Cristo en Su excelenciapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3291-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Basados en Juan 1:16, podemos afirmar que la plenitud de Cristo es el rebosamiento de la gracia y de la realidad. Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de realidad, y nosotros hemos recibido de Su plenitud, y gracia sobre gracia. No obtenemos esta plenitud de una vez por todas, sino que la recibimos gracia sobre gracia, continua y gradualmente. En griego, la frase gracia sobre gracia da a entender que la gracia es como las olas del mar, las cuales vienen incesantemente una tras otra. Desde el momento en que fuimos salvos recibimos la gracia y la realidad que provienen de la plenitud de Cristo, y seguiremos recibiendo dicha gracia y realidad hasta que crezcamos y lleguemos a ser hombres de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Dios se ha dado a Sí mismo a nosotros para ser nuestra gracia y realidad con miras a producir la iglesia. Juan 12:24 dice: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. Este “mucho fruto” es compenetrado para formar un solo pan que es la iglesia. Dios se hizo carne y trajo gracia y realidad con el propósito de producir la iglesia. La iglesia no sólo tiene las riquezas de Cristo, sino que ella también es la plenitud de Cristo; la iglesia es el rebosamiento de las riquezas de Cristo, y dicho rebosamiento es Su expresión.
Génesis 1:27 dice que Dios creó al hombre y a la mujer según Su imagen. Sin embargo, cuando Dios creó al hombre del polvo de la tierra, en realidad Él creó solamente al varón, a Adán, y no a la mujer, Eva (2:7). Dios no creó dos personas. Después, al ver Dios que no era bueno que Adán estuviese solo, le hizo una mujer para que fuese su pareja. ¿Cómo creó Dios a la mujer? Dios hizo que Adán entrase en un sueño profundo y tomó una de sus costillas; de esa costilla edificó una mujer y la puso delante de Adán. En cuanto Adán la vio, dijo: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (v. 23). Debido a que ambos se correspondían perfectamente el uno al otro, se unieron y llegaron a ser una sola carne. Esto demuestra que Eva procedió de Adán, por tanto, ella era el rebosamiento de Adán. En el Nuevo Testamento, Pablo nos dice en Efesios 5 que la historia de Adán y Eva se refiere a Cristo y la iglesia lo cual explica también cómo se produjo la iglesia. La iglesia fue producida cuando Cristo “durmió” en la cruz y de Su costado herido salió sangre y agua. La sangre nos lava de nuestros pecados, y el agua nos da vida. Después, en resurrección, Cristo como Espíritu entró en nosotros y nos regeneró. De esta manera, todos nosotros estamos siendo edificados conjuntamente para ser la iglesia, la pareja de Cristo. Por tanto, la iglesia no sólo es el rebosamiento de las riquezas de Cristo, sino también la plenitud de Cristo. La iglesia no sólo es el fruto de las riquezas de Cristo, sino también el rebosamiento y la expresión de Cristo.
La plenitud de Cristo es la plenitud de Dios. En Colosenses 2:9 dice: “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Este versículo nos habla de la plenitud de Dios y no de Sus riquezas. Si dijéramos riquezas en vez de plenitud, eso sería incorrecto, porque todas las riquezas de Dios han llegado a ser la plenitud de Dios, que es Su expresión. Toda esta plenitud habita en Cristo corporalmente. Por tanto, toda la plenitud de la Deidad llega a ser la plenitud de Cristo y, al mismo tiempo, la plenitud de Cristo es la plenitud de la gracia y la realidad. Estas tres plenitudes, la plenitud de Dios, la plenitud de Cristo y la plenitud de la gracia y la realidad se refieren a la misma plenitud.
Cuando nosotros disfrutamos de las riquezas de Cristo, llegamos a ser Su plenitud, la cual es Su expresión. Efesios 1:22-23 dice: “... y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Cristo es la Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, y la iglesia es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. ¿Quién es Aquel que todo lo llena en todo? Es Cristo. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, y éste Cuerpo es Su plenitud. En estos dos versículos se nos habla de tres cosas: primero, la iglesia; segundo, el Cuerpo; y tercero, la plenitud. Estas tres cosas se refieren a la iglesia. La iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo, llega a ser la plenitud de Cristo para expresarlo a Él. Una persona con cabeza y cuerpo se ve que es una unidad completa y perfecta. ¿Qué representa eso? Su expresión. Aunque ella intentase ocultarse, no le será posible, porque la expresión de su plenitud no puede encubrirse. Hoy Cristo es tanto la Cabeza como el Cuerpo de la iglesia, por tanto, la iglesia expresa la plenitud de Cristo. Si día tras día somos aquellos que disfrutamos de gracia sobre gracia, al recibir plenamente las riquezas de Cristo y disfrutar de toda la plenitud de la Deidad que está en Cristo, entonces nosotros llegaremos a ser la expresión de la plenitud de Cristo, que es la iglesia.
