el hombre entra en Dios, está en el cielo.

Nuestro concepto humano se centra en un lugar, mientras que el concepto de Dios se centra en una persona. Siempre y cuando Dios puede entrar en el hombre, Él puede venir a la tierra; y en tanto que el hombre puede entrar en Dios, éste puede entrar en el cielo. La tierra está relacionada con el hombre, y el cielo está relacionado con Dios. Si el Dios de los cielos viniera a la tierra sin entrar en el hombre, realmente este hecho no sería considerado como Su venida a la tierra. Fue necesario que Él entrara en el hombre para que Su venida a la tierra fuera completa. De igual manera, sin entrar en Dios, al hombre le es imposible ir al cielo. A fin de que el hombre pueda ir al cielo, él tiene que entrar en Dios. Cuando el hombre entra en Dios, está en el cielo. Si podemos captar este concepto, podremos entender la Biblia.

Efesios 2:6 dice: “Juntamente con Él [...] nos hizo sentar en los lugares celestiales en Cristo Jesús”. Podemos ser sentados en los lugares celestiales juntamente con Cristo debido a que estamos en Él. Si no estamos en Cristo, estamos en la tierra, y no en los lugares celestiales. Sin embargo, debido a que estamos en Cristo, podemos sentarnos con Él en los lugares celestiales. Es posible que nos sintamos como si estuviéramos en la tierra; pero debido a que estamos en Cristo, en realidad estamos en los lugares celestiales. Si estamos en nosotros mismos, no podemos estar en los lugares celestiales; más bien, estamos en los lugares celestiales debido a que estamos en Cristo. Tenemos que cambiar nuestro concepto.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top