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Servir en el espíritu humanopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3844-8
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CAPÍTULO DOS

LAS PRUEBAS QUE MUESTRAN
QUE VEMOS EL CUERPO

Lectura bíblica: Ef. 4:1-4; 1 Co. 1:10; 3:1-4; Fil. 2:1-4; Jn. 17:21, 23

El servicio cristiano genuino se basa en la edificación del Cuerpo de Cristo. La base, el fundamento, de toda obra cristiana genuina es la edificación del Cuerpo. El servicio cristiano verdadero está basado sobre el fundamento del Cuerpo. La intención única de Dios en este universo es obtener un Cuerpo, una entidad corporativa que le sirva a Él. Dios desea que nosotros le sirvamos, pero no quiere que le sirvamos de una manera individualista. La intención de Dios es obtener un sacerdocio, un cuerpo sacerdotal, un pueblo corporativo que ha sido juntamente edificado para que le sirvan. Por tanto, necesitamos ver claramente que sin edificación, no habrá posibilidad de lograr el servicio cristiano genuino. No debemos considerar lo que llaman “servicio” en la historia de la iglesia como algo normal, y no debemos tomar lo que vemos entre los cristianos hoy en día como un modelo. La mayor parte de lo que vemos en la historia de la iglesia y en la situación actual es algo fuera de orden, algo que va totalmente en contra de la manera en que Dios hace las cosas. La intención de Dios consiste en obtener un Cuerpo que le sirva a Él. Por tanto, no nos ha regenerado a fin de ser unidades perfectas, cada uno completo en sí mismo, sino que nos ha regenerado a todos nosotros para que seamos miembros de un solo Cuerpo. ¡Cuánto necesitamos ver el Cuerpo!

Es posible que piensen que han visto el Cuerpo por haber escuchado mensajes acerca del Cuerpo o debido a que hemos dedicado mucho tiempo a este asunto en estos días. Sin embargo, no tengo la seguridad que hayan visto el Cuerpo. Tengo una gran duda en cuanto a esto; dudo que hayan visto realmente el Cuerpo.

Durante un período de por lo menos dos años, de 1940 a 1942, el hermano Watchman Nee presentó un mensaje cada semana en cuanto a la necesidad de ver el Cuerpo. No hablaba del Cuerpo, sino de ver el Cuerpo ¿Han visto el Cuerpo? Cada semana en aquel entonces él daba un mensaje, y cada semana pasaba tiempo con nosotros los que estábamos en su entrenamiento. Durante las tres horas que duraba el entrenamiento por la mañana, el hermano Nee no nos hablaba como si estuviera dando un mensaje. Más bien, cuando nos reuníamos con él después del mensaje que presentaba a toda la congregación, nos pedía a cada uno de nosotros que diera su testimonio acerca de la manera en que habíamos visto el Cuerpo. Después de cada testimonio, él meneaba la cabeza y nos decía que no habíamos visto el Cuerpo. Entonces nos indicaba cómo nuestras propias palabras nos exponían, cómo nuestras propias palabras comprobaban que no habíamos visto el Cuerpo. Entre los muchos que tomaron su entrenamiento uno o dos solamente recibieron su aprobación en cuanto al asunto de ver el Cuerpo. El hermano Nee podía ser muy severo con nosotros los que estábamos en el entrenamiento porque le habíamos dado permiso cuando fuimos aceptados al entrenamiento. Yo no soy tan severo como era el hermano Nee, pero sí quiero pedirles que consideren seriamente si han visto el Cuerpo o no.

YA NO SOMOS DIVISIVOS

Existen algunas maneras para comprobar si han visto el Cuerpo o no. Les animo a que se examinen con estos medios. En primer lugar diría que si han visto el Cuerpo, nunca serían divisivos. Ser divisivos significa que no han visto el Cuerpo. Si han visto el Cuerpo, nunca serían divisivos, ni podrían ser divisivos de ahora en adelante. Ser divisivos significa que no han visto el Cuerpo. ¿Puede haber más de un Cuerpo en el universo? ¡Sólo hay uno! ¿Han visto este Cuerpo, el Cuerpo único? Si han visto este Cuerpo único, esta visión los cegará de tal manera que nunca podrán ser divisivos.

La razón por la cual existe tanta división entre los cristianos hoy es que no han visto el Cuerpo. Cuando algunos cristianos se reúnen y no están contentos unos con otros, frecuentemente dejan de reunirse y empiezan su propia reunión. Esto se llama división e indica que aquellos que hacen tales cosas son divisivos. Ellos no han visto el Cuerpo. Todos aquellos que han visto el Cuerpo jamás podrían ser divisivos.

Existe un solo Cuerpo, y yo soy parte de ese Cuerpo. Es imposible que esté separado de este Cuerpo y es imposible que me separe de este Cuerpo. Es muy importante que todos veamos el Cuerpo. Sin embargo, quizás nos imaginemos que hemos visto el Cuerpo cuando no lo hemos visto en absoluto.

Desde que comencé mi ministerio en este país en 1962, oí a muchas personas hablar acerca de la vida del Cuerpo y del ministerio del Cuerpo, pero me di cuenta de que hablaban acerca de algo que no habían visto y que no conocían. Por supuesto, no tuve la audacia de decirles que no habían visto el Cuerpo, pero ahora les pregunto a ustedes que comprueben si han visto el Cuerpo o no. ¿Han visto el Cuerpo? Si han visto el Cuerpo, han visto la unidad y ya no podrán ser divisivos.


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