Estudio-vida de 1 y 2 Reyespor Witness Lee
ISBN: 0-7363-1278-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 0-7363-1278-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Ahora veremos en nuestro estudio del reinado de Acab sobre Israel, la disciplina que él recibió de parte de Dios por medio del profeta Elías (17:1-19:9a). Dios respaldó a Elías, y por eso, pudo disciplinar a Acab por medio de él. Tal vez pensemos que nosotros somos más pequeños que Elías, pero debemos saber que tenemos algo que él no tenía: el Dios Triuno, el cual se forja continuamente en nosotros, vive en nosotros y hace Su hogar en nosotros.
El capítulo diecisiete revela que Elías cerró los cielos para que no lloviera. Los milagros realizados por Elías, al igual que las riquezas, gloria y esplendor de Salomón, se hallaban en la esfera física.
Dios ordenó a Elías, por causa del hambre que sobrevino en la tierra, que se escondiera en el arroyo de Querit, donde viviría de agua, pan y carne que le llevarían los cuervos (vs. 2-7).
Después de que el arroyo se secó, Dios envió a Elías a Sarepta de Sidón, donde Dios mismo había dado orden de que una viuda lo alimentara (vs. 8-24; Lc. 4:25-26). En lugar de ser alimentado por aquella viuda, Elías hizo un milagro para proveer comida y aceite para ella y su familia (1 R. 17:8-16). Después de eso, Elías realizó otro milagro al revivir al hijo de la viuda (vs. 17-24; He. 11:35a). Ambos milagros se produjeron en la esfera física y no involucraron nada espiritual.
En 1 Reyes 18, Dios, por medio de Elías, abrió los cielos para que lloviera. Tanto el hecho de cerrar los cielos para que no lloviera como el de abrirlos para que lloviera, fueron importantes.
Dios envió a Elías a que viera a Acab y le dijera que Dios enviaría lluvia a la tierra, así que Elías se presentó a Acab (vs. 1-2). Elías mostró mucha valentía al presentarse ante Acab.
Acab salió al encuentro de Elías por medio de Abdías, un siervo de Acab que había escondido y alimentado a cien profetas, cuando Jezabel, la esposa de Acab, mató a los profetas de Jehová (vs. 3-16). Acab y Elías eran enemigos, y Abdías era el intermediario entre ellos.
Elías desafió a Acab a una prueba en el monte Carmelo para que se determinara quién es el Dios verdadero: Baal dios de los paganos o Jehová Dios de Israel (vs. 17-40).
Acab, no pudiendo evitar el desafío, convocó a todo Israel en el monte Carmelo, y reunió a los 450 profetas de Baal y a los 400 profetas de Asera, los cuales comían a la mesa de Jezabel. Los profetas de Baal ofrecieron un buey a Baal y le pidieron que consumiera su ofrenda, gritando e incluso cortándose a sí mismos hasta sangrar. Hicieron todo eso en vano mientras Elías se burlaba de ellos (vs. 17-29).
Elías, por sí solo, reparó (recobró) el altar de Jehová que estaba derribado, y lo reedificó, dedicándolo al nombre de Jehová con doce piedras (que representan al pueblo de Israel, los elegidos de Dios). Después cavó una zanja honda y ancha, cortó el buey en pedazos y lo puso sobre la leña; vertió cuatro canteras de agua sobre el holocausto y la leña tres veces hasta que el agua corría alrededor del altar hasta llenar la zanja. Luego, oró a Dios, y Jehová envió fuego que consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo y aun lamió el agua de la zanja (vs. 30-38).
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.