Información del libro

Conocimiento de la vida, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-917-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 14 Sección 1 de 3

CAPITULO DOS

¿QUE ES LA EXPERIENCIA DE VIDA?

Ahora haremos una segunda pregunta: ¿qué es la experiencia de vida? Una vez que hemos visto lo que es la vida, fácilmente podemos saber qué es la experiencia de vida.

I. EXPERIMENTAR A DIOS

Hemos visto que la vida es Dios mismo. Dios mismo, que fluye a nosotros y a quien recibimos y experimentamos, es vida. Por lo tanto, experimentar a Dios equivale a experimentar la vida. Toda experiencia de vida involucra una experiencia de Dios y un contacto con El. Toda experiencia que no implique contacto con Dios, no constituye una experiencia de vida.

Por ejemplo, a veces el arrepentimiento de una persona no se debe a la iluminación de Dios, sino a la propia introspección humana. Puesto que esto no hace que el hombre toque a Dios, tal arrepentimiento no es una experiencia de vida. El arrepentimiento que resulte de la iluminación de Dios ciertamente hará que el hombre toque a Dios; por lo tanto, es una experiencia de vida.

Lo que procede del comportamiento del hombre mismo no constituye una experiencia de vida. Es artificial y proviene de sus propios esfuerzos; no resulta del paso de Dios a través del hombre ni del paso del hombre a través de Dios. Así que, no puede considerarse una experiencia de vida.

Entonces, ¿qué podemos considerar una experiencia de vida? Se considera como una experiencia de vida cualquier experiencia que resulte de que Dios pase a través del hombre y de que el hombre pase a través de Dios. Por ejemplo, en nuestra oración nos encontramos con Dios, somos iluminados, vemos nuestra propia imperfección y la tratamos en la presencia de Dios. No es que nosotros descubramos nuestros propios defectos, sino que, al acercarnos a Dios, nos encontramos cara a cara con Dios interiormente, y así vemos nuestra propia carencia. Dios es luz; así que, cuando nos encontramos con El, vemos nuestra imperfección a la luz de El. Desde luego, nos confesamos a Dios y pedimos que Su sangre nos limpie. En consecuencia, Dios pasa a través de nosotros, y nosotros también pasamos a través de El. Tal experiencia nos hace experimentar a Dios; por lo tanto, es una experiencia de vida.

Todas las experiencias de vida provienen de Dios y son Su operación dentro de nosotros; por lo tanto, nos permiten tocar a Dios y experimentarlo. Toda experiencia que difiere no es una experiencia de vida, porque la vida es Dios, y experimentar la vida es experimentar a Dios. Por lo tanto, toda experiencia que tengamos de Dios, exhibirá la vida (Fil. 2:13-16).

II. EXPERIMENTAR A CRISTO

Sin duda, experimentar la vida es experimentar a Dios; pero Dios está en Cristo para que lo experimentemos. Cristo es la manifestación y la corporificación de Dios; El es Dios que se hace nuestra experiencia. Por lo tanto, toda la experiencia que tenemos de Dios, es una experiencia de Cristo y se produce en Cristo. Entonces, ya que experimentar la vida equivale a experimentar a Dios, también equivale a experimentar a Cristo.

Aunque Dios es vida, no puede ser nuestra vida sin estar en Cristo y ser Cristo, y de esta manera ser experimentado por nosotros. El debe ser nuestra vida para que lo experimentemos. Pero no puede ser nuestra vida mientras permanece en los cielos, en luz inaccesible (1 Ti. 6:16). Además, para ser nuestra vida, debe tener nuestra naturaleza humana. Su vida divina debe estar mezclada con la naturaleza humana para poder unirse a nosotros, los que poseemos la naturaleza humana, y ser así nuestra vida. Por eso, El salió del cielo, se hizo carne y se mezcló con la naturaleza humana. De esta manera Dios llegó a ser Cristo y llega a ser nuestra vida en la naturaleza humana para que lo experimentemos. Cuando lo experimentamos como nuestra vida, experimentamos a Cristo.

En breve, al experimentar a Cristo experimentaremos los aspectos siguientes:

A. Cristo revelado en nosotros (Gá. 1:16)

Esta es nuestra experiencia inicial de Cristo al ser salvos. Experimentamos que Dios revela a Cristo en nosotros por medio del Espíritu Santo, lo cual nos capacita para conocerlo y recibirlo como nuestra vida y nuestro todo.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top