Información del libro

Lecciones acerca de la oraciónpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1502-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 7 de 24 Sección 2 de 5

X. LA MENTE INTERPRETA LO PERCIBIDO
POR EL ESPÍRITU

Una vez que algo es percibido en el espíritu, es necesario que la mente lo interprete. La percepción del espíritu generalmente es muy aguda. Por tanto, a fin de que la mente pueda interpretarla, es necesario tener presentes los ocho puntos antes mencionados, que son, tener una mente: (1) renovada, (2) sobria, (3) capaz de concentrarse, (4) quieta, (5) que presta atención a las cosas del espíritu, (6) que sea gobernada por el espíritu, (7) que sea una mente del espíritu, y (8) que esté llena de los elementos del espíritu. Así, nuestra mente podrá entender la carga espiritual e interpretar el sentir espiritual.

Por ejemplo, en una reunión de oración usted tiene la carga de orar, pero no tiene la claridad de cómo orar. Esto significa que no entiende el significado de dicha carga particular, y no hay suficientes elementos del espíritu en su mente. Pero si su mente es espiritual, y ha sido adiestrada, inmediatamente usted entenderá y podrá expresar tal carga adecuadamente. El mismo principio se aplica al ministerio de la Palabra. Podemos tener una carga por hablar cierta palabra a los hermanos y hermanas, pero se requiere la cooperación de la mente para interpretar el significado particular de dicha carga y el sentir del espíritu.

Las buenas oraciones se producen cuando tenemos primero la percepción y la carga en nuestro espíritu. Debemos tener una mente aguda capaz de expresar plenamente esa percepción espiritual con palabras muy finas y pensamientos muy ricos. Algunos hermanos y hermanas están llenos de sensaciones interiormente y poseen un sentir espiritual muy rico; sin embargo, su mente no es capaz de interpretar dicho sentir. Lo único que pueden hacer es gritar, llorar o reír. Ellos ciertamente tienen el sentir y la carga, pero su mente es inadecuada.

Alrededor de 1947, las reuniones en Shanghái comenzaron a experimentar un avivamiento. Durante una reunión para partir el pan un día del Señor por la tarde, un hermano originario del sur de Fukién se inspiró y oró en su lengua materna, expresando su inspiración interior. Mientras yo lo escuchaba, aunque no podía entenderle muy bien, pude darme cuenta que incluso en su dialecto materno él no podía expresar adecuadamente la inspiración que tenía en su interior. Así que, se puso rojo, se estremeció, y salieron lágrimas de sus ojos. Toda la congregación estaba consciente de que tenía un sentir, pero que desafortunadamente, debido a la falta de cooperación de la mente, no tenía las palabras apropiadas para expresarlo. Si su mente hubiera estado adiestrada y si él hubiera podido hablar el lenguaje mandarín o el dialecto de Shanghái, usando palabras más ricas para liberar su sentimiento interior, pienso que la reunión entera se habría encendido. Sin embargo, fue lamentable que debido a que su mente, la cual no había sido adiestrada, no podía interpretar lo que había en su interior, no pudo desbordarse hacia el exterior. Por tanto, hermanos, si deseamos orar apropiadamente, necesitamos ejercitarnos para que nuestra mente pueda interpretar y corresponder al sentir de nuestro espíritu. Esto es esencial.

XI. LA EXPRESIÓN ESPIRITUAL DE LA MENTE

La mente no debe solamente ser capaz de interpretar el sentir del espíritu, sino también debe tener las palabras para expresar dicho sentir. Éste es un asunto de expresión. Aquellos que han actuado como intérpretes saben que esto no es fácil. Comprender y expresar inmediatamente el sentir del espíritu no es fácil. A veces hemos entendido aquello que había en nuestro espíritu, pero no pudimos expresarlo. Otras veces lo expresamos, pero los demás no pudieron entenderlo. La comprensión y la expresión apropiadas requieren de un ejercicio. Pablo le pidió a los santos que oraran por él para que le fuera dada palabra (Ef. 6:19). La palabra a la cual se refería Pablo no era un dominio o una elocuencia de palabras en una conversación normal, sino la capacidad de expresar el sentir que había dentro de él. Tal capacidad de expresión se relaciona con la mente.

Hay algunos hermanos cuya mente ha sido adiestrada de esta manera. Cuando oran con otras personas, no sólo pueden expresar su sentir interior, sino también el sentir interior de los demás. Por tanto, cuando ellos oran, tan pronto expresan sus palabras, todos se sienten liberados, porque la oración de tales personas libera el espíritu de los demás. En cambio, si ora alguien que no ha sido adiestrado en su mente, cuanto más ora, más hace que los demás se sientan incómodos y sofocados. Incluso, se sienten miserables. Cuanto más éste ora, más frustrado se siente el espíritu de los demás, porque su mente, no habiendo sido adiestrada, no puede encontrar las palabras adecuadas. Por tanto, si usted desea orar adecuadamente, es sumamente necesario que adiestre su mente. Necesita adiestrarse de modo que su mente pueda comprender lo percibido por su espíritu y encuentre las palabras adecuadas para expresarlo espontáneamente.

XII. LA ORACIÓN DE LA MENTE

Cuando hayamos obtenido todos los puntos anteriores, entonces podremos orar con nuestra mente. En 1 Corintios 14:15 a esto se refiere como orar “con la mente”. El entendimiento equivale a la mente. Orar con el espíritu se refiere al hablar en lenguas, lo cual no necesita pasar por la mente. Pero el apóstol Pablo dijo que, en la iglesia, esa clase de oración no tiene el mismo valor que orar con la mente, porque lo primero no se puede entender por otros, pero lo último sí. Por tanto, a fin de hacer oraciones que puedan expresar y comunicar el sentir interior —oraciones de la mente— nuestra mente debe ser adiestrada en los puntos antes mencionados. La oración de la mente no sólo es expresada por la mente, sino que proviene del espíritu mismo, pasando por la interpretación de la mente, y se expresa finalmente como una oración.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top