Ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0428-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Debemos aprender a tomar la oportunidad para ministrar la santa Palabra. No importa cuán espontánea sea su manera de comportarse, usted debe aprovechar el tiempo para ministrar algo de la santa Palabra. Al hablar con aquella mujer, parece que la hermana no le ministró nada de la Palabra. Sin embargo, la mujer respondió diciendo que no rechazaría al Señor Jesús. Además, ella estaba dispuesta a recibir todo lo que la hermana le dijera. Por medio de estos dos puntos podemos comprender que esta mujer ya había recibido algo. Fue sabio no hacer más en aquella ocasión. Sin embargo, en la mayoría de los casos, debemos aprovechar la oportunidad para ministrar algo de la Palabra a quienes visitemos. No debemos hacerlo muy rápido, sin embargo, tampoco debemos desperdiciar nuestro tiempo. Debemos ministrar algo de la santa Palabra a ellos con respecto a Cristo, con respecto a Dios y con respecto a la salvación de Dios. Por una parte, debemos ser muy espontáneos, muy comunes y muy humanos, sin dar a la gente ninguna impresión de que estamos promoviendo algo. Por otra parte, debemos aprender a aprovechar el tiempo con destreza para hablar algo de la Palabra, aun si sólo dura unos cuantos minutos. Siempre es mejor usar un versículo de la Biblia. Debemos impartir este versículo en las personas a quienes visitamos para cumplir con nuestro propósito principal.
Si tenemos la carga de ayudar a tales personas a saber que todos sus pecados han sido perdonados, debemos esperar el tiempo apropiado y luego abrir la Biblia a un versículo que hable del perdón de Dios. Luego podemos ministrar tal versículo a estas personas. Esto no es fácil, así que todos tenemos que aprender por medio de practicar. Debemos aprovechar el momento oportuno, ministrar el versículo apropiado y ministrarlo de una manera breve pero que los impresione profundamente.
Escoger un buen versículo que hable del perdón de Dios no es difícil, pero aplicar tal versículo adecuadamente requiere destreza. Hechos 10:43 dice: “De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”. Para aplicar este versículo, usted podría primero pedir que el nuevo creyente lo leyera. Cuando él lea las palabras “todos los que en él creyeren”, usted debe preguntarle: “¿Todos los que hacen qué?” Deje que él diga: “Que creen”. Entonces en seguida usted puede preguntarle: “¿Ha creído usted?” Tal vez él responda: “Sí, anoche creí”. Haga que siga leyendo: “Que en él creyeren”. Verifique con él palabra tras palabra: “¿Ha creído en El? El se refiere a Cristo el Salvador. ¿Ha creído en El?” Ciertamente dirá: “Sí, he creído en El”. Tal vez usted le pregunte: “Entonces, ¿qué pasará?” y deje que siga leyendo: “Todos los que en él creyeren, recibirán”. Después, usted le pregunta: “¿Recibirán qué?” Y él lee: “Recibirán perdón”. Usted le pregunta: “¿Perdón de qué?” Y él contesta: “Perdón de pecados”. Mientras esté leyendo, usted puede seguir su lectura y preguntarle acerca de cada palabra. Luego, tal vez usted le pida que lea todo el versículo. Esto lo impresionará con alguna palabra viva de la Biblia. Después de que usted ha aplicado este versículo, usted puede preguntarle: “Y ahora, ¿qué de sus pecados?” Tal vez él le diga: “Mis pecados han sido perdonados”. Usted le pregunta: “¿Cómo sabe esto?” El le dirá que el versículo dice esto.
Meramente leerles a los nuevos creyentes no funciona muy bien. Debemos desarrollar nuestra habilidad de tal modo que podamos hacer que un versículo sea impartido en ellos. Esto es como clavar un pedazo de madera a otra cosa. Debemos clavarlo adecuadamente; de otro modo se saldrá solo. Debemos desarrollar la habilidad de impartir un versículo en alguien de una manera perfecta y completa. Esto cautivará a los nuevos creyentes, y nunca se escaparán porque tal versículo estará en ellos. Es por esto que soy muy repetitivo en mi hablar. Cuando hablo algo, lo digo una y otra vez para que esto cause impresión en los que escuchan, de modo que nunca lo puedan olvidar. Muchas veces hablo de una sola cosa desde muchos ángulos diferentes.
No piensen que ir a los hogares de otros y tener reuniones de hogar con ellos es algo fácil. Primero debemos aprender a ser espontáneos, y en segundo lugar, debemos aprender a aprovechar la oportunidad para ministrar algo de la Palabra a las personas con quienes tenemos contacto.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.