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Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7391-3
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La urgente necesidad
es edificar la casa de Dios

Antes de hacer este viaje, no preveía que la urgente necesidad en cada lugar fuera la edificación de la casa de Dios. Con base en esta necesidad, los mensajes que di en Hong Kong fueron acerca de la edificación de Dios. El punto principal de mi comunión fue que los santos deben edificar la casa de Dios en cada localidad.

Los santos pueden testificar que ellos consideran la edificación de la iglesia local como casa de Dios, y tienen comunión en cuanto a esto. Hemos dado muchos mensajes acerca de esto. Sin embargo, después de visitar tantos lugares, mi sentir en cuanto a la edificación de la casa de Dios es aún más fuerte.

LA SITUACIÓN EN JAPÓN

El primer lugar que visitamos fue Japón. Después que llegamos, me di cuenta de que Japón es un país grande y moderno que tiene una numerosa población y muchos cristianos; sin embargo, la casa de Dios no está allí.

Las tres ciudades más grandes del mundo tienen aproximadamente la misma población. Tokio, Nueva York y Londres tienen cada una entre ocho y diez millones de personas. Si incluimos los suburbios, las áreas metropolitanas de Tokio, Nueva York y Londres tienen una población aún mayor. Aunque había visitado estas ciudades en el pasado, no me había interesado mucho en Tokio. Pero esta vez cuando estuvimos en Tokio, me sorprendió mucho ver que desde la mañana hasta la noche las calles están llenas de autos y de personas. A pesar de que Japón tiene una población muy grande y entre dos mil y tres mil misioneros, Dios no tiene una casa allí.

Mientras estuve allí, este sentir estaba constantemente en mí. Japón tiene tantas personas y tantos cristianos, pero Dios no tiene una casa. Muchos de los buscadores del Señor también sienten que no tienen un hogar. Los creyentes que se reúnen en otros grupos y los santos que estuvieron en nuestras reuniones nos preguntaron adónde debían ir, pues ellos se sentían sin hogar.

Hay grupos de cristianos que fueron establecidos por los creyentes japoneses locales, y hay grupos misioneros que fueron establecidos hace doscientos años por misioneros occidentales. Además de esto, hay de dos mil a tres mil misioneros occidentales que laboran diligentemente en Japón. Sin embargo, lo primero que los creyentes buscadores me preguntaron era adónde debían ir. Algunas veces les pregunté por qué ellos me hacían esa pregunta, y contestaban que no recibían mucho suministro ni ayuda donde se reunían. En otras palabras, no hay pastos donde pueden alimentarse. Ellos no tienen un hogar que pueda darles alimento.

No importa lo que hagan nuestros hijos ni adónde vayan a jugar, en un momento dado ellos dicen que es hora de ir a casa y comer. Hay un lugar donde ellos pueden descansar y disfrutar el alimento cuando tienen hambre y necesitan comer. Sin embargo, muchos santos no pueden decir que tienen un hogar donde pueden comer cuando tienen hambre ni pueden descansar cuando se sienten cansados. Sus necesidades no han sido atendidas.

LA SITUACIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ

Después de Japón fuimos a los Estados Unidos. Adondequiera que fuimos, de la costa oeste a la costa este, traté de entender la situación de los grupos cristianos. Nos quedamos en la ciudad de Nueva York por bastante tiempo y pensamos que si podíamos entender la situación en Nueva York, podríamos entender la situación en todo el país. La ciudad de Nueva York es representativa de los Estados Unidos, lo cual no sucede con otros lugares. Según mi observación, yo vi que un país tan grande como los Estados Unidos, que tiene miles de cristianos, no tiene una casa para los hijos de Dios.

Cuando estuvimos en San Francisco, asistí a la cruzada de un famoso evangelista. La cruzada ciertamente tenía la presencia del Señor, y muchas personas fueron salvas. Alguien dijo que más personas fueron salvas cuando este evangelista estuvo en Nueva York. Sin embargo, después de su salvación, los recién salvos son como niños recién nacidos que no tienen un lugar dónde crecer. En otras palabras, no hay un hogar para alimentar y cuidar a los niños recién nacidos.

Cuando estuvimos en Nueva York, no anunciamos nuestras reuniones, pero los creyentes, especialmente los creyentes chinos, querían asistir a nuestras reuniones. Después de escuchar los mensajes, ellos exclamaron diciendo que no tenían un hogar. Hay varios grupos cristianos entre los creyentes chinos; sin embargo, todos ellos dijeron que no tenían alimento. Ellos no tienen un lugar donde descansar; no tienen un hogar.

En resumen, la impresión que recibimos de nuestra visita es que los hijos de Dios no tienen un hogar. Ésta es la situación en los Estados Unidos y en Canadá. No contactamos a muchas personas en Canadá, pero hicimos una visita especial a un grupo muy conocido fundado por Oswald J. Smith. Mientras estuvimos allí, él estaba teniendo una reunión de avivamiento en otro lugar. El grupo es llamado la Iglesia del Pueblo. En los pasados cincuenta años, este grupo cristiano ha apoyado el porcentaje más grande de misioneros. Es un hecho conocido que ellos todavía sostienen a más de doscientos misioneros. Ellos se reúnen en una capilla pequeña, pero son muy celosos en el apoyo económico que brindan a los misioneros. Cuando estuvimos allí, estaban reunidas allí un grupo de hermanas, las cuales estaban orando.

La información que recibimos acerca de Canadá es que Canadá está desolado y no tiene reuniones grandes de cristianos. En los Estados Unidos hay evangelistas que atraen a grandes multitudes de personas para escuchar el evangelio. Pero en Canadá no parece haber ninguna actividad. Esto es un indicio de desolación.


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