Vencedores que Dios busca, Lospor Watchman Nee
ISBN: 978-0-7363-0651-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-0651-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Es posible que los que tienen suelo poco profundo aún deseen tener raíces profundas, pero hay piedras que estorban. Hay rocas donde están las raíces. Por fuera parecen ser similares a otros suelos; como otros, están llenos de polvo y lodo, pero por dentro hay pecados escondidos y el yo. Por fuera, se ven como los demás. Ellos oyen y hablan como los demás, pero en los lugares escondidos, hay grandes rocas que estorban. Por esto no pueden tener profundidad. ¿Qué son los rocas? En la Biblia las rocas tienen muchos significados. Mencionaré solamente uno: el corazón endurecido. Si usted desea ser espiritual, no puede tener un corazón endurecido. Muchas personas nunca han recibido un revés en sus deseos, y su yo nunca ha sido quebrantado. Pueden decir mucho acerca de la voluntad de Dios y dar muchos razonamientos. Tienen sus propias ideas acerca de la voluntad de Dios. Siempre dicen: Yo creo que las cosas se deben hacer de esta manera. Dios todavía no ha destruido la sabiduría de ellos, ni les ha quebrantado la voluntad. Todavía siguen maquinando y planeando; pero debido a que hay rocas bajo la superficie, no pueden descender muy profundo. Hermanos y hermanas, siendo francos, no podemos tener un verdadero progreso espiritual a menos que permitamos que Dios nos parta. La cruz es la única fuente de progreso. Si Dios no nos parte, nunca seremos útiles. El debe quebrar las rocas que yacen debajo de nosotros, de lo contrario no tendremos profundidad. Solamente hay una clase de personas que podrá echar raíces profundas: aquellos que son dóciles como un niño y temen y tiemblan ante la palabra de Dios. ¡Desafortunadamente, una incontable cantidad de personas tienen que pensar antes de tomar una decisión ante una orden de Dios! Ellos piensan que el mandato de Dios requiere discernimiento y selección. Gracias al Señor que hay muchos que han obedecido con sencillez. Damos gracias al Señor porque hay muchos a quienes solamente les importa “quién” da la orden y nunca preguntan “por qué” antes de obedecer. Hermanos y hermanas, un corazón desobediente es una roca. Que Dios haga resplandecer Su luz sobre nosotros, para que veamos cuán grandes son las rocas que tenemos dentro.
Las rocas no solamente son el yo; también son pecados escondidos. En la vida de uno, por lo general hay un pecado que no ha sido eliminado debido a que cuesta mucho dejarlo, y uno lo deja allí y se niega a soltarlo. Si lo dejamos intacto, no recibiremos las riquezas espirituales ni descenderemos a las profundidades. Por consiguiente, es menester deshacerse por completo de todos los pecados. Aquellos pecados escondidos se tienen que eliminar completamente. Si usted no hace frente a los pecados escondidos y al obstinado yo, sus raíces nunca serán profundas.
Hermanos y hermanas, ¿cuántas cosas le ha indicado Dios? ¿Están dispuestos a acudir al Señor? ¿Está usted peleando y se niega a rendirse? Quizá hay un problema entre usted y Dios. Posiblemente haya visto lo que Dios desea y esté debatiendo con El. Esto es lo que el Señor desea mostrarle. Si uno desea sinceramente servir al Señor y adquirir la verdad, esas pedregales deben ser eliminados, pues de lo contrario, la tierra será superficial, y las raíces no tendrán profundidad. Si uno no puede deshacerse de los pecados escondidos, del obstinado yo y de las opiniones que expresa, tales como “no quiero” y “no lo haré”, nunca adquirirá poder espiritual. Si hay un problema entre usted y Dios, será imposible que la tierra tenga profundidad y que las raíces lleguen muy abajo. Damos gracias al Señor porque a pesar de todo esto, El puede hacer Su obra. Nuestro corazón está endurecido, pero el Señor puede transformarlo. Sé que muchas personas han sido heridas antes por Dios, pero también sé que hay muchos que son bastante obstinados. De todos modos, si el Señor puede quebrantar a otros, también lo puede quebrantar a usted. Si El se pudo sentar sobre un asno que nadie había montado antes, cuando entró en Jerusalén, El se puede sentar en usted también. Aquellos que conocen saben que es muy difícil montar un asno que nadie ha montado. Pero el Señor lo hizo. El pudo sentarse en aquel asno, sin peligro alguno, y entrar en Jerusalén. De la misma manera El se puede montar sobre usted. Por obstinado que usted sea, el Señor puede quebrantarlo. Usted puede orar hoy sinceramente diciendo: “Señor, yo soy muy duro por dentro. Muchas veces me aferro a mis propios deseos e insisto en mis propias opiniones. Por eso muchas veces he sido muy superficial. Por favor, quebrántame”. No sabemos cuán superficial es nuestra vida delante de Dios. Si permitimos que El quebrante nuestro corazón endurecido, si no somos guiados por nuestros sentimientos ni nuestras circunstancias, y si le pedimos a Dios que nos dé una vida escondida, podremos avanzar. Si tomamos la cruz cada vez que se nos presente en el camino, tendremos cada vez más profundidad de tierra.
