Predicar el evangelio en el principio de la vidapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3771-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Después de habernos arrepentido, debemos confesar nuestros pecados. Tenemos que confesar todos nuestros pecados delante de Dios. En 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda injusticia”. El perdón y la limpieza dependen de nuestra confesión. Tenemos que hacer una confesión completa. Alguien podría preguntar qué son los pecados. Es difícil contestar a esta pregunta. ¿Cómo podemos definir los pecados? El versículo 4 del capítulo 3 dice: “Todo aquel que practica el pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley”. ¿Qué es pecado? El pecado es infracción de la ley, es decir, es quebrantar la ley. Toda transgresión de la ley es pecado. En las Escrituras tenemos la ley, la cual no sólo incluye los Diez Mandamientos, sino también muchas ordenanzas y preceptos. Los Diez Mandamientos no nos dicen que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, pero esto forma parte de los preceptos de la ley; es parte de la ley. Si no amamos a los demás, estaremos quebrantando la ley. Esto es pecado. Toda clase de transgresión de la ley es pecado.
En los Diez Mandamientos hay un mandamiento que dice que debemos honrar a nuestros padres. ¿Ha honrado siempre a sus padres? No piensen que por ser una persona de edad avanzada estoy condenando a la generación más joven; no obstante, me doy cuenta de que la generación actual está mal en este asunto. Algunas veces los hijos adolescentes les dicen a sus padres: “Ustedes son demasiado viejos. No saben lo que es correcto; en cambio yo sí lo sé”. Esta clase de actitud para con los padres es pecado, por cuanto el pecado es la transgresión de la ley.
En los Diez Mandamientos hay otro mandamiento que nos dice que no debemos robar. Alguien podría decir que jamás roba a otros. Pero no creo que usted jamás haya robado nada; de hecho, creo que ha robado muchas veces. Muchos estudiantes roban las respuestas para aprobar sus exámenes. Algunos hijos incluso roban a sus padres. No necesito entrar en más detalles. Todos ustedes conocen estas historias mejor que yo. Todo ello es pecado. Cualquier infracción de la ley es pecado.
En 1 Juan 5:17a dice: “Toda injusticia es pecado”. La injusticia y la falta de rectitud es pecado. Si usted no es justo y recto, es pecaminoso. En este país, en el Lejano Oriente y en Europa, hay muchas personas que no son justas ni rectas cuando van al mercado. Siempre procuran obtener más de lo que realmente están pagando. Sólo les presento esta sencilla definición. Entonces, ¿qué es pecado? El pecado es la infracción de la ley, el pecado es toda injusticia. Todo lo que sea injusto, todo lo que no sea recto, es pecado.
A fin de ser creyentes apropiados en Cristo, tenemos que confesar todos nuestros pecados; tenemos que hacer una confesión completa. Tal vez usted no se considere una persona pecaminosa, pero si desea atender a esta necesidad, pase algún tiempo con el Señor. Ahora usted proclama que ha creído en Jesús, y ha tomado la decisión de recibir a Cristo. Esto es bueno. ¡Alabado sea el Señor! Puesto que es así, pase algún tiempo con el Señor. Considere todas sus relaciones: su relación con sus padres, con su esposa, con su esposo, con sus hijos y con sus compañeros de estudio, sus compañeros de cuarto, con sus amigos y sus familiares. Mientras usted considera todas estas relaciones, posiblemente el Espíritu Santo vendrá a usted y le dirá: “Tú estás mal con tus padres en esto. Hace diez años, tú no trataste bien a tu padre. Tampoco tuviste una actitud correcta con tus compañeros de estudio, con tus vecinos, con ese hombre y con aquel hombre”. Además, cuando muchos cristianos revisan todas las cosas materiales que poseen, descubren que tienen muchas cosas pecaminosas. Si queremos ser creyentes vivientes y apropiados en Cristo, tenemos que tomar medidas acerca de estas cosas, tenemos que confesar todos nuestros pecados delante de Dios.
Cuando vamos a ayudar a otros, tenemos que orar mucho. Nosotros mismos tenemos que limpiarnos por medio de la confesión. Entonces tendremos la base y la atmósfera apropiada para ayudar a otras personas a conocer su necesidad de ser limpiados por medio de la confesión. Por la gracia y la unción del Espíritu Santo, podremos ayudar a las personas a comprender que necesitan practicar esta clase de confesión. ¿Por qué tantos cristianos se encuentran en una condición de muerte? Debido a que tienen muchos pecados viejos; estos pecados viejos todavía permanecen dentro de ellos. Por lo tanto, tienen que confesar todas estas cosas para deshacerse de ellas. Todo creyente necesita hacer una confesión de todas las cosas pecaminosas delante de Dios, y efectuar una liquidación de lo que ha acumulado durante toda su vida.
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