Información del libro

Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 13 de 17 Sección 4 de 5

LA UNIDAD SE PRODUCE
AL OCUPARNOS ÚNICAMENTE DE CRISTO
SEGÚN 1 CORINTIOS

Ocuparse de Cristo,
no del conocimiento ni los dones

Los creyentes corintios eran ricos en toda palabra y en todo conocimiento, y nada les faltaba en ningún don (1 Co. 1:5-7). En otras palabras, ellos tenían toda palabra y todo conocimiento, y tenían todos los dones. Por una parte, esto es maravilloso, pero, por otra, estaban divididos a causa del conocimiento y los dones (v. 10). Estaban divididos porque se concentraban demasiado en las enseñanzas y los dones. Dado que ellos valoraban el conocimiento y los dones, algunos admiraban a Pablo, otros tenían en alta estima a Apolos, y algunos otros apreciaban a Cefas. Ellos sentían aprecio por estos hermanos por causa de los dones que tenían. Finalmente, algunos dijeron que ellos eran de Pablo, de Apolos y de Cefas. Los corintios estaban divididos por el conocimiento y los dones. Si alguno está en pro del conocimiento y los dones, finalmente terminará apreciando a un hermano y menospreciando a otro. Entonces habrá división. A nosotros no nos interesa el mero conocimiento, ni las doctrinas de la Biblia ni los dones. Nos interesamos únicamente por Cristo.

Si nos ocupamos únicamente de Cristo, nunca podremos decir: “Yo soy de Pablo”, “Yo soy de Cefas”, ni “Yo soy de Apolos”. Hoy en día, a la gente le gusta usar el sufijo -eo. Alguien que sigue a Cefas, por ejemplo, es un “Cefaseo”. La gente adopta tales nombres porque se centra demasiado en las enseñanzas y los dones. No debemos estar en pro de las enseñanzas ni de los dones. Sólo debemos estar en pro de Cristo.

Estar perfectamente unidos en un mismo sentir
y en un mismo parecer

En 1 Corintios 1:10 Pablo dice: “Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer”. ¿Cómo podemos estar perfectamente unidos en un mismo sentir? En el versículo 13 Pablo pregunta: “¿Está dividido Cristo?”. La manera de estar perfectamente unidos es estar en Cristo. Los judíos pedían señales, las cuales están relacionadas con los dones, y los griegos buscaban sabiduría, la cual está relacionada con el conocimiento; pero nosotros predicamos a Cristo, y a Cristo crucificado. Para nosotros, los llamados, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios (v. 24).

Todos debemos estar perfectamente unidos por medio de Cristo. Si nos ocupamos en algo que no sea Cristo, nunca podremos estar perfectamente unidos, y con seguridad, nos dividiremos. Debemos estar perfectamente unidos por medio de Cristo y con Cristo. En 1 Corintios 2:2 Pablo dice: “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”. Pablo parecía decir: “Vine a vosotros con la determinación de no saber cosa alguna sino a Cristo. ¿Por qué vosotros corintios sabéis tantas otras cosas? Debéis estar perfectamente unidos por Cristo y con Cristo. Tenéis que renunciar a todas las enseñanzas, tenéis que renunciar a todos los dones y tenéis que renunciar a todas vuestras opiniones”.

Algunos podrían ofenderse con mis palabras. Tal vez ellos se pregunten: “¿Qué clase de predicador es éste? Él nos dice que desechemos todas las enseñanzas. Hemos dedicado muchos años para aprender todas las doctrinas. Ahora este hombre nos está diciendo que las desechemos”. Yo les pediría a estas personas que leyeran 1 Corintios una y otra vez. En el capítulo 1 Pablo dice que los corintios tenían toda palabra, todo conocimiento y todos los dones (vs. 5-7), pero en el capítulo 3 él dice que ellos seguían siendo niños en Cristo. Él dice que ellos seguían siendo infantiles, carnales e incluso de la carne (vs. 1-3). Lo que ellos necesitaban era estar perfectamente unidos por Cristo y crecer. Ésta es la situación actual del cristianismo. Tienen muchas doctrinas y dones, pero la mayoría de los cristianos están divididos a causa de los mismos.

Recobrar la unidad genuina
al desechar todo lo que no sea Cristo

El recobro del Señor hoy es el recobro de la unidad genuina, la unidad de Cristo. El Señor nos recobrará, al sacarnos de las enseñanzas, los dones y las opiniones para traernos de regreso a Sí mismo. En Cristo tenemos la unidad. ¡Aleluya por Cristo! A mí no me hable sobre los dones, las enseñanzas o meras opiniones, y no me pregunte por mi opinión. Yo tengo una sola opinión; ésa es Cristo. Ocuparnos únicamente de Cristo es la manera de ser uno.

¿Cómo podemos guardar la unidad? Es al desechar las doctrinas y al renunciar a los dones. Si tiene el don de sanidad, ¿está dispuesto usted a renunciar a ello? Tenemos que hacerlo. De otra manera, el don de sanidad se convertirá en un factor divisivo. Esto no significa que nunca usemos el don de sanidad. En ocasiones podemos usarlo, pero nuestro objetivo no son los dones; nuestro único objetivo es Cristo.

A veces la gente ha venido para discutir conmigo acerca de ciertos asuntos, pero yo no tengo ningún deseo de discutir. Si alguien me pregunta que si debemos o no tener panderetas en las reuniones, yo no tengo una opinión. Si las hermanas quieren tocar panderetas, podrían tocar muchas panderetas a la vez y no me molestaré. No obstante, algunos santos pueden molestarse tanto que no pueden venir a una reunión donde haya panderetas. Si éste es el caso, de inmediato ellos están divididos. Permítame preguntarle: “¿A qué clase de reunión iría usted?”. Tal vez usted necesite tomar una “gira por la iglesia”, viajando por tantas presuntas iglesias hasta que encuentre una que se acomode a su gusto. No obstante, si ésta es adecuada para su gusto, tal vez no sea adecuada para el gusto de otros, así que, finalmente, todos caemos en división. ¿Cómo podemos guardar la unidad así?

El Señor hoy está recobrando la unidad. Todas las divisiones son una vergüenza para el Señor Jesús, y una verdadera jactancia para el enemigo. Pero si hoy cuidamos de la unidad, esto es una vergüenza para el enemigo. Aun si somos muy pocos en número, aun así podemos jactarnos sobre el enemigo, diciendo: “Satanás, míranos. Todos hemos salido de toda clase de trasfondo. Ahora somos verdaderamente uno. Satanás, tu causaste que las personas dijeran que no hay posibilidad de que los cristianos sean uno. Pero ahora nosotros estamos aquí; y somos uno”. Inmediatamente Satanás será puesto en vergüenza y será echado fuera. La unidad es una verdadera vergüenza para Satanás. Podemos gloriarnos, diciendo: “Satanás, nosotros somos uno. No tenemos una amistad natural; más bien, somos uno en Cristo, por medio de Cristo, con Cristo y por amor de Cristo”.

Debemos estar perfectamente unidos por medio de Cristo y con Cristo, sin interesarnos por nada más. Hace cuarenta años, si yo veía que tocaban guitarra en una reunión, hubiera hecho todo lo posible por detenerlo. Sin embargo, recientemente en Nueva Zelandia estuve en una reunión con menos de sesenta personas, pero había muchas guitarras, y además de las guitarras había también panderetas. Yo estaba feliz con todos esos instrumentos. En esa reunión nada era una molestia para nosotros. Todos éramos uno.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top