Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La carga de este capítulo está contenida en los cinco puntos siguientes: (1) el propósito eterno de Dios; (2) Adán era el primer hombre; (3) Cristo es el segundo hombre; (4) la iglesia es el nuevo hombre; y (5) los vencedores son el hijo varón.
Como vimos en el capítulo 1, el propósito eterno de Dios es obtener un hombre corporativo que le exprese y le represente. Para expresar a Dios, este hombre necesita la imagen de Dios, y para representar a Dios, necesita la autoridad de Dios. Génesis 1:26 claramente nos dice que Dios creó al hombre a Su propia imagen, y le dio al hombre el dominio, la autoridad, para gobernar sobre todas las cosas. Para que este hombre pueda cumplir el propósito eterno de Dios, expresar a Dios con Su imagen y representar a Dios con Su autoridad, este hombre necesita la vida de Dios. Por tanto, Génesis 2 presenta el árbol de la vida (v. 9).
Los primeros dos capítulos de la Biblia usan tres palabras importantes relacionadas con el hombre: imagen, dominio y vida. El hombre fue creado a la imagen de Dios y se le confió la autoridad de Dios para que ejerciera domino sobre todos los seres creados, pero aun así necesitaba la vida de Dios. La intención de Dios, por tanto, era que este hombre corporativo le recibiera como su vida, para que éste viviera por medio de Él. Sin embargo, el hombre le falló a Dios. Él no tomó del árbol de la vida, sino que acudió al árbol equivocado, el árbol del conocimiento. Esto es, el hombre tomó el conocimiento y no a Dios como su vida.
En Génesis 2 el árbol de la vida es nada menos que Dios mismo, y el árbol del conocimiento no es sino Satanás mismo. Recibir la vida era recibir a Dios, pero recibir el conocimiento era recibir a Satanás. Hoy se aplica el mismo principio. Si tomamos la vida, esto significa que estamos recibiendo a Dios, pero si tomamos el conocimiento, podemos tener la certeza de que estamos recibiendo a Satanás. Dios es la fuente de la vida, mientras que Satanás es la corporificación de la muerte. Si tomamos a Dios, obtenemos vida. Si tomamos a Satanás, esto es, si tomamos el conocimiento, obtenemos muerte. El conocimiento trae muerte, y al obtener el conocimiento, el hombre fracasó.
El primer hombre fue un fracaso, pero Cristo vino como el segundo hombre. Estos dos términos, el primer hombre y el segundo hombre, se mencionan en 1 Corintios 15:45 y 47. El primer hombre fracasó, pero el segundo hombre tuvo un éxito rotundo, puesto que el segundo hombre mientras estuvo en esta tierra, día a día y hora tras hora constantemente tomaba al Padre como Su vida. En Juan 6:57 Jesús dijo: “Me envió el Padre viviente, y Yo vivo por causa del Padre”. El Hijo, Jesús, vino para vivir no por causa de Sí mismo, sino por causa del Padre. Él dijo: “No puedo Yo hacer nada por Mí mismo” (5:30) y “Las palabras que Yo os hablo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que permanece en Mí, Él hace Sus obras” (14:10). El segundo hombre vivió al tomar a Dios el Padre como Su vida. En esto Él fue exitoso, pero Él era uno solamente, un solo individuo. Él era el segundo hombre, pero todavía no era el hombre corporativo.
Dios necesita un hombre corporativo, un hombre compuesto de muchos hombres. Un solo hombre de manera individual no es adecuado para cumplir el propósito de Dios. Por tanto, este segundo hombre como grano de trigo fue multiplicado. Juan 12:24 dice: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. ¿Cómo puede multiplicarse un grano de trigo? No hay otra manera, sino caer en la tierra y morir. Después de la muerte, él crece, y al crecer se multiplica. De esta manera, un grano llega a ser muchos granos. Nosotros somos los muchos granos. Ahora todos los granos están siendo molidos y mezclados en la flor de harina para formar un solo pan. En 1 Corintios 10:17 se nos dice: “Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un Cuerpo”.
Este pan es el nuevo hombre. El segundo hombre se ha multiplicado y llegado a ser el nuevo hombre. En la Biblia se halla el primer hombre, el segundo hombre y el nuevo hombre. El nuevo hombre se menciona por primera vez en Efesios 2:15, que dice: “Aboliendo en Su carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz”. Jesucristo murió en la cruz para crear de dos pueblos, los creyentes judíos y los creyentes gentiles, un nuevo hombre. Efesios 4:24 nos dice que nos vistamos de este nuevo hombre. Vestirse del nuevo hombre simplemente significa que todos debemos entrar en la vida de iglesia. Vestirse del nuevo hombre es vestirse de la vida de iglesia. En la vida de iglesia somos muchas personas, aun así todos somos un solo y nuevo hombre. Además, el nuevo hombre tiene una persona maravillosa, que es Jesucristo. Somos el nuevo hombre, y Él es la persona del nuevo hombre.
Nunca debemos considerar que el nuevo hombre sea algo individual. Únicamente hay un solo y nuevo hombre en todo el universo. Ninguno es un nuevo hombre completo; todos somos simplemente miembros de este nuevo hombre. El nuevo hombre, que es la iglesia, es una entidad corporativa.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.