Información del libro

Llevar fruto que permanece, tomo 2por Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6315-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 28 de 11 Sección 2 de 6

ALUMBRAR A TODOS EN CUANTO AL MISTERIO
MANTENIDO EN SILENCIO DESDE TIEMPOS ETERNOS

El Nuevo Testamento habla de algo llamado “misterio”. Este misterio aparece por primera vez en Romanos como el misterio de Dios que se mantuvo en silencio desde tiempos eternos y que abarca en su totalidad el misterio escondido en el Nuevo Testamento. Este misterio estaba escondido en Dios desde la eternidad sin principio ni fin. Luego, este misterio que estaba escondido en Dios fue dado a conocer en las dos epístolas de Efesios y Colosenses para alumbrar a todos. Ahora podemos ver que este misterio tiene dos aspectos. Por un lado, Cristo es el misterio de Dios y, por otro, la iglesia es el misterio de Cristo (Ef. 3:4, 9; Col. 2:2; 4:3). Más aún, 1 Timoteo 3:16 también dice: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad”, Efesios 5:32 dice: “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”, y en 1 Corintios 2:7 también se menciona la “sabiduría de Dios en misterio”.

De los versículos anteriores sobre el tema del misterio, vemos que Cristo es el misterio de Dios. Sin embargo, quizás esto no nos parezca personal, puesto que el misterio de Dios sólo tiene que ver con la relación entre Cristo y Dios. En contraste, la iglesia como misterio de Cristo sí parece tener más relación con nosotros. Aun así, ello depende de si vivimos o no en la iglesia. Si no vivimos en la iglesia, este misterio tampoco tendrá mucho que ver con nosotros en términos prácticos; la iglesia será la iglesia, y nosotros seremos nosotros, y no habrá mucha conexión entre ambos. El gran misterio de la piedad mencionado en 1 Timoteo es un principio primordial, pero todavía es incierto en qué medida nosotros estamos relacionados con dicho misterio. La sabiduría en misterio mencionada en 1 Corintios 2 es un asunto aún más misterioso.

Hay otro versículo de la Biblia que habla sobre el misterio que estaba escondido en Dios. Este versículo es el más sustancial y práctico para nosotros. Es Colosenses 1:27, que dice: “A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Este versículo tiene dos versiones en los manuscritos antiguos. Uno dice “en vosotros”, y el otro, “en nosotros”. Tanto en vosotros como en nosotros son frases correctas porque Pablo habló de ambas maneras. Esto nos muestra que el misterio es tanto personal como sustancial para nosotros.

ESTE MISTERIO ESTABA ESCONDIDO
Y SE HALLABA IMPLÍCITO
EN LA CREACIÓN DE DIOS

Cristo era originalmente un misterio en Dios. Hoy en día, cuando Cristo como misterio entra en nosotros, llega a ser un misterio en nosotros. Esto es muy personal para nosotros. Este misterio se tardó cuatro mil años en ser forjado en nosotros y así llegar a ser el misterio que está en nosotros. Temo que algunos de ustedes nunca hayan oído hablar de esto. Transcurrieron cuatro mil años desde la época en que Dios creó a Adán hasta la encarnación del Señor Jesús. Cuando Dios creó a Adán, lo creó conforme a Cristo. El hecho de que Adán fuera creado a la imagen de Dios significa que él fue creado según Cristo, porque la Biblia dice que Cristo es la imagen de Dios (2 Co. 4:4; Col. 1:15). Por lo tanto, cuando decimos que el hombre fue creado por Dios conforme a Su imagen, queremos decir que el hombre fue creado por Dios conforme a Cristo. Esto nos muestra que este misterio se encontraba allí aun en Génesis 1.

Aunque algunos han estado en el cristianismo por muchos años, es posible que no hayan escuchado nada de esto. Que el hombre fuera creado conforme a la imagen de Dios es el hecho literal, pero su significado intrínseco es que Dios, al crear al hombre, lo hizo conforme a Cristo. Dios creó al hombre de esta manera porque Su intención era que éste contuviera a Cristo. Era necesario que el hombre fuese creado conforme a Cristo porque un día Cristo entraría en él y moraría en él. Cuando Cristo mora en un hombre, se siente cómodo y encaja muy bien, porque el hombre fue creado conforme a Él. Podemos usar como ejemplo una caja rectangular y un objeto redondo. Si ponemos el objeto redondo dentro de la caja, “se sentirá incómodo”; en cambio, si metemos algo que tenga el mismo tamaño y forma de la caja, éste se sentirá muy cómodo y encajará bien. Cuando Adán fue creado en Génesis 1:26, Dios hizo saber el significado intrínseco de Su misterio.

De Adán a Abraham transcurrieron dos mil años y de Abraham a Cristo transcurrieron otros dos mil años. Fue después de cuatro mil años que Dios se hizo carne. En el principio Dios creó al hombre conforme a Cristo, pero el hombre creado no supo cuál era el propósito de su existencia. Nadie sabía de esto, incluyendo a Adán, Moisés e incluso los ángeles. Solamente Dios lo sabía. Éste era un misterio escondido en Dios, un misterio que se mantuvo en silencio. Cuando Abraham apareció, Dios lo llamó y le dijo: “En tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra” (Gn. 22:18); sin embargo, aunque Abraham recibió esa promesa, él no sabía nada de esta descendencia ni tampoco sabía quién sería dicha descendencia.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top