Living Stream Ministry

ESTORBOS QUE NOS IMPIDEN VIVIR A CRISTO

Quizás a usted le parezca que por muchos años ha oído hablar de vivir por Cristo. Incluso es posible que tenga el deseo de hacerlo. De hecho, es posible que una y otra vez haya intentado vivirlo a Él; pero sus esfuerzos han sido inútiles, por lo cual ha desistido por completo. ¿A qué se debe su falta de éxito?

¡Se debe a que estamos sepultados en una tumba que está cubierta por siete capas! La primera capa es la caída del hombre; y la segunda es nuestra vida natural. Después que el hombre fue creado, cayó; debido a la caída, él tiene su vida natural, con sus respectivas inclinaciones e intenciones. La tercera capa, que es la más gruesa, es la cultura humana. Vivir por la cultura en la cual nacimos es algo que hacemos muy naturalmente, pero vivir a Cristo nos parece una noción extraña. La cuarta capa es la religión, que también afecta a toda la humanidad. Ya sea que estemos muy aferrados a nuestra religión, como los musulmanes, o nos consideremos ateos, somos personas religiosas. La quinta capa es la ética y la moralidad. El concepto de moralidad está profundamente arraigado en nuestro ser. Ser amables y considerados con los demás es algo necesario en la sociedad humana; pero a fin de vivir a Cristo, debemos estar por encima de las consideraciones éticas. La sexta capa de nuestra tumba es nuestras virtudes, lo cual está estrechamente relacionado con la ética. Lo que nosotros consideramos virtudes pueden ser cosas que otros no consideren virtudes. Quizás nosotros apreciemos la paciencia, pero otros consideren la rapidez una virtud. Tal vez nos guste la humildad, pero otros piensen que la ambición es más deseable. Cualesquiera que sean nuestras virtudes, ellas constituyen una capa que cubre la tumba en la cual estamos sepultados. La última capa que cubre esta tumba es nuestra búsqueda espiritual. Buscar la santidad, la victoria y la espiritualidad puede ser una de las capas de la tumba que nos tiene sepultados y alejados del Cristo vivo.

LA ORACIÓN Y LA VISIÓN

A fin de salir de debajo de estas siete capas de nuestra tumba necesitamos orar. Pero ¿cómo debemos orar? Tal vez tomemos la resolución de vivir a Cristo y después empecemos nuestro día al orar: “Señor, ayúdame a amar a mi esposa hoy”. Esta actitud es algo que ayuda a la sociedad humana, pero es un completo estorbo que nos impide vivir a Cristo. Incluso si oramos: “Señor, queremos tener la mejor vida de iglesia”, esta oración también será un estorbo. Proponernos amar a nuestra esposa o mejorar la vida de iglesia, o querer lograr cualquier cosa, nos impide vivir por Cristo.

No ore por esto ni por aquello. Simplemente ore pidiendo que Cristo se infunda en usted. Ore a modo de contactarlo. Luego, con el paso de los días, y sin que se lo proponga, usted vivirá, actuará y se conducirá en el Espíritu. Entonces espontáneamente cumplirá Su mandamiento: “Andad por el Espíritu” (Gá. 5:16), y Cristo se expresará en su vivir. Todo su ser estará dirigido a su espíritu (Ro. 8:6). Teniendo su mente puesta en el espíritu, usted vivirá por Cristo. Esto es lo que Dios desea.

Vivir por Cristo es el pensamiento crucial en el cual se centra la economía de Dios. El Nuevo Testamento gira en torno al hecho de que el Cristo todo-inclusivo, quien es el Dios procesado, ahora mora en nuestro espíritu. Nosotros somos un solo espíritu con Él. Lo único que Él quiere que hagamos es que le vivamos. Tal vez nosotros queramos tener una vida de iglesia impresionante; pero si no vivimos por Cristo, el recobro aún seguirá vacío. El contenido del recobro es este vivir en el que nosotros vivimos por Cristo, este Cristo que es el Espíritu todo-inclusivo y el misterio de Dios.