Práctica del profetizar, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0267-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Por muchos años los cristianos han leído 1 Corintios 14, pero no han tenido la manera de llevar a cabo lo que se menciona allí, y como resultado, por siglos la mayoría de los maestros cristianos ha descuidado este capítulo. Sin embargo, algunos sí ofrecieron una definición adecuada de la palabra profetizar, diciendo que era hablar de parte de alguien, proclamar y predecir. Pero no vieron que en 1 Corintios 14 profetizar denota solamente hablar por Dios y proclamar a Dios. Profetizar en este capítulo no tiene el significado de predecir. Esto se demuestra con los versículos 3 y 24. El versículo 3 dice: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, aliento y consolación”. Profetizar en 1 Corintios 14 es hablar para edificar la iglesia, dar aliento con respecto a la obra del Señor y tener consuelo en nuestra vida diaria. La edificación, aliento y consolación no tienen nada que ver con predecir. El versículo 24 dice: “Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es examinado”. Convencer y examinar a otros, exponer su condición, no es predecir. La mayoría de los cristianos no vieron esto claramente; por tanto, no tuvieron la práctica adecuada en cuanto al profetizar. Los creyentes pentecostales prestaron mucha atención a 1 Corintios 14, pero lo malentendieron, enseñando que profetizar en este capítulo significa predecir.
En 1937 el hermano Nee vio la visión que profetizar es hablar por Dios y por Cristo y es proclamar a Dios y a Cristo. Él vio que profetizar es el factor básico de una reunión de la iglesia en mutualidad, y que no debe haber solamente un orador en la reunión. En 1 Corintios 14:31 se nos dice: “Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan y todos sean alentados”, y el versículo 24 dice: “Pero si todos profetizan”. Todos podemos hablar, y todos debemos hablar. El versículo 26 dice: “Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene”. Basado en todos estos versículos, el hermano Nee vio que 1 Corintios 14 se refiere a una reunión en mutualidad en la cual todos hablan y todos escuchan. Sin embargo, en aquel entonces no encontramos la manera de reemplazar el “servicio” matutino tradicional del día del Señor, donde una persona habla y los demás escuchan. Así que, nosotros también hasta cierto punto en nuestra práctica, dejamos este asunto a un lado.
Casi cincuenta años después, en 1984, empezamos a considerar más este asunto, y desde entonces hemos hablado de esto por más de cinco años. Lo hemos estudiado una y otra vez, y creo que el Señor ha tenido misericordia de nosotros y nos ha mostrado la verdadera denotación de profetizar según 1 Corintios 14 y la manera de practicar esta clase de profetizar. De todos los mensajes que he dado sobre este asunto en los últimos cinco años y medio, los primeros tres mensajes de esta serie, titulados: “El conocimiento básico”, “Los modelos” y “Los constituyentes básicos de una profecía”, son los más cruciales. Espero que todos los santos inviertan mucho tiempo para zambullirse en estos tres mensajes y practiquen lo que está escrito en ellos. Si aprendemos a profetizar de manera apropiada, adecuada, según 1 Corintios 14, daremos un gran paso a favor del recobro del Señor. Tenemos el conocimiento básico acerca de profetizar y hemos visto los modelos de profetizar y los constituyentes de una profecía. Sin embargo, hay un obstáculo principal para nuestro profetizar, y todos debemos esforzarnos para vencerlo.
Como hemos visto, profetizar consiste en hablar por Dios y por Cristo y en proclamar a Dios y a Cristo. Hablar de esta manera equivale a cooperar con el Espíritu de Dios y de Cristo, el cual es un Espíritu que habla (2 S. 23:2; Hch. 6:10). La Biblia nos revela que Dios es un Dios que habla. Hebreos 1:1-2 dice: “Dios, habiendo hablado en muchas ocasiones y de muchas maneras en tiempos pasados a los padres en los profetas, al final de estos días nos ha hablado en el Hijo”. Dios no es un Dios mudo; Él siempre está hablando. El hablar más elevado y más grandioso de todo el universo es la Biblia, que contiene sesenta y seis libros del hablar de Dios. La Biblia es el libro de libros porque es el hablar de Dios.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.