Información del libro

Visión celestial, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0927-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 6 Sección 3 de 4

LA VISION ES NECESARIA

La visión es muy necesaria, y deberíamos orar mucho para obtenerla. No basta con aprender la forma en que debemos servir. Si sólo aprendemos a laborar, lo que aprendamos será tradicional y religioso. Ciertamente es positivo que aprendamos ciertas cosas, pero de todos modos, necesitamos la visión para que transforme lo aprendido en algo útil.

Quisiera animarlos a que oren al Señor pidiéndole que les revele ciertas visiones. Primero que nada, necesitamos la visión de Cristo. Todos necesitamos ver a Cristo, no simplemente tener conocimiento acerca de El. Además, necesitamos la visión de la iglesia, la visión del Cuerpo, la visión del yo y la visión del mundo. Con respecto al yo, necesitamos una visión que lo ponga en evidencia.

Podemos adquirir mucho conocimiento acerca de Cristo, la iglesia, el Cuerpo, el yo y el mundo; pero el simple conocimiento de estos asuntos no tiene mucho valor. Por ejemplo, una persona pecaminosa puede tener mucho conocimiento acerca del evangelio, y aún así, no ser salva. Solamente cuando el conocimiento del pecador se convierte en una visión, puede ser salvo. Lo que salva es la visión, no el conocimiento. Es posible que se le haya dicho cuán pecador es, y cuán maligno es su corazón, e inclusive otros pueden hacerle notar sus defectos, sin que tenga tal convicción. El puede saber mucho acerca de estas cosas, y aún así no ser salvo. Esto se debe a que aún no ha recibido la visión. Pero un día, la visión viene a él, y finalmente llega a ser salvo.

El principio es el mismo al escuchar acerca de Cristo, de la iglesia, del Cuerpo, del yo y del mundo. Sólo cuando poseemos la visión de todos estos elementos, obtenemos la realidad de lo que hemos escuchado. Una vez que tenemos la realidad, somos liberados.

LOS ASPECTOS DE LA VISION DE CRISTO

Examinemos ahora algunos aspectos de la visión de Cristo.

Cristo es el centro del plan eterno de Dios

Necesitamos la visión de Cristo para ver que El es el centro del plan eterno de Dios. Además, El es el centro de todo lo relacionado con Dios.

Cristo es la corporificación del Dios Triuno

Cristo es la corporificación misma del Dios Triuno (Col. 2:9). Aunque sabemos esto, reconocemos que hay una gran diferencia entre saber esto, y tener la visión de Cristo como la corporificación del Dios Triuno.

Cristo tiene la preeminencia en todo

Colosenses 1:15-18 revela que Cristo debe tener el primer lugar, la preeminencia, en todo.

Cristo es la esencia de nuestro andar diario

Necesitamos ver claramente que Cristo debe ser la esencia y substancia de nuestro andar diario. Esto quiere decir que la esencia de nuestra vida diaria no es la humildad ni la paciencia, amor, bondad, ni el buen comportamiento. Más bien, la esencia de todas estas virtudes debe ser Cristo mismo. La esencia de nuestra humildad, paciencia, amor, bondad y de nuestra buena conducta debe ser Cristo mismo. Todos necesitamos esta visión.

Si recibimos la visión de Cristo, nunca más animaremos a otros a esforzarse por ser humildes, pacientes, amorosos y bondadosos aparte de Cristo, ni les ayudaremos a ser buenos sin El. En lugar de esto, les ministraremos a Cristo, dándoles testimonio que El es la esencia y la substancia de nuestra vida diaria, que El es nuestra verdadera humildad, paciencia, amor, bondad y rectitud.

Cristo es la realidad de nuestro servicio

Cristo también debe ser la realidad de nuestro servicio y de nuestro ministerio. No importa qué servicio realicemos ni qué ministerio tengamos, la realidad de ese servicio y de ese ministerio debe ser Cristo. No debemos ministrar conocimiento, normas ni dones, solamente debemos ministrar a Cristo.

No es fácil ministrar solamente Cristo. Procuremos no ministrar conocimiento ni normas ni dones. Si tratamos de hacerlo, tal vez descubramos que no tenemos nada más que ministrar; pues nuestro ministerio está lleno de conocimiento, ceremonias y dones; así que si abandonamos estas cosas, no nos quedará nada para ministrar. Les insto a que pongamos a prueba nuestro servicio de ésta manera.

Cristo es la realidad de nuestro ministerio y servicio, lo cual implica que El es la realidad del evangelio. Cuando anunciamos el evangelio a los pecadores, debemos tener a Cristo como realidad del mismo. Esto significa que no debemos simplemente predicar el evangelio, sino que debemos anunciarlo con Cristo como su realidad. Cristo mismo es el evangelio, así que El debe ser el contenido de nuestra predicación.

Necesitamos la visión de Cristo como la realidad de nuestro ministerio. Sólo con esta visión podemos comprender que nuestro ministerio debe estar constituido de El. Si visito a un hermano para tener comunión con él, no sólo debo llevar el conocimiento de la Palabra, sino también a Cristo como la realidad de esa comunión. El conocimiento de la Palabra debe ser únicamente el medio o canal por el cual Cristo es impartido a este querido hermano.

El conocimiento, los formalismos y los dones sólo deben ser medios por los cuales impartimos a Cristo a los demás. Podríamos decir que tales cosas son la “envoltura” que se usa para “empacar” a Cristo; y así, en diversas presentaciones, ofrecemos el verdadero contenido que es Cristo. Supongamos que compra un diamante, el cual viene en un estuche, y a la vez, viene envuelto en papel de regalo. Ni el estuche ni el papel son la realidad del diamante adquirido. La realidad de la envoltura y del estuche es el diamante. Si uno se deshace de “la envoltura” y “el estuche”, tendrá el diamante. Sin embargo, en muchos “ministerios” de hoy; una vez que se elimina la envoltura de sus enseñanzas, sus prácticas y sus dones, no queda nada. No existe ningún diamante. Debido a que ésta es la situación, les insisto que necesitamos la visión de Cristo como la realidad de nuestro servicio y ministerio.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top