Información del libro

Reino, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4708-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 11 de 50 Sección 1 de 3

CAPÍTULO ONCE

LOS MISTERIOS DEL REINO

(1)

Lectura bíblica: Mt. 13:3-6, 11, 18-21; 1 Co. 3:9

Mateo es un libro que trata sobre el reino. Como vimos, Juan el Bautista anunció el reino de los cielos y después el Señor Jesús dio continuación a esta predicación e instruyó a Sus discípulos a hacer lo mismo. El Señor envió a los doce, así como a otros setenta discípulos Suyos para que predicasen el reino de los cielos (Mt. 10:5-7; Lc. 10:1, 9). Las cosas mencionadas en Mateo guardan relación con el reino debido a que el reino es el tema central de este libro. La gente se distrae fácilmente al leer el libro de Mateo. Incluso muchos lectores cristianos han sido distraídos con todas las buenas historias y las excelentes enseñanzas relatadas allí. Algunos cristianos consideran que el libro de Mateo es un libro de historias, mientras que otros consideran que es un libro de enseñanzas y doctrinas. Ambas perspectivas dejan de lado el tema principal de Mateo, que es el reino. Mateo no es solamente un libro de relatos o de doctrinas, sino que es un libro que trata sobre el reino.

Juan el Bautista anunció que “el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 3:2), pero lo que de hecho sucedió es que vino el hombre Jesús. Esto da a entender que el reino es sencillamente el propio Señor Jesús, y no solamente en Sí mismo, sino en muchas personas, incluyéndonos a nosotros. Este hombre maravilloso, el Señor Jesús, no es tan sencillo. Él es el reino. No debemos olvidar jamás el capítulo 1 de Mateo donde se nos habla de esta persona maravillosa que es “Jehová-más” y “Dios-más”. Así pues, esta persona maravillosa, el Señor Jesús, quien es “Jehová-más” y “Dios-más”, es el reino. El reino es el Señor Jesús mismo y es el Señor Jesús en todos Sus creyentes. Es la totalidad de Cristo como vida que se propaga en nuestro ser junto con todas Sus actividades. También es correcto afirmar que el reino es Cristo. Siento gran aprecio por todas estas expresiones. El reino no solamente es una dispensación o una esfera. El reino es también Cristo mismo quien, como vida, se propaga en nuestro ser y constantemente crece en nosotros hasta la madurez, la cual será la plena manifestación del reino.

LOS MISTERIOS DEL REINO

El Señor Jesús hizo referencia a muchos misterios, uno de los cuales es la parábola del sembrador. Esta parábola no es meramente una doctrina o enseñanza, sino que es un misterio. Muchas personas prestan atención a las doctrinas, pero descuidan el misterio del reino. El reino de los cielos es un misterio. Incluso los seres humanos encierran muchos misterios. Externamente, podemos observar las características físicas de un ser humano: su cabeza y hombros, sus brazos y piernas, así como su piel. Debido a que todos estos rasgos externos resultan bastante obvios, no son tan misteriosos. No obstante, en el hombre están corporificados diversos misterios. Uno es el misterio de su vida física. Es posible producir un modelo de cera que posea el mismo color, tamaño y forma de una verdadera persona. La única diferencia es que un modelo carece de vida. Si diseccionáramos a un ser humano a fin de examinar todas sus partes, la vida desaparecería; pero si le dejamos vivir y permanecer íntegro, la vida permanecerá en él. Nadie podría explicar adecuadamente en qué consiste la vida física de un ser humano. La vida es algo misterioso.

Otro misterio en relación con el hombre es su espíritu, el espíritu humano. ¿Qué es el espíritu humano? Dónde podríamos localizarlo dentro del hombre, ¿en el corazón, la cabeza o el estómago? Según la Biblia, tenemos un espíritu humano (1 Ts. 5:23), pero ¿podríamos decir dónde está? Si bien para nosotros es muy fácil localizar nuestros ojos, nuestra nariz o nuestras orejas, nos es imposible localizar nuestro espíritu debido a que éste es un misterio.

Otro misterio concierne a nuestro corazón. El hombre tiene dos corazones. Uno es el corazón físico, el cual late constantemente bombeando sangre continuamente. Sin embargo, la Biblia nos dice que el corazón del hombre es corrupto e incurablemente perverso (Jer. 17:9). Esto, por supuesto, no hace referencia al corazón físico del hombre. Cuando la Biblia declara que el corazón del hombre es corrupto, se refiere a otro corazón, al corazón psicológico del hombre. Por tanto, tenemos dos corazones, uno físico y otro psicológico. Si bien sólo unos cuantos entre nosotros tienen problemas con su corazón físico, todos tenemos problemas con nuestro corazón psicológico. ¿Dónde está tal corazón psicológico? Uno sabe que tiene tal corazón, pero es difícil localizarlo debido a que éste también es un misterio. Así pues, muchos misterios se hallan corporificados en el hombre. La vida humana, el espíritu humano y el corazón psicológico, todos ellos son un misterio. Nuestra mente, nuestra parte emotiva, nuestra voluntad y nuestra conciencia también son misterios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top