Nuestro espíritu humanopor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-259-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Primera de Tesalonicenses 5:23 muestra que el alma y el espíritu no son lo mismo, sino que son dos cosas distintas. Hebreos 4:12 revela que el espíritu y el alma pueden ser divididos así como el tuétano puede ser dividido de las coyunturas. Las coyunturas son los huesos y dentro de los huesos está el tuétano. El tuétano está escondido dentro de los huesos así como el espíritu está escondido dentro del alma. El espíritu está tan escondido en el alma que necesita ser dividida del alma por la palabra viviente y operativa de Dios la cual es “más cortante que toda espada de dos filos” (4:12). A veces es realmente difícil separar el espíritu del alma; así que la Palabra viviente es necesaria.
El espíritu y el alma pueden ser divididos porque son dos cosas, dos entidades, dos clases de sustancias. A pesar de cuán escondido esté el tuétano dentro del hueso, todavía son dos cosas. A pesar de cuan escondido esté nuestro espíritu dentro del alma, todavía son dos cosas, dos órganos, dos asuntos. Tenemos que aprender como dividir nuestra alma de nuestro espíritu.
En Lucas 1:46-47 María dice: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se ha regocijado en Dios mi Salvador” (lit.). Primeramente, nuestro espíritu se regocija en el Señor, luego nuestra alma puede engrandecerle a El. Los tiempos de los verbos en estos dos versículos muestran el orden: mi alma engrandece (tiempo presente) y mi espíritu se ha regocijado (tiempo perfecto).
Filipenses 1:27 dice que estemos “firmes en un mismo espíritu, combatiendo con una sola alma por la fe del evangelio” (lit.). Estar en un mismo espíritu es una cosa. Estar con una sola alma es otra. Primeramente, necesitamos estar en un mismo espíritu. Luego todos necesitamos estar con una sola alma. Para estar firmes unos por otros para la vida de la iglesia necesitamos estar en un mismo espíritu, pero si algunos hermanos fueran a predicar juntos el evangelio sin ser de una sola alma, tendrían muchos problemas. Muchos hermanos jóvenes en el recinto universitario son realmente uno en el espíritu, estando firmes por la vida de la iglesia. Pero cuando van a predicar el evangelio, a veces difieren en cuanto al alma. Necesitamos no sólo estar en un mismo espíritu, sino también con una sola alma. “En un mismo espíritu” es para la posición y “con una sola alma” es para actuar, trabajar, luchar juntos.
Alabado sea el Señor por 1 Corintios 6:17: “Porque el que se une al Señor un espíritu es con él”. El Señor es el Espíritu vivificante, y tenemos un espíritu tan maravilloso. El Señor está dentro de nuestro espíritu. Así que somos un espíritu con el Señor. “El postrer Adán se hizo espíritu vivificante” (lit., 1 Co. 15:45). “Porque el Señor es el Espíritu” (2 Co. 3:17). “El Señor Jesucristo esté con tu espíritu” (2 Ti. 4:22). “Porque el que se une al Señor un espíritu es con él” (1 Co. 6:17). Me gustan estos cuatro versículos y nunca podría olvidarlos. El Señor es el Espíritu vivificante, y nosotros tenemos un espíritu tan maravilloso. Hoy somos simplemente un espíritu con el Señor porque estos dos espíritus están mezclados juntos como un solo espíritu.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.