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Estudio-vida de Jobpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6291-7
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ESTUDIO-VIDA DE JOB

MENSAJE DIECISIETE

EL ESPÍRITU TODO-INCLUSIVO
COMO LA CONSUMACIÓN
DEL DIOS TRIUNO PROCESADO Y CONSUMADO

Lectura bíblica: Job 42:5; Jn. 7:39; Ro. 8:2, 9, 11, 14; Gá. 3:14; 6:18; Ef. 1:13-14; Fil. 1:19; Gá. 5:25; Ro. 8:16, 4

Hemos visto que la revelación divina contenida en el Nuevo Testamento es la respuesta a los sufrimientos de Job y a la gran pregunta respecto al propósito que Dios tiene en la creación del hombre y en el trato que Él aplica a Su pueblo escogido. En este mensaje quisiera decir más sobre esta respuesta, haciendo hincapié en lo relacionado con el Espíritu todo-inclusivo como consumación del Dios Triuno procesado y consumado.

EL MOVER DE DIOS

El tiempo del Antiguo Testamento no fue directamente el tiempo del mover de Dios, sino que fue un tiempo de preparación para el mover de Dios. La encarnación dio comienzo al mover de Dios, que consiste en que Dios viene de la eternidad al tiempo para introducirse con Su divinidad en la humanidad. Después, Dios siguió efectuando Su mover mediante Su vivir humano y mediante Su muerte todo-inclusiva y maravillosa por medio de la cual entró en resurrección. En resurrección, Cristo fue engendrado para ser el Hijo primogénito de Dios. Mediante la resurrección Él también llegó a ser el Espíritu vivificante, y Él regeneró a todo el pueblo escogido de Dios para que fuesen los muchos hijos de Dios, Sus muchos miembros que constituyen la iglesia como Su Cuerpo, como el nuevo hombre y como el organismo del Dios Triuno procesado y consumado.

EL DIOS TRIUNO ES EL ESPÍRITU

Hoy en día el Dios Triuno es el Espíritu: el Espíritu compuesto, todo-inclusivo y consumado. El título el Espíritu es usado de una manera particular en Juan 7. Mientras el Señor Jesús todavía estaba en la tierra, Él dijo que Sus creyentes serían llenos del Espíritu (vs. 38-39a). En aquel tiempo, “aún no había el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado” (v. 39b). Esto indica claramente que cuando el Señor Jesús fue glorificado, el Espíritu estaba allí. Este Espíritu es el Dios Triuno procesado y consumado.

LOS TRES DE LA TRINIDAD DIVINA SON DISTINTOS,
PERO INSEPARABLES

Algunos maestros de la Biblia aducen que la Biblia podría dividirse en tres secciones —el Antiguo Testamento, los cuatro Evangelios y los libros comprendidos entre Hechos y Apocalipsis— y que estas secciones corresponderían, respectivamente, a tres eras diferentes: la era del Padre, la era del Hijo y la era del Espíritu. Conforme a esta perspectiva, la obra del Padre en el Antiguo Testamento habría sido reemplazada por la obra del Hijo en los Evangelios y, después, la obra del Hijo habría sido reemplazada por la obra del Espíritu desde Hechos hasta Apocalipsis. Algunos de los que se adhieren a esta perspectiva consideran a los tres de la Trinidad Divina —el Padre, el Hijo y el Espíritu— como tres personas separadas. Sin embargo, después de muchos años de estudio y experiencia, podemos afirmar que tal entendimiento del Dios Triuno no es exacto.

Los tres de la Trinidad Divina son diferentes entre Sí, es decir, son distintos; no obstante, son inseparables. Si el Hijo no fuera diferente del Padre, el Hijo no podría orar al Padre, tal como lo hizo en Juan 17. No obstante, el Padre y el Hijo son inseparables, pues el Padre y el Hijo son coinherentes, es decir, el Hijo existe en el Padre y el Padre existe en el Hijo. Por esta razón, el Señor Jesús pudo decirle a Felipe, quien le pidió que les mostrara al Padre: “El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Mí? Las palabras que Yo os hablo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que permanece en Mí, Él hace Sus obras” (Jn. 14:9b-10). Aquí vemos que si bien podemos distinguir al Padre del Hijo, ellos son coinherentes, por lo cual es imposible separarlos; más aún, el Padre y el Hijo están en el Espíritu, y el Espíritu está en el Padre y el Hijo. Si vemos esto, comprenderemos que el Dios que se encarnó y efectuó Su mover en esta tierra era el Dios Triuno.

El Nuevo Testamento nos revela que Cristo el Hijo es la corporificación del Dios Triuno y que el Espíritu es la realización del Hijo y la realidad de Cristo. Debido a que el Espíritu es la realidad de Cristo, no podemos experimentar a Cristo aparte del Espíritu, quien es la consumación del Dios Triuno procesado y consumado.


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