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Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75)por Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6927-5
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CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

EL AMPLIO ALCANCE
DEL EVANGELIO DE JUAN

EL AMPLIO ALCANCE DEL EVANGELIO DE JUAN

Dios se hizo hombre con la intención de que el hombre le recibiera, que Dios mismo llegara a ser la vida del hombre y que el hombre le expresara. Éste es el mensaje del Evangelio de Juan.

Espero que usted no tenga el concepto superficial del evangelio que impera hoy en día. La enseñanza común es que nosotros somos pobres pecadores destinados al infierno, pero que Dios nos amó y envió a Su Hijo para que fuese nuestro Redentor. El Hijo entonces murió en la cruz, resucitó de los muertos y ahora está en el cielo. Nosotros debemos, por tanto, creer en Él para ser salvos, y algún día iremos al cielo y tendremos una buena vida por la eternidad. Si ésta es su perspectiva del evangelio, está desviado en lo que se refiere al significado.

LAS BUENAS NUEVAS

La palabra evangelio significa “buenas nuevas”. El evangelio según el Nuevo Testamento nos dice que Dios un día se hizo hombre, el hombre Jesús, y que Él vivió en esta tierra por treinta y tres años y medio. Piense en cuán restringido estuvo el Dios infinito al estar confinado en el hombre por tantos años. Él vivió en el hogar de un pobre carpintero, en un pueblo menospreciado. Después de treinta años salió a ministrar, no en un país muy vasto, sino en la Tierra Santa, una estrecha franja de tierra de tan sólo trescientas millas de largo por cien de ancho. Dios vivió en un pequeño país, en una pequeña ciudad y en un humilde hogar.

Luego, a la edad de treinta y tres años, fue a la cruz. Allí Él puso fin a la vieja generación, a la vieja creación y al viejo hombre, abolió la muerte y quitó todas las diferencias naturales. Cuando entró en la muerte, Él la conquistó y subyugó. En otras palabras, Él conquistó el poder de las tinieblas, al déspota Satanás. Así pues, entró en la muerte y emergió de ella en resurrección.

La carne y el espíritu

Fue en ese momento que se hizo el Espíritu vivificante. La Biblia usa la palabra griega traducida “se hizo” o “fue hecho” dos veces refiriéndose a esta persona maravillosa, quien en realidad era Dios. Él “se hizo carne” (Jn. 1:14) y anduvo aquí en la tierra. Luego fue hecho el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45). Él como Dios se hizo carne, y después, en Su condición de carne, fue hecho el Espíritu vivificante. El intervalo de tiempo entre estos dos acontecimientos en los que llegó a ser algo, fue de casi treinta y cuatro años.

La creación y la encarnación

En la eternidad pasada, antes de Génesis 1, sólo existía Dios. Luego, Él creó el universo, haciendo que éste existiera de la nada. Cuando Él dijo: “Haya...”, aquello llegó a existir. La Biblia no nos dice cuánto tiempo transcurrió entre la creación y la encarnación. Pero debemos saber que Dios primeramente hizo la creación de la nada y luego pasó por la encarnación, por medio de la cual se hizo uno con el hombre que Él había creado.

Un modelo de vida

La vida humana que Jesús vivió en esta tierra escapa nuestro entendimiento. Él estableció un modelo de la clase de vida que Dios desea. Dios no desea un vivir moral, ético ni religioso. Los cuatro Evangelios exhiben la vida de Dios mezclado con el hombre, una vida que expresaba a Dios. Este modelo de vida es llamado la verdad (Jn. 1:17; Ef. 4:21). Es la realidad de Dios manifestado en la humanidad.

Todo fue realizado

Después de establecer este modelo, Cristo pasó por la muerte y la resurrección para llegar a ser el Espíritu a fin de entrar en nosotros. Es únicamente como Espíritu que nosotros podemos recibirle. Después de la resurrección, Él ascendió a los cielos para asumir Su posición. Allí Él como hombre fue entronizado, coronado y hecho Señor y Cabeza sobre todas las cosas, y Él es quien descendió el día de Pentecostés y todavía está con nosotros.

Todo lo que Dios se propuso hacer ya ha sido realizado. No hay nada que haya quedado por hacer. ¿Cuándo nacimos de nuevo? Esto sucedió cuando Jesús resucitó. ¿Cuándo fuimos crucificados? Cuando Jesús fue crucificado. ¿Cuándo fueron producidas las iglesias locales? Esto no sucedió cuando empezamos a reunirnos en torno a la mesa del Señor, sino cuando Jesús resucitó de los muertos. En Su resurrección y ascensión la iglesia fue producida, y nosotros fuimos introducidos en los cielos.

No sólo Él ha realizado todo el propósito de Dios, sino que en Él se incluyen todos Sus logros. La encarnación está en Él. El vivir humano como un modelo está en Él. La muerte, la resurrección y la ascensión están en Él. El Espíritu vivificante está en Él. Él está compuesto de todo lo que ha logrado; Sus logros son componentes Suyos.

Cuando nosotros recibimos a este Cristo, recibimos la creación, la encarnación, el vivir humano, la muerte, la resurrección y la ascensión. Como tal, Él es una bebida todo-inclusiva. Beber de Él como Espíritu vivificante es beber del Dios Triuno procesado.

Éste es el alcance del evangelio; se extiende de la eternidad pasada a la eternidad futura.


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