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Dos oraciones más grandes del apóstol Pablo, Laspor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-795-1
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CAPITULO UNO

UN ESPIRITU DE SABIDURIA
Y DE REVELACION

(1)

Lectura bíblica: Ef. 1:17-23; 3:16-21

LAS DOS ORACIONES MAS PROFUNDAS
DEL APOSTOL PABLO

En cuanto a la iglesia

En este libro hablaremos de las dos oraciones más profundas del apóstol Pablo. Estas dos oraciones se encuentran en el libro de Efesios, un libro hondo, elevado y profundo. Este libro profundo trata principalmente un tema: la iglesia. La iglesia es el tema más profundo de la Biblia. No es algo superficial, ligero ni fácil de comprender. Hoy la frase la iglesia se usa en forma equivocada. Cuando alguien se refiere a la iglesia, ¿qué quiere decir? Para muchos la iglesia es algo común. Incluso quizá algunos piensen que la iglesia es un edificio material, pero según la Biblia, la iglesia es un tema muy profundo. Tenemos que estar en la parte más profunda de nuestro ser, o sea, nuestro espíritu, para conocer la iglesia. Todos nosotros, especialmente los hermanos y hermanas jóvenes, debemos conocer algo que no es meramente para nuestro disfrute, nuestra salvación o nuestra edificación. Tenemos que conocer la iglesia, el tema más profundo de la Biblia. El apóstol oró para que nosotros conociéramos a la iglesia, puesto que es algo tan profundo. Necesitamos la oración del apóstol para ver la iglesia.

La necesidad tanto de
revelación como de experiencia

Necesitamos considerar lo que Pablo dijo en estas dos oraciones. En la primera oración, oró para que recibiéramos un espíritu de sabiduría y de revelación a fin de que pudiéramos ver la iglesia (Ef. 1:17-23). Oró para que recibiéramos un espíritu a fin de que pudiéramos ver, un espíritu de revelación, y aun un espíritu que revela. Necesitamos dicho espíritu para ver la iglesia. Muchos quizá tengan un entendimiento común o superficial en cuanto a la iglesia, pero no es muy simple ni superficial. No debemos pensar que entendemos cabalmente el asunto de la iglesia. La iglesia es el misterio de Cristo (Ef. 3:4), y necesitamos recibir una revelación para verla.

En la segunda oración de Pablo (3:16-21), él oró para que fuéramos fortalecidos en nuestro hombre interior. Esto está relacionado con nuestra experiencia. Primero oró para que viéramos, para que fuéramos iluminados, es decir, para que recibiéramos la revelación, y oró en otra ocasión para que fuéramos fortalecidos. Primero, necesitamos recibir la revelación para poder ver lo que está relacionado con este misterio. Después de ver, necesitamos profundizarnos en lo que hemos visto, o sea que necesitamos experimentarlo. En otras palabras, la primera oración es una oración para la revelación, y la segunda es una oración para la experiencia. En el libro de Efesios, tanto la revelación como la experiencia se relacionan con la iglesia.

UN ESPIRITU DE SABIDURIA Y DE REVELACION

El espíritu humano

En la primera oración, Pablo ora diciendo: “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría” (1:17). Esto no quiere decir que Dios nos dará el Espíritu Santo. La palabra espíritu que está en este versículo no está escrita con mayúscula, lo cual indica que es el espíritu humano. Para ver el misterio de Cristo (3:4), la iglesia, se requiere más que simplemente tener una mente lista. Una mente lista quizá sea buena para que uno estudie en la universidad, pero la mente sola nunca podría entender el misterio de la iglesia. Para poder ver la iglesia, necesitamos nuestro espíritu humano.

Dios no nos creó en una forma simple. Según 1 Tesalonicenses 5:23, el hombre está constituido de tres partes: el espíritu, el alma y el cuerpo. Nuestro cuerpo humano es muy complejo. Los médicos pasan muchos años estudiando medicina, pero aún así no entienden cabalmente el cuerpo humano. A la parte psicológica de nuestro ser se le llama el alma, la cual está compuesta de la mente (Sal. 13:2; 139:14; Lm. 3:20), la parte emotiva (Cnt. 1:7; 2 S. 5:8; Is. 61:10; 1 S. 30:6) y la voluntad (Job 7:15; 6:7; 1 Cr. 22:19). Estos tres órganos son maravillosos, pero también pueden causar muchos problemas. A veces no podemos dormir bien porque nuestra mente es muy activa. Si pudiéramos controlar nuestra mente, dormiríamos bien. Nuestra parte emotiva también puede ser problemática. Si no fuéramos tan emocionales, no nos preocuparía tanto la manera en que nos trata la gente. No nos importaría si nos valoran mucho o nos desprecian. Pero, como nuestra parte emotiva es problemática, a veces nos molestamos tanto que no podemos dormir. Nuestra voluntad testaruda también es la fuente de muchos problemas. No solamente tenemos un cuerpo con muchas partes y un alma con muchos órganos, sino que también tenemos otra parte en nuestro ser, una parte más profunda, que es nuestro espíritu. El hombre más sabio es el hombre que vive en su espíritu.


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