Información del libro

Experimentamos a Cristo como las ofrendas para presentarlo en las reuniones de la iglesiapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1188-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 17 de 19 Sección 1 de 3

EL PUEBLO QUE SE REUNE

En el Antiguo Testamento, descubrimos un pueblo, un hombre colectivo, que tipifica la iglesia. Debemos prestar mucha atención a este pueblo. Desde la noche de la Pascua siguieron reuniéndose. Tenían la Pascua en sus casas, aunque no considero eso una reunión. En cierto sentido, era una especie de reunión familiar, pero no había ninguna pascua individual. La Pascua no era una fiesta celebrada por individuos. Se preparaba en las casas. El cordero pascual no era inmolado por un individuo, sino por una familia.

Después de la Pascua se congregaban, o sea que hacían una reunión. Inmediatamente después de la Pascua se congregaron como ejército y empezaron a luchar. Puesto que debían formarse como ejército, esta formación era la reunión de ellos. Después de celebrar la primera Pascua los hijos de Israel llegaron a ser un pueblo de reuniones. No solamente se congregaban diariamente, sino también en la mañana y en la tarde. Podemos preguntarnos: ¿Cómo podríamos reunirnos nosotros así? Si leemos Hechos 2 y 4, percibiremos ese ambiente o por lo menos esa aspiración. Creo que los tres mil y los cinco mil mencionados aspiraban a permanecer juntos día y noche. Las reuniones de los hijos de Israel es una de las primeras cosas que deben dejar en nosotros una profunda impresión. Ellos se convirtieron en un pueblo que se reunía. Dios obraba por medio de esas reuniones, y no hacía nada fuera de la congregación de su pueblo.

LA CONGREGACION DEL PUEBLO

Observemos que el pueblo reunido era una figura de la iglesia. ¿Qué es la iglesia? La iglesia es un pueblo que se reúne. Es la ekklesia, un pueblo que se separa para reunirse. Si no nos reuniésemos nunca, ¿donde estaría la iglesia? Sin reuniones, no hay iglesia. La iglesia es la asamblea de los creyentes. No es solamente las personas que se reúnen, sino también la reunión misma. Era posible que el pueblo no se congregase siempre, pero cuando lo hacía, indudablemente todos se hacían presentes.

ESPARCIDOS EN LA CAUTIVIDAD

Supongamos que dejamos de reunirnos y que no nos volvamos a congregar nunca. ¿Dónde estará la iglesia? Estaremos esparcidos. Si la iglesia está dispersa eso significa que está en cautividad. Cuando muchos santos faltan a las reuniones, me pregunto si estamos en receso o si fuimos esparcidos. Si somos dispersados y no volvemos a las reuniones, esto significa que fuimos capturados. No es mi intención ofender a nadie, pero debo ser franco y decir la verdad. Si uno falta a la reunión de la iglesia, se encuentra en cautividad.

En el transcurso de estos veinte años, me ausenté de las reuniones en muy pocas ocasiones. Cuando no estaba en la reunión, me sentía encarcelado. En ningún momento me sentí bien. Puedo decir que no estaba contento en casa mientras la iglesia se reunía. No es agradable quedarse en casa mientras la iglesia se reúne. ¿Cómo se siente uno cuando se queda en casa durante las reuniones? ¡Es un cautiverio! No salió de una reunión para volver luego, sino que fue llevado cautivo. Debemos ver lo que es la iglesia. La iglesia no es solamente un pueblo que se reúne, sino que también es la reunión de ese pueblo.

UNA VIDA DE REUNIONES

Hace poco dije en una reunión con las hermanas que la vida humana es vana y que la vida cristiana no tiene significado sin la vida de iglesia. Entonces ¿qué clase de vida tiene sentido? Ni la vida humana ni la vida cristiana, en cierto sentido. En la actualidad hay millones de cristianos en la tierra, pero muchos de ellos no llevan una vida que tenga significado. Aunque son creyentes, su vida cristiana no tiene sentido porque no experimentan la vida de iglesia.

Ahora debo añadir que la vida de iglesia es simplemente una vida de reuniones. La vida cristiana necesita la vida de iglesia, la cual es una vida de reuniones. La vida humana que uno lleva es vanidad. La vida cristiana necesita la vida de iglesia, y ésta debe ser una vida de reuniones. Si uno no se reúne, carece de la vida de iglesia, sin la cual la vida cristiana no tiene significado.

Si uno desea una vida llena de realidad, debe ser creyente. Pero aún siendo creyente, uno no puede obtener la realidad solo. Es cierto que Cristo es la realidad, pero esta realidad solamente la podemos alcanzar y experimentar plenamente en la vida de iglesia. Si uno carece de la vida de iglesia, no tiene la realidad de las riquezas de Cristo. Cristo no puede ser obtenido ni experimentado debidamente fuera de la iglesia. Por consiguiente, si uno no tiene una vida de iglesia, su vida cristiana no tiene objeto ni meta ni propósito. El propósito, la meta y el objeto de la vida cristiana es la iglesia. Debemos estar conscientes de que la iglesia es un pueblo que se reúne. La vida de iglesia es solamente una vida de reuniones. No hay duda al respecto. Los hechos son los hechos. Uno no puede decir que ha sido cristiano durante años y que no se reúne regularmente, sino que se queda solo en casa. En ese caso uno es un cristiano pobre. Pero ¡aleluya! Somos creyentes que disfrutamos a Cristo y lo experimentamos. ¿Cómo lo hacemos? Reuniéndonos con los demás santos. Nadie nos puede calificar de cristianos pobres, pues disfrutamos siempre al Señor Jesús con los santos.

Quisiera usar el ejemplo de unas bodas. Se espera que el día de las bodas sea el día más agradable de todos. El día que me casé fue muy agradable, pero los días de reuniones tienen otro sabor. El día en que tenemos una reunión agradable gustamos el sabor de la miel, y allí no hay nada de vinagre. Pero en muchos casos, el día de las bodas tiene miel y también algo de vinagre. La alegría de la boda no puede durar tanto como la alegría de las reuniones. En 1942 y 1943 tuvimos un avivamiento importante y aun ahora me llena de gozo recordar esas reuniones. Cuando pienso en las reuniones de Elden Hall en 1969 y 1970 me regocijo.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top