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Estudio-vida de 1 y 2 Reyespor Witness Lee

ISBN: 0-7363-1278-1
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Actualmente disponible en: Capítulo 8 de 23 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE 1 Y 2 REYES

MENSAJE OCHO

LA DIVISION DEL REINO DE ISRAEL
Y
LOS REINADOS DE ROBOAM SOBRE JUDA Y
DE JEROBOAM SOBRE ISRAEL

Lectura bíblica: 1 R. 11:9-13, 29-37; 12:1—14:31a

Hay varias maneras de entender la Biblia. El hermano Nee dijo que cada quien entiende la Biblia según la clase de persona que sea. Cada denominación y cada grupo tiene su propia manera de entender las Escrituras. Los Pentecostales las entienden a su manera; las interpretan sin regirse por ningún principio. Los católicos conocen la Biblia según las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana. Los que hacen énfasis en la vida interior también tienen su propia manera de entender la Biblia. Hace cincuenta años, al hermano Nee y a mí nos parecía que las enseñanzas de las Asambleas de los Hermanos eran las mejores, y por muchos años he consultado a menudo la sinopsis de los libros de la Biblia escrita por John Nelson Darby. Pero en estos últimos años, al preparar los estudio-vida de Job y de los libros históricos, no consulté sus enseñanzas. En estos años, el Señor nos ha mostrado algo aún más elevado y profundo, a saber, la economía eterna de Dios, la cual tiene como centro y realidad a Cristo, quien es la corporificación del Dios Triuno procesado, y a la iglesia, que es el Cuerpo orgánico de Cristo. Dios lleva a cabo dicha economía impartiéndose en nosotros.

El libro de Efesios revela que Dios se imparte en el hombre. Partiendo del capítulo uno, los Hermanos recalcan que Dios nos escogió y nos predestinó, pero no mencionan que la elección y la predestinación son asuntos orgánicos. El versículo 4 declara que Dios nos escogió en Cristo para que fuésemos santos. Ser santos equivale a ser Dios en vida y naturaleza, mas sin ser objeto de adoración. En todo el universo, sólo Dios es santo, y la única manera de hacernos santos es impartiéndonos Su naturaleza santa, Su elemento santo. Cuando Dios nos regeneró, El se impartió a Sí mismo en nuestro ser, o sea, nos impartió Su naturaleza. El versículo 5 dice que Dios nos predestinó para filiación, es decir, para que fuéramos Sus hijos, lo cual logra al impartirse en nosotros. Según Efesios 1, la iglesia se produce como resultado de que el Dios Triuno se imparta en nosotros y que el Cristo ascendido se infunda en nuestro ser. En los últimos diez años, el Señor me ha llevado a entender la Biblia de esta manera.

Casi todas las enseñanzas fundamentales que se enseñan actualmente son correctas. Las valoramos mucho y ellas han sido nuestro fundamento. Sin embargo, éstas también nos han atrasado, e incluso velado. Muchos de los que las enseñan piensan que eso es todo y ahí se han quedado, y hasta cierto punto, a nosotros nos ha pasado lo mismo en cuanto a la manera en que entendemos la Biblia. Si las enseñanzas fundamentales se convierten en una tradición para nosotros, no nos esforzaremos más por mejorar nuestro entendimiento de la Biblia. El hermano Nee nunca estuvo completamente satisfecho con estas enseñanzas y siempre se esforzó por ver algo más.

La visión que hemos recibido de la Biblia consiste en que Dios desea hacernos de nuevo. La creación del hombre no cumple cabalmente el propósito de Dios; fue un paso solamente. Dios creó al hombre con Su mano, pero hoy lo vuelve a hacer con Su propia vida. Después de crear al hombre, Dios lo puso frente al árbol de la vida, lo cual indicaba que El deseaba hacerlo de nuevo, regenerándolo. Finalmente, el hombre regenerado se convierte en la novia de Cristo, Su aumento (Jn. 3:29-30). Muchos cristianos entienden que Juan 3 revela la regeneración, pero no se dan cuenta de que el objeto de la misma es producir la novia, el aumento de Cristo. Esto muestra que el entendimiento de la Biblia tiene varios niveles.

Con esta perspectiva, examinemos la división que se dio en el reino de Israel, y analicemos los reinados de Roboam sobre Judá y de Jeroboam sobre Israel.

I. LA DIVISION DEL REINO DE ISRAEL

En 1 Reyes 11:9-13, 29-37 consta la división que experimentó el reino de Israel.

A. La causa de la caída y corrupción de Salomón

Esta división la provocó la caída y la corrupción de Salomón (vs. 9-13). En el versículo 11, Jehová le dijo: “Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo”.


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