Aunque mencionamos otros dos pasajes de las Escrituras, no los discutiremos en detalle aquí; solamente los tocaremos brevemente pues creo que he presentado lo que deseaba compartir. Examinemos estos pasajes para completar lo que nos falta. En Oseas 14 se menciona el Líbano en tres ocasiones: primero, en contraste con el lirio; luego, en contraste con el olivo; y por último, en contraste con la vid. El Líbano se menciona repetidas veces porque es una especie de cedro común en el Líbano. Los cedros son árboles altos cuyas raíces son profundas. Muy pocos árboles tienen las raíces tan profundas como el cedro. La Biblia considera los cedros del Líbano como los más grandes del mundo. Ellos representan a aquellos que tienen raíces profundas. No le dé mucho valor a lo que el mundo le diga, porque la Biblia nos muestra que el Señor sólo se complace en aquellos que tienen raíces profundas.
En este pasaje el Señor presenta primeramente un contraste entre el Líbano y el lirio; en segundo lugar, hace un contraste entre el Líbano y el olivo; y en tercer lugar, contrasta el Líbano con la vid. ¿Por qué el Señor hace un contraste entre el Líbano y el lirio? Porque el lirio es muy atractivo. Los cristianos no deberían tener flores de las que crecen en los jardines, sino de las que crecen en el valle. Los lirios crecen en el desierto, no en las casas; no necesitan que ningún jardinero los cultive, pues son sustentados con el agua del cielo; son cultivados y sustentados directamente por Dios. La belleza del lirio radica en que se halla en el desierto, ante Dios. Oseas 14:6 también dice que la gloria de Israel será como el olivo. Según entiendo , el olivo no tiene ninguna belleza. Sería más lógico decir que su belleza será como una hermosa flor. No parece tener mucho sentido decir que su belleza será como el olivo. Sin embargo, la belleza de Dios no está en la apariencia sino en el fruto. Sabemos que del olivo se extrae aceite; es un árbol que produce el fruto del Espíritu. La belleza del olivo está en su fruto, el cual tipifica el Espíritu. Esto es algo interno, y no es algo que sea visible delante de los hombres. Más adelante, dice que Israel crecerá como la vid. ¿Han visto ustedes florecer una vid? En mi casa hemos tenido una vid desde que yo era joven. Pero nunca he visto que se ponga flores de la vid en un florero, ni he visto una vid florecer. A menos que uno busque cuidadosamente, no puede encontrar los botones; ellos son muy pequeños, y antes de retoñar completamente, se convierten en racimos de uvas. ¿Por qué no se habla de flores de durazno o de ciruelo, en lugar de flores de la vid? La razón es que nuestra flor no tiene como fin desplegar belleza, sino llevar fruto. Hay tres clases de flores. Unas solamente se usan para decoración, como por ejemplo, el crisantemo; otras decoran y también llevan fruto, como el ciruelo; la tercera clase sólo lleva fruto, como los retoños de la vid. Dios no desea que seamos como las flores del ciruelo ni como el crisantemo que sólo se usan para ornamentar. Dios solamente exige que tengamos raíces que desciendan a lo profundo. El Líbano se menciona tres veces, y tres veces se nos dice que nos ocupemos de la vida escondida. Esto es crítico. Tal vez una vida que lleve fruto espiritual no luzca muy bien; la oración no es algo que sirva de decoración. Sin embargo, vivimos para Dios, y si a El le parece bien, eso basta.
Hallamos un pasaje similar en Cantar de cantares 4:12, donde dice: “Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada”. Un huerto cerrado significa que no es público; no es un huerto al que todo mundo tenga acceso. Por el contrario, es un huerto cerrado, reservado específicamente para alguien. Las flores de nuestro huerto son apartadas para Cristo y no son para nadie mas. Nadie puede verlas. Hay una diferencia entre fuente y un pozo. Este es hecho por el hombre, mientras que aquélla es natural. Abraham excavó pozos. Cuando sus siervos encontraban una fuente, el hacía un pozo. Sin embargo, una fuente es natural, pues el hombre no la labró. El Señor dice que somos un huerto cerrado y que no estamos abiertos continuamente; la única ocasión en que estamos abiertos es cuando nos abrimos al Señor. También somos un pozo sellado. Un pozo se cava es para el uso del hombre; aún así, este pozo está limitado por el Señor y sellado para Su uso exclusivo. La fuente representa lo que recibimos de Dios, el gozo que recibimos de El. El pozo se relaciona con el hombre, y la fuente, con Dios. Ninguno de ellos se pueden mostrar adrede; están sellados. Todas las experiencias que tenemos acerca de la oración las debemos ocultar, y no hacerlas públicas. Aun la parte que es para el hombre, se debe esconder. En síntesis, todas las cosas buenas que poseemos deben encerrarse bajo llave porque son del Señor.
Lo que hemos presentado se relaciona sólo con la acción de “descender”. No tenemos ninguna otra meta que permitir que la cruz haga en nosotros una obra profunda. Hermanos y hermanas, en nuestro medio hay demasiada cosas superficiales y externas; muchas cosas crecen por fuera, visibles y sobre la superficie, a la vista del hombre. Hay una gran escasez de tener una vida secreta ante Dios. Lo que Dios busca hoy y lo que le interesa es nuestro corazón, es que tengamos una vida secreta con El, que no sea visible al hombre. La vida que Dios desea es como la de una hermana, una vida que se relega a un segundo plano. Dios no tiene la intención de que lo saquemos todo a la luz sin dejar nada escondido o secreto. Que Dios nos conceda la gracia para aceptar lo que El exige y no seguir en la misma condición. Pidámosle a Dios y permitámosle que nos conceda un verdadero quebrantamiento para que podamos seguir en el camino que tenemos por adelante.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.