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Conocimiento de la vida, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-917-7
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Actualmente disponible en: Capítulo 7 de 24 Sección 1 de 4

II. ¿QUE ES LA REGENERACION?

Según las Escrituras, ser regenerado significa nacer del Espíritu (Jn. 3:3-6). Antes, nuestro espíritu estaba muerto, pero en el momento en que creímos, el Espíritu de Dios vino y tocó nuestro espíritu; así, nuestro espíritu obtuvo la vida de Dios y fue vivificado. De esta manera nacimos del Espíritu de Dios, aparte de nuestro primer nacimiento, que fue natural. En pocas palabras, ser regenerado significa nacer de nuevo, nacer de Dios (Jn. 1:13) o nacer aparte de nuestra vida humana original para obtener la vida de Dios.

Ser regenerado significa nacer de nuevo. ¿Por qué usamos la expresión “nacer de nuevo”? Al principio, nacimos de nuestros padres; pero ahora nacimos otra vez, esta vez de Dios; por tanto, esta experiencia se llama nacer de nuevo. El hecho de nacer de nuestros padres nos hizo obtener la vida humana, mientras que nacer de Dios nos proporciona la vida de Dios. Por lo tanto, los que hemos sido regenerados tenemos la vida de Dios además de la vida humana.

Así que, debemos ver claramente que ser regenerado es nacer de Dios, o sea, poseer la vida de Dios además de nuestra vida humana original. Aparte de nuestra vida original, Dios pone Su vida en nosotros. Esta es la regeneración.

III. ¿COMO PODEMOS SER REGENERADOS?

¿Cómo puede un hombre ser regenerado? Para decirlo en pocas palabras, el Espíritu de Dios entra en el espíritu del hombre y pone allí la vida de Dios; de esta manera el hombre es regenerado.

¿Cómo puede entrar el Espíritu de Dios en el espíritu del hombre? Cuando un hombre escucha el evangelio o lee las Escrituras, el Espíritu de Dios obra en él y hace que se dé cuenta de que ha pecado y es corrupto; así que, es convencido de pecado, de justicia y de juicio (Jn. 16:8). Cuando el hombre ve que es pecador, cuando reconoce su corrupción y está dispuesto a arrepentirse, entonces el Espíritu de Dios le muestra que el Señor Jesús es su Salvador, y que El murió en la cruz y derramó Su sangre para la remisión del pecado. Entonces el hombre cree automáticamente en el Señor y lo recibe como su Salvador. Cuando recibe al Señor como su Salvador, el Espíritu de Dios entra en el espíritu de él y pone allí la vida de Dios, regenerando así al hombre.

Así que, desde el punto de vista del Espíritu de Dios, lo que nos hace ser regenerados es la entrada del Espíritu de Dios en nuestro espíritu para poner en él la vida de Dios. Desde nuestro punto de vista, somos regenerados, lo cual significa que obtenemos la vida de Dios además de nuestra vida original al arrepentirnos, creer y aceptar al Señor Jesús como nuestro Salvador.

IV. LOS RESULTADOS DE LA REGENERACION

Los resultados o logros de la regeneración pueden clasificarse brevemente en tres grupos:

1) La regeneración hace de los hombres hijos de Dios. Puesto que la regeneración significa nacer de Dios, automáticamente da por resultado que los hombres sean hijos de Dios (Jn. 1:12, 13) y que tengan una relación de vida con Dios. La vida que se obtiene de Dios por medio de la regeneración hace que los hombres puedan ser hijos de Dios; esta vida también es la autoridad para que los hombres sean hijos de Dios. Tales hijos de Dios, que tienen la vida y naturaleza de Dios y que pueden ser semejantes a Dios, pueden cumplir el propósito que Dios tenía al crear al hombre.

2) La regeneración hace del hombre una nueva creación. Una nueva creación es lo que contiene los elementos de Dios. Cuando algo contiene los elementos de Dios, es una nueva creación. En la vieja creación, no hay ningún elemento de Dios. En nuestra condición original los seres humanos no tenemos ningún elemento de Dios; por eso, somos la vieja creación. Nos convertimos en la nueva creación sólo cuando el elemento de Dios se añade a nosotros. Esto es lo que la regeneración ha realizado en nosotros. La regeneración hace que recibamos la vida de Dios y Su elemento mismo, haciéndonos así una nueva creación (2 Co. 5:17). Esta nueva creación es la cristalización de la mezcla de Dios con el hombre, y es lo más maravilloso del universo: tiene los elementos divinos y también los humanos, es tanto hombre como Dios y es semejante al hombre y también a Dios.

3) La regeneración une al hombre con Dios en una sola entidad. No sólo permite que el hombre obtenga la vida de Dios y Sus elementos, sino que también sea uno con Dios. Por medio de la regeneración, Dios el Espíritu entra en el espíritu del hombre, uniendo al hombre con El como un solo espíritu (1 Co. 6:17). Así Dios hace que el hombre entre en la relación más profunda con El mismo, que llegue a ser uno con Dios mismo.

En conclusión, la regeneración se produce cuando el Espíritu Santo, al nosotros creer en el Señor Jesús, pone en nuestro espíritu la vida de Dios y nos hace nacer de Dios, nos hace hijos de Dios, y nos une a Dios como una sola entidad en la nueva creación.


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