Información del libro

Vida y la edificación como se presentan en Cantar de los cantares, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2853-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 16 Sección 3 de 4

UNA VOLUNTAD SUMISA

Ahora llegamos al capítulo 4, el cual es la continuación del capítulo 3. La primera pregunta que se hizo acerca de la buscadora mientras ésta salía del desierto, no la contestó el Señor mismo, sino alguien más. Luego, en el capítulo 4, el Señor nos da Su respuesta. “¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! ¡Tus ojos son como palomas en medio de tus guedejas! Tus cabellos, como manada de cabras que bajan retozando las laderas de Galaad” (4:1). El Señor habla de su belleza, la cual se aprecia en sus ojos, pero ahora se menciona algo más. Sus ojos de paloma están en medio de sus guedejas. Creo que todos sabemos lo que son las guedejas. Las guedejas se refieren al cabello ensortijado, el cabello puesto en orden. Su cabello no está despeinado. Su belleza no sólo se ve en sus ojos, sino en sus ojos en medio de sus guedejas. Si nuestro cabello está despeinado, no podremos tenerlo ensortijado. El cabello necesita ser sometido a cierta disciplina, es decir, necesita ser peinado de cierta manera para que esté ensortijado.

En este versículo, aprecio mucho la puntuación de la versión en inglés King James, ya que después de la palabra guedejas, añade dos puntos, que significa “de la siguiente manera”. Esto indica que el resto del versículo describe cómo es su cabello. Es como manada de cabras que bajan retozando las laderas de Galaad. Debemos entender que esto es una figura poética. Es fácil entender esto si usted alguna vez ha visto una manada de cabras en una montaña. Yo vi esto en Escocia y en Nueva Zelanda. El versículo no dice que las cabras están dispersas en la montaña, sino que están juntas en manada. Ésta es la figura poética del cabello de la buscadora después de que ella llega a ser la corona. Su cabello ha sido disciplinado, peinado, en forma de sortijas o bucles, los cuales se asemejan a una manada de cabras en una montaña.

Ya vimos que los ojos representan el discernimiento espiritual; éste fue el primer cambio que vimos en la buscadora. ¿Qué significa el cabello? El cabello en la Biblia siempre se refiere a algo relacionado con la voluntad. Todas las “voluntades dispersas” han sido reunidas en bucles, de modo que se asemejan a una manada de cabras en una montaña. Una manada de cabras en una montaña nos presenta un cuadro de sumisión. Algunas de las cabras están en la parte más baja de la montaña, y otras en la parte de más arriba. Si ellas estuvieran en una llanura, no nos daría la impresión de sumisión; pero el hecho de que estén en una montaña nos presenta este cuadro de sumisión.

Las cabras no están dispersas, sino reunidas; tampoco están en una llanura, sino en la ladera de la montaña, lo cual nos presenta un cuadro de sumisión. Esto significa que al avanzar de una yegua a un palanquín, todas las “voluntades” de la buscadora han sido disciplinadas; han sido subyugadas y reunidas formando “bucles” de sumisión absoluta.

El capítulo 4 es la continuación del capítulo 3. Nos dice el secreto de cómo la buscadora obtuvo semejante progreso: su voluntad fue subyugada y disciplinada. Para el momento en que ella llegó a ser el vaso que transporta a Cristo, todas sus voluntades habían sido disciplinadas y reunidas, la cual nos presenta un cuadro de sumisión.

UNA VOLUNTAD SUBYUGADA

Ahora podemos entender a qué se refiere el Señor cuando dice: “¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! ¡Tus ojos son como palomas en medio de tus guedejas! Tus cabellos, como manada de cabras que bajan retozando las laderas de Galaad”. Su belleza no sólo se aprecia ahora en su discernimiento, sino en su discernimiento en medio de sus guedejas. Su belleza se ve en el hecho de que sus conceptos han cambiado en medio de su voluntad subyugada. No sólo vemos la renovación de su mente, sino también una voluntad subyugada. Esto es sumamente hermoso y precioso a los ojos del Señor. Anteriormente, ella sólo exhibía la belleza de la renovación de su mente, pero ahora también posee la belleza de una voluntad subyugada.

En los pasados cuarenta años he regresado muchas veces a Cantar de los cantares. He tenido muchas de las experiencias descritas en este libro, y he llegado a entender que no sólo nos habla de amor, sino también del sometimiento de la voluntad. A fin de experimentar una transformación completa, adecuada y cabal, es necesario que la voluntad sea subyugada. Cuanto más subyugada sea nuestra voluntad, más transformados seremos.

Muchos de nosotros amamos al Señor, pero aún nos aferramos a nuestra voluntad. Nuestros conceptos han cambiado y nuestra mente ha sido renovada, pero nuestra voluntad necesita ser subyugada. Muchos de nosotros somos demasiado obstinados, no sólo los hermanos, sino también las hermanas. El problema no está en nuestro corazón. Ciertamente amamos al Señor. Creo sin lugar a dudas que en los pasados meses, el Señor ha escuchado muchas voces que le dicen: “¡Señor Jesús, te amo!”. Pero en respuesta a estas voces, creo que el Señor diría: “Sí, yo sé que me amas, pero ¿qué dices acerca de tu voluntad?”. No es suficiente que nuestros conceptos cambien. Es necesario que avancemos más y permitamos que nuestra voluntad sea subyugada.

Como ya hemos mencionado, la discrepancia que notamos entre la buscadora y el Señor en el capítulo 2 se debía completamente a la voluntad férrea que ella tenía. El Señor le pidió que se levantara y fuera con Él, pero ella respondió diciendo que no estaba lista. En otras palabras, le estaba diciendo al Señor que lo que importaba no era Su voluntad, sino la voluntad de ella. Su voluntad era tan férrea que ella permitiría que el Señor se fuera con tal de que regresara cuando ella lo necesitara. Ella incluso le daba órdenes al Señor con su voluntad férrea. Por lo tanto, el Señor pasó un tiempo considerable disciplinándola en el desierto de su obstinada voluntad. Cuando nuestra voluntad no ha sido subyugada, sencillamente llega a ser un desierto para nosotros. Es cuando nuestra voluntad es completamente subyugada que verdaderamente entramos en la buena tierra.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top