Información del libro

Situación mundial y el mover de Dios, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3943-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 7 Sección 1 de 5

CAPÍTULO UNO

LA SITUACIÓN MUNDIAL
CON RELACIÓN
AL MOVER DE DIOS EN LA TIERRA

(1)

Lectura bíblica: Hch. 17:24-27; Dn. 2:21; 4:17

Oración: Señor Jesús, te amamos. Nos agrada decirte cuánto te amamos. Tú eres nuestro Dios. Tú eres Dios y también eres hombre. Te amamos por esto. En Ti vemos a Dios, encontramos a Dios y obtenemos a Dios, y en Ti también vemos al Hombre, un Hombre apropiado. Te adoramos porque hoy Tú estás en el trono. ¡Cuánto te amamos! Te adoramos como el Hombre que fue exaltado y está sentado en el trono de Dios. ¡Cuántas gracias te damos porque hoy estamos predicándote a Ti, dándote a conocer y ministrándote a todos los necesitados! Gracias, Señor Jesús. Te exaltamos en nuestra reunión. Tú eres la Cabeza exaltada por Dios y también nuestro Señor de señores. Te damos toda la gloria. Te damos gracias por Tu redención. Gracias por Tu vida. Gracias por todo lo que Tú eres. En Tu precioso nombre te adoramos. Amén.

DE UNO SOLO

La iglesia procede de la humanidad. Por consiguiente, a fin de tener una vida apropiada de iglesia, debemos conocer la situación mundial. La situación mundial está sujeta a lo que Dios dispone en Su soberanía. Me gusta mucho Hechos 17:26, que dice: “De uno solo ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los linderos de su habitación”.

Dios hizo todo el linaje de hombres de uno solo. Independientemente de los diferentes colores de piel que existen, Dios hizo todas las razas a partir de la sangre que creó en Adán. La expresión de uno solo se refiere a una persona: Adán. En un sentido no debiéramos tener conceptos acerca de las personas por el color de su piel, pues todos provenimos de uno solo.

LOS TIEMPOS Y LOS LINDEROS

Dios prefijó el orden de los tiempos y los linderos. El continente de América fue descubierto por Cristóbal Colón, pero esto no lo decidió él. Dios dispuso que este continente fuera ocupado por los indios y que permaneciera desconocido por el resto del mundo hasta hace unos quinientos años. ¿Qué fue lo que inspiró a Colón a navegar hacia el occidente? ¿Será que tuvo un sueño? Cuando yo estaba en la escuela, aprendí un poema acerca de Cristóbal Colón que se titulaba “A toda vela”. Los marineros estaban enfurecidos por un viaje que parecía interminable, en el que no se veía tierra por ningún lado, y quisieron regresarse. Pero Colón seguía diciéndoles: “¡A toda vela!”. Hubo grandes hombres en el pasado. Salomón fue el más sabio entre los hombres. Sin embargo, antes de Colón, no hubo nadie que se le ocurriera llegar a las tierras del lejano oriente navegando hacia el occidente.

El orden de los tiempos fue prefijado. Dios determinó cuándo América debía ser dada a conocer a los descendientes de Jafet. Ustedes recuerdan la profecía que hizo Noé: “¡Engrandezca Dios a Jafet...!” (Gn. 9:27). Ahora era el momento oportuno para que Jafet fuera engrandecido y se propagara a otras tierras. El descubrimiento de América es sólo un ejemplo de cómo Dios determinó la propagación del linaje de los hombres, sus linderos y los tiempos en que esto debía ocurrir.

Puesto que Dios hizo al hombre a Su imagen e hizo todo el linaje de los hombres de uno solo, a Él ciertamente le interesaron los territorios que serían ocupados por las diferentes naciones y los tiempos en que ellas tendrían supremacía. A Él no le interesó tanto dónde estarían los osos, los leones y los tigres; pero, con respecto al hombre, hecho a Su imagen y por ende igual a Él (como una fotografía Suya), Dios ciertamente le prefijó los tiempos y los linderos de su habitación (véase Dn. 2:21; 4:17).

LOS LOGROS DE DIOS

Después de que Adán recibió en su ser al maligno y después de que sus ojos fueron abiertos para ver, no lo bueno sino su propia desnudez, Dios vino y lo llamó, diciendo: “¿Dónde estás?” (Gn. 3:9). Adán estaba escondiéndose avergonzado y atemorizado. Él se había cubierto con hojas de higuera que se estaban marchitando. Por supuesto, Dios dijo que lo disciplinaría, pero también le dio la promesa de que la simiente de la mujer heriría la cabeza de la serpiente (v. 15). Ésta es la manera en que la serpiente sería destruida.

Cuatro mil años pasaron. Durante ese tiempo la humanidad se degradó cada vez más, aun al punto de convertirse en la ciudad idólatra de Babel y trataron de edificar una torre a fin de que su nombre fuese conocido. Esto hizo que Dios llamara a un hombre, Abraham, y prometiera que por medio de él sería bendita toda la tierra (22:18). Esta promesa, hecha en la mitad de este periodo de cuatro mil años, fue más enfática y más concreta que la que fue hecha a Adán. Sin embargo, la humanidad aun tuvo que esperar su cumplimiento.

Finalmente, vino el Señor Jesús. ¡Dios mismo vino! Esta vez no vino en forma de hombre, como sucedió en el caso de Su visita a Abraham (Gn. 18), sino que vino por medio de un embarazo. En su venida Él se introdujo en la sangre, la carne del hombre. Él permaneció nueve meses en el vientre de una virgen y después nació como un bebé común y corriente. Él no nació en un hospital ni siquiera en el mesón, ya que no se halló lugar para Él allí, sino que fue puesto en un pesebre. De este modo, Dios se puso la naturaleza humana.

Luego, llevó una vida humana durante treinta y tres años y medio. Él no nació en una familia rica, ni tuvo una vida cómoda. Al final, Él murió por medio de la crucifixión; luego lo sepultaron, y más tarde resucitó.

¿Por qué el Señor escogió este camino? Todo lo que Él experimentó tenía como fin lograr una sola meta: introducir a Dios en el hombre por medio de la redención y la resurrección.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top