Información del libro

Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0342-2
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Actualmente disponible en: Capítulo 19 de 65 Sección 3 de 3

V. AL SER CONFIRMADOS EN LA FE
ABUNDANDO EN ACCIONES DE GRACIAS

El versículo 7 concluye con las siguientes palabras: “Confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”. Aquí “en la fe” significa en nuestra fe, esto es, la fe subjetiva con la cual creemos. Si estamos distraídos de Cristo y prestamos atención a cosas que lo reemplazan, nuestra fe será debilitada, e incluso podrá ser sacudida; pero si permanecemos en Cristo y somos sobreedificados en la iglesia, nuestra fe será fortalecida.

Los que disienten y llegan a abandonar la vida de iglesia, experimentan un debilitamiento en su fe. Aunque externamente proclamen que tienen una comunión agradable con el Señor, interiormente su fe ha disminuido. Cuando están solos, quizás se pregunten qué está pasando en lo profundo de su ser. Las dudas los invaden, y en su interior saben que han perdido la comunión que disfrutaban con el Señor. Debido a que tienen tantas dudas y preguntas, no pueden ser confirmados en su fe. En cambio, los que permanecen en Cristo y en la iglesia tienen una fe sólida y una certidumbre firme.

Hemos mencionado que “la fe” del versículo 7 se refiere a nuestra fe, es decir, a la fe subjetiva con la cual creemos. ¿Por qué menciona Pablo “la fe” en lugar de decir “nuestra fe”? La respuesta es que él considera la fe como nuestra fe, y nuestra fe como la fe. La fe no necesita ser confirmada, pero nosotros sí; por eso, necesitamos ser confirmados en nuestra fe. Esto significa que nuestra fe debe convertirse en la fe y que la fe tiene que ser nuestra. Somos confirmados en nuestra fe, la cual es la fe.

La manera de ser confirmados en la fe es abundar en acciones de gracias. Cuando estamos bien con el Señor y en comunión con Él, nos sentimos llenos de agradecimiento; pero cuando no estamos bien con Él, no podemos dar gracias. Si usted preguntara a los que disienten si abundan en acciones de gracias, esto cerraría sus bocas. Si decimos que tenemos buena comunión con el Señor pero no podemos darle gracias, entonces nuestra afirmación es falsa.

En este versículo las palabras “abundando en acciones de gracias” están relacionadas con “ser confirmados en la fe”. Esto indica que el hecho de ser confirmados en la fe depende de si abundamos en acciones de gracias. Si hacemos algo en comunión con el Señor, estaremos llenos de acciones de gracias. Sin embargo, si hacemos algo fuera de Él, no podremos darle gracias. Por ejemplo, ¿puede usted dar gracias al Señor cuando participa en algún entretenimiento mundano? Puede afirmar que está feliz, pero no puede sinceramente darle gracias al Señor. Algunas veces parece que podemos dar gracias al Señor por cierta cosa, pero después de poco tiempo, nos arrepentimos de aquello mismo por lo cual dimos gracias. No debemos engañarnos a nosotros mismos. Al contrario, debemos preguntarnos si abundamos en acciones de gracias. Si es así, entonces estamos siendo confirmados en la fe.

VI. ANDAR EN ÉL

Otra forma de experimentar a Cristo como el misterio de Dios es andar en Él (2:6). De la manera que hemos recibido a Cristo, debemos andar en Él. En este contexto, andar significa vivir, actuar, conducirnos y ser. Debemos andar, vivir y actuar en Cristo para poder disfrutar de Sus riquezas, así como los hijos de Israel vivieron en la buena tierra, disfrutando de todo su rico producto.

En nuestra experiencia Cristo debe ser la buena tierra en la cual vivimos y andamos. Esto no debe ser una simple doctrina para nosotros. Debemos orar: “Señor, quiero vivir y andar en Ti. Señor, te ruego que seas la buena tierra para mí en mi experiencia, y que cada aspecto de mi vida diaria esté en Ti”.

VII. NO SER ENGAÑADOS
NI SER LLEVADOS CAUTIVOS

En 2:4 Pablo dice: “Esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas”, y en el versículo 8 añade: “Mirad que nadie os lleve cautivos por medio de su filosofía y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Si hemos de experimentar a Cristo como el misterio de Dios, debemos estar atentos para no ser engañados y llevados cautivos, lejos de Él. No debemos dejarnos distraer por nada que reemplace a Cristo; más bien, debemos permanecer en Él. Mientras permanezcamos en Cristo, permaneceremos también en la iglesia. Cristo debe ser nuestra única base, nuestra única posición sobre la cual permanecemos firmes.

En los últimos años algunos santos fueron distraídos por tomar otras cosas como base, en lugar de tomar a Cristo. No es cuestión de si éstas eran correctas o no; el hecho es que fueron usadas como base, en lugar de Cristo. Cristo debe ser nuestro único enfoque; no debemos permitir que nada le reemplace, por más correcto y bíblico que sea. Si le damos importancia a algo que no es Cristo mismo, seremos engañados y llevados cautivos, y de esta manera nos convertiremos en los colosenses de hoy. Todo aquel que haya sido engañado y apartado de Cristo, debe recibir la exhortación que Pablo hace en este libro y regresar al Cristo todo-inclusivo. ¡Que todos le experimentemos a Él como el misterio de Dios!


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