CAPÍTULO CINCO

LA DIFERENCIA ENTRE
LA VIDA Y EL COMPORTAMIENTO

Lectura bíblica: Jn. 15:5

En este capítulo consideraremos la diferencia entre el crecimiento de la vida y mejorar el comportamiento. Luego en el capítulo siguiente veremos la diferencia entre el crecimiento de la vida y la forma de la piedad, el celo en el servicio, el aumento del conocimiento, la manifestación de los dones y el aumento del poder. De acuerdo con el entendimiento humano, estas seis cosas: el comportamiento, la forma de la piedad, el servicio, el conocimiento, los dones y el poder son muy parecidos a la vida. Hoy en día, hay demasiadas personas en el cristianismo que consideran todas estas cosas como vida. Sin embargo, estrictamente hablando, estas cosas no son vida.

Debemos tener la capacidad de presentar y definir las verdades de las cuales estamos teniendo comunión ahora. Hacer esto requiere de cierta medida de conocimiento y entendimiento. No obstante, mucho conocimiento no nos ayuda. Si no tenemos conocimiento ni entendimiento, no tendremos nada de que hablar; pero si hablamos con demasiado conocimiento será muy difícil que otros las entiendan con claridad. Finalmente, esa forma de hablar sólo les complica el entendimiento a las personas.

LA VIDA ES CRISTO MISMO

En primer lugar, debemos ver la diferencia entre la vida y el comportamiento, y entre el crecimiento de vida y mejorar el comportamiento. La vida es simplemente Cristo, mientras que comportamiento es lo que hacemos, cómo actuamos, cómo nos comportamos y la clase de conducta que tenemos. Como ya sabemos, Adán fue creado por Dios como una persona que consta de tres partes. Después que fue creado, él actuó y se comportó de cierta manera. Sin embargo, en ese tiempo Adán no tenía la vida divina, porque la vida es Cristo, y Adán no tenía a Cristo. Lo que tenía era la vida creada, humana y temporal, mas no la vida increada, divina y eterna. Por tanto, Adán no tenía vida, pero sí tenía comportamiento.

En el huerto del Edén había dos árboles enfrente de Adán, a saber, el árbol de la vida, que representa a Cristo como nuestra vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Con el segundo árbol no sólo se halla el mal, sino también el bien. El comportamiento puede ser malo y puede ser bueno. No solamente el mal no es vida, sino que tampoco el bien es vida. Ambos, el buen comportamiento y el mal comportamiento pertenecen a la misma categoría. Cuando Adán participó del árbol del conocimiento, él recibió el mal, y también recibió el bien. Por consiguiente, después de la caída, el linaje humano podía hacer el mal, como también podía hacer el bien, debido a que el bien y el mal pertenecen a la misma categoría. Los cristianos debemos comprender que la vida es absolutamente diferente del comportamiento.

EL CRECIMIENTO DE VIDA ES EL AUMENTO
DE CRISTO DENTRO DE NOSOTROS

¿Cuál es la diferencia entre el crecimiento de vida y mejorar el comportamiento? Puesto que la vida es Cristo, el crecimiento de vida equivale al crecimiento de Cristo dentro de nosotros. Mejorar el comportamiento tiene muchas formas. Por ejemplo, aunque originalmente una persona esté llena de odio, se le puede enseñar a amar a otros en vez de odiarlos. A partir de ese momento, él tratará de amar a los demás en vez de aborrecerlos. Antes, tenía un comportamiento lleno de odio, pero ahora él tratará de comportarse con amor. Hasta cierto grado él puede tener éxito. Antes esta persona estaba llena de odio, pero ahora ha cambiado un poco. Esto es una mejora del comportamiento. No obstante, debemos preguntarnos: ¿es esta mejora del comportamiento el crecimiento de vida? No, no lo es, pero hoy en día muchos cristianos consideran que esta clase de mejora del comportamiento es el crecimiento de vida.

Dado que somos seres humanos caídos, tenemos cierta cantidad de mala conducta como también de buena conducta. A veces manifestamos un buen comportamiento, y otras veces un mal comportamiento. A veces de nosotros sale odio, y otras veces sale amor. Pero tanto el odio como el amor proceden de nosotros mismos; son solamente conducta. Anteriormente, quizás nos llenábamos de odio como de mal comportamiento, pero ahora tal vez consideremos que como cristianos no debemos actuar de esa manera, sino que debemos cambiar y mejorar nuestra conducta y comportarnos de una manera mejor. Aunque quizás con el tiempo tengamos éxito, eso no es el crecimiento de vida. Tan sólo es una mejora del comportamiento.

¿Entonces qué es el crecimiento de vida? Dado que Cristo es vida, el crecimiento de vida es el aumento de Cristo. Cristo entró en nuestro espíritu como vida. Ahora debemos abrir nuestro ser y dejar que Cristo entre y nos llene desde nuestro interior, y que desde nuestro interior se extienda y nos sature, nos impregne y nos absorba. Entonces el Cristo que vive en nosotros será manifestado a través de nosotros. Esta vida, que es Cristo mismo, nos absorberá, y Él se expresará en nuestro vivir. En ciertas circunstancias se necesita amor. Este Cristo que se expresa en nuestro vivir será este amor que necesitamos. Este amor es el propagar, impregnar y saturar de Cristo. Ésta es la expresión de Cristo desde nuestro interior. Por lo tanto, este amor no es meramente una mejora del comportamiento. Este amor es un aumento de Cristo, un crecimiento de Cristo como vida.