Información del libro

Acerca de las reuniones en casapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6493-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 5 Sección 1 de 4

CAPÍTULO DOS

EL CONTENIDO
DE LAS REUNIONES DE HOGAR

(1)

Lectura bíblica: Hch. 2:22-24, 32-33, 36-38, 41-42; 5:42; 1 Co. 2:2; 14:23a, 26; 1 Ti. 1:3-4

PERSEVERAR EN LA ENSEÑANZA DE LOS APÓSTOLES

En este mensaje continuaremos hablando acerca de las reuniones de hogar. De entre las seis obras espirituales, este asunto es el más difícil de llevar a cabo. Cuando Pedro inició las reuniones de la iglesia, esto se efectuó bajo la obra directa de Dios. Lo que Dios lleva a cabo es lo más elevado. La norma más elevada consistía en tener diariamente reuniones grandes en el templo y reuniones pequeñas en los hogares. Bajo el liderazgo de Pedro, al comienzo de Hechos 2 y 5, las reuniones de la iglesia constaban de reuniones grandes como también de reuniones pequeñas. Las reuniones grandes se efectuaban en el templo, mientras que las reuniones pequeñas se llevaban a cabo de casa en casa. ¿Creen ustedes que aquello de lo cual se hablaba y enseñaba en las reuniones grandes no se hablaba o se modificaba en las reuniones pequeñas? Por supuesto que no. Aquello de lo cual se hablaba en las reuniones pequeñas era una continuación de lo que se hablaba en las reuniones grandes.

En la traducción china, el significado de Hechos 2:42: “Con perseverancia guardaban la enseñanza de los apóstoles, la comunicación unos con otros, el partimiento del pan y las oraciones” es modificado completamente porque en el original, el verbo principal es “continuar” pero conlleva el sentido de “firmemente”, así sería mejor traducido “perseveraban”. Este versículo está estrechamente relacionado con las reuniones de hogar y con todos los asuntos relacionados con las reuniones. Por ahora, me parece que lo mejor es traducir este versículo: “Y perseveraban en la enseñanza y en la comunión de los apóstoles, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Bajo el ministerio de Pedro, las reuniones de la iglesia empezaron y permanecieron firmemente en la enseñanza y en la comunión de los apóstoles, en el partimiento del pan y en las oraciones. Éste era el contenido típico de las primeras reuniones de la iglesia.

HABLAR ÚNICAMENTE CRISTO
CONSTITUYE EL FUNDAMENTO DEL CONTENIDO
DE LAS REUNIONES DE LA IGLESIA

Hechos 5:42 dice: “Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar...” ¿Qué era lo que enseñaban? Hechos 2:42 dice: “Y perseveraban en la enseñanza [...] de los apóstoles”. Por consiguiente, la enseñanza de ellos debe de haber sido la enseñanza de los apóstoles. Después de leer Hechos 2:22-24, 32-33 y 36-38 ustedes comprenderán que lo que ellos predicaban era el primer mensaje dado por Pedro, un mensaje en el que Pedro habló únicamente de Cristo. Este mensaje puso el fundamento del contenido de las reuniones de la iglesia. Cuando la iglesia fue establecida por primera vez, los creyentes predicaron únicamente acerca de la encarnación de Cristo, de Su vivir humano en la tierra, de la manera en que fue perseguido, de cómo fue crucificado y de cómo entró en el sufrimiento de la muerte y cómo Dios lo levantó de los muertos, exaltándolo a los cielos y haciéndolo Señor y Cristo, desde donde Él derramó el Espíritu todo-inclusivo. Éste es el contenido de las reuniones de la iglesia y el principio básico de las reuniones de la iglesia, que es simplemente Cristo.

Después de escuchar este primer mensaje, la multitud se compungió de corazón, y le preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles, diciendo: “Hermanos, ¿qué haremos?”. Pedro les respondió: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo”. Todos los que escucharon creyeron, se arrepintieron y fueron bautizados. Los tres mil creyentes entonces perseveraron en la enseñanza que habían escuchado cuando fueron salvos. Por generaciones los judíos habían estado predicando Moisés, los Diez Mandamientos, las ofrendas, los dones, la adoración a Dios en el templo y la práctica de quemar el incienso. Ahora, repentinamente, después de oír a Pedro decir: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesucristo, varón aprobado por Dios entre vosotros con los obras poderosas, prodigios y señales, vosotros matasteis clavándole en una cruz. Pero Dios le levantó, sueltos los dolores de la muerte, lo exaltó a Su diestra, lo hizo Señor y Cristo, e hizo que derramara el Espíritu todo-inclusivo”, ellos sencillamente recibieron esta enseñanza. Ellos fueron salvos y perseveraron en esta enseñanza. Esta enseñanza llegó a ser el contenido de las reuniones de la iglesia.

Pedro pronunció esta enseñanza en el templo, a una congregación grande. Luego, los tres mil recién convertidos perseveraron en esta enseñanza, no en las reuniones grandes sino de casa en casa. Lo que se hablaba en las reuniones grandes se continuaba hablando en las reuniones pequeñas. Ésta era la práctica. Lo que Pedro había hablado en las reuniones grandes era repetido una y otra vez en las pequeñas reuniones de casa en casa, donde ellos diariamente hablaban de Jesucristo. De los tres mil que fueron bautizados, debe de haber habido al menos quinientos hogares. Si únicamente Pedro fuera con su Biblia a hablar de casa en casa, aun si se agotara por completo, no habría logrado visitar todas las casas. La práctica en ese entonces fue que lo que Pedro habló el primer día, todo el mundo se lo llevó y al día siguiente lo repitió de casa en casa. Tal vez parezca que esto no era posible; sin embargo, esto fue escrito claramente en la Biblia.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top