Estudio-vida de Génesispor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-1420-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La vida de Enoc se caracterizó por el hecho de que él caminaba con Dios (Gn. 5:22, 24). No se nos relata que él laborara por Dios ni que hiciera proezas para Dios, sino que caminó con Dios. Esto es significativo. Si usted desea andar con una persona, debe amarla. Si usted no me cae bien, nunca andaré con usted. Primero usted me cae bien, luego lo amo, y entonces caminaré continuamente con usted. El hecho de que Enoc anduviera con Dios demuestra que amaba a Dios. El amaba el simple hecho de estar en la presencia de Dios. El Señor Jesús reprendió a la iglesia en Efeso porque ellos hacían muchas obras para Dios pero habían perdido su primer amor (Ap. 2:2-4). El Señor no quiere ver tantas buenas obras; El desea ver nuestro amor para con Dios. Suponga que una esposa lleva a cabo muchas buenas obras para su marido, sin estar nunca en la presencia de éste. Ciertamente el marido dirá: “No quiero que estés ocupada y apartada de mí. Quiero una esposa que esté conmigo todo el tiempo”.
Enoc caminaba con Dios. Si leemos cuidadosamente Génesis 5:21-24, veremos que Enoc empezó a caminar con Dios a la edad de sesenta y cinco años y siguió caminando con El durante trescientos años. El caminó con Dios día tras día durante un período de trescientos años. Finalmente, fue como si Dios le dijera: “Enoc, has caminado conmigo suficiente tiempo. Déjame traerte a Mí”. A muchos cristianos les fascina hablar del arrebatamiento y de la venida del Señor. ¿Se da cuenta usted de que el arrebatamiento exige que usted ame al Señor y viva en Su presencia? Debemos amar al Señor. “Señor Jesús, Te amo. Quiero vivir en Tu presencia. Quiero andar contigo porque Te amo”. Esta actitud de amor es la preparación, la condición y la base del arrebatamiento. ¿Por qué razón fue arrebatado Enoc? El fue arrebatado porque anduvo con Dios durante trescientos años. Enoc nos presenta un excelente ejemplo.
Noé siguió los pasos de Enoc y también caminó con Dios (Gn. 6:9). En realidad, él anduvo con Dios más de trescientos años. Por haber caminado Noé con Dios, recibió una visión de lo que Dios quería hacer en esa era. Noé recibió la visión del arca, mediante la cual ocho miembros del linaje caído fueron salvos. Así como Noé, nosotros no deberíamos actuar conforme a nuestro concepto. Todo lo que hacemos y toda nuestra labor debe concordar con la visión que recibimos al andar con el Señor. Al andar diariamente con el Señor, llegaremos a ver Su deseo, Su intención y Su voluntad. Entonces laboraremos y serviremos conforme al deseo de Dios, y no conforme a nuestros pensamientos. Noé disfrutó a Dios al andar con El.
Abraham fue más extraordinario que Noé. Como subrayamos en el estudio-vida de Romanos, Abraham recibió una infusión con la aparición del Dios de gloria. Mientras Abraham estaba en Ur de Caldea, el Dios de gloria se le apareció y lo atrajo (Hch. 7:2). Génesis nos revela que Dios se apareció a Abraham varias veces más (Gn. 12:7; 17:1; 18:1). Abraham no era un gigante de fe en sí mismo; él era tan débil como nosotros. El Dios de gloria se apareció a Abraham repetidas veces, e infundió en él Sus elementos divinos, lo cual le capacitó para que viviera por la fe de Dios. La experiencia de Abraham se parece a una batería que opera bien después de ser cargada, pero que necesita ser cargada cada cierto tiempo. Resulta muy interesante estudiar la historia de Abraham según las apariciones de Dios. Dios llamó a Abraham a salir de Ur de Caldea y le mostró el camino apareciéndosele repetidas veces. Como ya dije, cuando Dios llamó a Abraham a salir de Ur, no le dio un mapa ni instrucciones. Abraham anduvo conforme a las apariciones de Dios. Si las apariciones de Dios se producían en cierta dirección, Abraham simplemente se movía en esa dirección. De esta manera, Abraham disfrutó de las riquezas de Dios.
Además de experimentar las apariciones de Dios, Abraham invocaba el nombre del Señor (Gn. 12:7-8). Isaac, el hijo de Abraham, y Jacob, su nieto, también invocaban el nombre del Señor. Puesto que estas tres generaciones eran la misma, Dios fue llamado el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Esto significa que Dios es el Dios de Su pueblo, el cual vive según la aparición de Dios e invoca Su nombre. Mientras Abraham vivía según la aparición de Dios e invocaba el nombre del Señor, lo disfrutaba a El como el árbol de la vida. Génesis 18 nos dice que Dios se apareció a Abraham mientras éste estaba sentado a la entrada de su tienda, y permaneció con él como medio día, y hasta comió con él. De manera que la Biblia dice que Abraham fue llamado amigo de Dios (Jac. 2:23). En Génesis 18, Dios y Abraham conversaron y comieron juntos como amigos.
Indudablemente todos nosotros deseamos disfrutar así al Señor. No obstante, nuestra porción actual es mucho mejor que la experiencia de Abraham mencionada en Génesis 18. En Apocalipsis 3:20 el Señor Jesús toca a la puerta. Si alguien oye Su voz y abre la puerta, el Señor entra en él y cena con él. Día tras día, podemos tener un banquete con el Señor. Abraham cenó con el Señor durante aproximadamente medio día, pero nosotros podemos tener un continuo banquete con El. Podemos encontrarnos con el Señor al desayuno, al almuerzo y a la cena. Nuestra porción es más elevada y más rica que la de Abraham.
Abraham disfrutó a Dios como el árbol de la vida. ¿Qué es el árbol de la vida? El árbol de la vida es la provisión de vida que sustenta nuestra vida en la presencia de Dios. Abraham disfrutaba a Dios de esa manera.
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