Ejercicio del reino a fin de edificar la iglesia, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3898-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Es debido a que estamos en tal condición caída que necesitamos la salvación de Dios. Damos gracias al Señor porque Él vino para ser nuestro Salvador. Él se vistió de nuestra naturaleza y llegó a ser el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo (Jn. 1:29). Por medio de Su obra redentora, nuestros pecados fueron perdonados. Ahora Dios puede contactarnos e introducirnos en Su presencia. Fuimos llamados, nos arrepentimos, creímos en el Señor Jesús, fuimos lavados y el Espíritu de Dios entró en nuestro espíritu. Por lo tanto, nacimos de nuevo y nuestro espíritu, que estaba amortecido, fue avivado. En esto consiste la salvación de nuestro espíritu.
Una vez que recibamos esta salvación jamás la perderemos. Esto lo confirma 1 Corintios 5:5, un versículo que nos habla acerca de un hermano pecaminoso. Pese a que este hermano había sido regenerado, cayó en un pecado terrible. Por esta razón, Pablo lo entregó a Satanás para que su carne fuera destruida (probablemente mediante una enfermedad), a fin de que su espíritu fuera salvo en el día del Señor Jesús. Esto muestra que una vez que recibimos la salvación en nuestro espíritu, no es posible perderla.
Sin embargo, no sucede lo mismo con respecto a la salvación de nuestra alma. Nuestro espíritu ya fue salvo en esta era, y jamás perderemos esta salvación. No obstante, aún falta por decidirse si nuestra alma será salva al regreso del Señor. A diferencia de la salvación de nuestro espíritu, la salvación del alma no es simplemente una cuestión de ejercitar fe. Al confesar nuestros pecados, creer en el Señor Jesús e invocar Su nombre, nosotros somos regenerados y experimentamos la salvación de nuestro espíritu; sin embargo, la salvación del alma requiere un largo proceso.
Cuando Dios creó al hombre, Su intención era que éste le recibiera y expresara. Recibir a Dios y expresarle deben ser un gozo y una diversión para el hombre. La felicidad y el entretenimiento del hombre deben ser Dios mismo. Al decir esto, no hablamos de un Dios objetivo, sino de un Dios que se experimenta de modo subjetivo. Recibir a Dios en nuestro ser y expresarle en nuestro vivir representa un gozo para el hombre. No debemos criticar a otros por buscar entretenimiento, pues Dios creó al hombre con la necesidad de esparcimiento. Todos los días sentimos hambre porque fuimos creados con la necesidad de comer. Es imposible llenar nuestro estómago una vez y no volver a tener hambre. No, debemos comer cada día. Dios nos creó de esta manera. Según este mismo principio, Dios creó al hombre con la necesidad de divertirse. Pero nuestra diversión debe ser Dios mismo. Debido a que el hombre perdió a Dios, procura divertirse yendo al cine, al teatro y a distintos eventos deportivos. Pero aún no ha encontrado con Dios mismo la manera de ser satisfecho en su necesidad de entretenimiento. Sólo Dios puede satisfacer nuestra necesidad de entretenimiento.
La finalidad de toda diversión que la gente busca aparte de Dios, es la satisfacción del alma. Cuando las personas escuchan música o disfrutan de ciertos deportes, se sienten contentos. A muchos en Hong Kong les gusta jugar mah-jong. Para ellos, ése es el mejor entretenimiento y disfrute. Cualquier creyente que todavía juegue mah-jong está salvando su alma. Todo el que haya sido regenerado en su espíritu y siga jugando mah-jong perderá su alma cuando el Señor regrese. Para tal creyente, abstenerse de jugar mah-jong representa un sufrimiento para su alma; no obstante, necesita perder su alma particularmente en este asunto, pues si no la pierde ahora, la perderá cuando el Señor regrese. El Señor le dirá: “Debido a que salvaste tanto tu alma, ahora debes perderla”. Ahora podemos entender que cuando la Biblia nos habla de perder el alma, se refiere a que el alma pierda su disfrute; mientras que, salvar el alma es preservarla para que ella obtenga su disfrute.
Si el hombre hubiera expresado a Dios en la tierra, Dios habría recobrado la tierra, y tanto el hombre como Dios habrían disfrutado la tierra. Dios se habría sentido feliz, y nosotros también. Pero el hombre no cooperó con Dios y, como consecuencia, Dios no pudo recobrar la tierra. En efecto, Él mismo ha sido rechazado por la tierra. Cuando Él vino en la carne, fue rechazado. En la era presente, la era de la iglesia, es la era del rechazo que le da el mundo a Cristo. Debido a que Cristo es rechazado, hoy Él no encuentra ningún gozo en la tierra. Nosotros, por ser Sus seguidores, participamos de Su destino. Nuestro destino como seguidores del Señor Jesús no es ser bienvenidos por el mundo, sino rechazados. Por lo tanto, en esta era no debemos proporcionarle disfrute a nuestra alma, sino más bien, permitir que pierda su disfrute. Cuando el Señor Jesús regrese, ése será el momento en que Él disfrutará la tierra. Satanás será atado, Cristo recobrará la tierra y toda la tierra estará bajo Su reinado. En aquel entonces, Cristo disfrutará la tierra, y todos Sus seguidores participarán de este disfrute. A esto se refiere Mateo 25:21 y 23, los cuales dicen: “Bien, esclavo bueno y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”. Esto ocurrirá durante el milenio cuando el Señor Jesús reclamará su derecho sobre la tierra y la disfrutará. Al recuperar la tierra, el Señor podrá disfrutarla. Entonces Él les dirá a Sus seguidores, Sus compañeros, que entren en Su gozo. Esto será la salvación de nuestras almas. Por consiguiente, si queremos participar de este disfrute en la era venidera, tenemos que pagar en esta era el precio de perder nuestra alma. Debemos decir: “Señor, por causa de Ti no quiero tener tanto placer ni diversión”.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.