La plenitud se produce cuando disfrutamos de las riquezas. Por ejemplo, si entramos a un supermercado americano para comprar alimentos, allí veremos una rica abundancia de pescados, carnes, verduras y frutas. Sin embargo, estos alimentos sólo constituyen las riquezas de los Estados Unidos, mas no Su plenitud. ¿Cómo entonces podrían estas riquezas llegar a ser la plenitud de los Estados Unidos? Tenemos que comerlos; debemos pedirles a todos que coman estas riquezas. Si todos los días comiéramos un bistec, poco a poco todos llegaremos a ser personas altas y robustas, y es de esta manera que nos convertiremos en la plenitud de los Estados Unidos. Por tanto, si participamos de las riquezas de los Estados Unidos, llegaremos a ser su plenitud. Si queremos llegar a ser la plenitud de Cristo, debemos disfrutar de las riquezas de Cristo como nuestro alimento y ser llenos de dichas riquezas, a fin de que el elemento de la vida divina se convierta en nuestras riquezas. De esta manera, disfrutaremos y absorberemos incesantemente las riquezas de Cristo, lo cual resultará en que nos convirtamos en la plena expresión de Cristo, que es la iglesia.
Las riquezas de Cristo son muy abundantes; sin embargo, lamentablemente no son muchos los cristianos que están dispuestos a disfrutar de Cristo diariamente como su alimento. Como consecuencia, aunque las riquezas de Cristo están en su ser, ellos no expresan, de manera externa, la plenitud de Cristo. Las riquezas de Cristo no son doctrinas, más bien, son la gracia y la realidad. Hace veintidós años hablé por primera vez en inglés acerca de las riquezas de Cristo que llegan a ser la plenitud de Cristo, en la ciudad de Palo Alto, ubicada en el norte de California. En ese entonces, lo que yo dije fue bien recibido por muchos americanos jóvenes, y ellos comenzaron a disfrutar las riquezas de Cristo. Cuanto más disfrutemos de las riquezas de Cristo, más serán digeridas por nosotros, y cuanto más las digerimos, mayor será nuestra asimilación de dichas riquezas. Esto resulta en la plenitud de Cristo, que es la iglesia. Hoy en día, las iglesias que se hallan en las diferentes localidades de los Estados Unidos han llegado a ser verdaderamente la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo, la expresión de la plenitud de Cristo y la manifestación de Dios en la carne. Debemos darle la gloria a Dios, porque hoy en día Él desea obtener una iglesia que le exprese y que ponga fin a Su enemigo. Por tanto, Dios desea que nosotros disfrutemos de las riquezas de Cristo, y que estas riquezas nos empapen y lleguen a ser nuestro elemento constitutivo. Además, Él también desea que conformemos el Cuerpo de Cristo, a fin de ser Su expresión en cada localidad que se halle en el terreno de la unidad.
Tal vez algunos digan que no deberíamos hablar sobre la iglesia y que tampoco debería importar cómo nos reunamos. Sin embargo, en lo profundo de mi ser, yo sé que es necesario hablar de la iglesia. En los últimos sesenta años, tanto en China continental como en Taiwán, y ahora en los Estados Unidos, ciertos hermanos que se reunían con nosotros fueron influenciados por otros a no hablar de la iglesia y a rechazar el terreno de la unidad de la iglesia. Vi con mis propios ojos que no les fue fácil a estos hermanos crecer y ser fortalecidos en Cristo. Algunos de ellos no sólo nunca fueron edificados juntamente con otros, sino que además causaron división en el Cuerpo de Cristo. Una vez que esos hermanos abandonaron el terreno de la unidad, les fue imposible guardar la unidad del Espíritu, y el resultado fue división tras división. Este es un hecho histórico.
Espero que ustedes, en particular los jóvenes que han escuchado estas palabras, de ahora en adelante, siempre vean lo que es la iglesia, la conozcan y permanezcan en ella. La iglesia es el lugar donde ustedes son alimentados y donde pueden habitar con seguridad. Es también en la iglesia donde recibimos el suministro del Espíritu, porque la iglesia es lo que el Señor desea obtener. Este no es el camino que elige el hombre sino el camino que ha escogido el Señor. Por tanto, nosotros no podemos abandonar este testimonio, ni nadie puede destruir este testimonio. Este es el testimonio de la unidad del Cuerpo de Cristo. Hay una sola Cabeza, un solo Cuerpo y una sola expresión; los tres son Cristo. Debemos guardar esta unidad a fin de no caer en cualquier error. Sólo entonces nuestra relación con la iglesia será semejante a una relación apropiada entre un marido y su esposa. El marido y la esposa deben ser una sola carne y no pueden divorciarse. Ninguno de los dos puede abandonar su posición, ya sea de esposo o esposa, por causa de insatisfacción; de lo contrario, se infiltrará toda clase de corrupción. Esperamos que nuestra visión en cuanto a la iglesia sea apropiada y clara.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.