Manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-329-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Salir para visitar a la gente al tocar sus puertas es una práctica maravillosa y probada. Sin embargo, he recibido cartas de algunos santos que me decían que tocaron puertas por mucho tiempo sin lograr bautizar a nadie. Seguramente tal persona se desilusionará totalmente y dirá que tocar puertas no funciona. Pero tocar puertas sí funciona y se ha probado por más de dos años en Taipei. Otros han dicho que visitar a la gente al tocar sus puertas solamente funcionará en Taipei y no en ningún otro lugar. Las estadísticas de nuestra visitación de otros en el entrenamiento de verano del año 1987 aquí en Anaheim, no obstante, comprueban que el índice de crecimiento aquí es casi lo mismo, y aun más que en Taipei. Nuestro éxito depende de si hemos sido entrenados en la nueva manera del Señor o no. Tocar puertas sí funciona, pero es posible que usted no haya sido entrenado. Puede ser que no tenga éxito porque no ha practicado estrechamente lo que el entrenamiento ha descubierto en los últimos días. Aquellos que han sido entrenados a visitar a la gente, a bautizarles y a establecer reuniones en casa pueden testificar que la manera entrenada funciona. Las iglesias en los Estados Unidos necesitan el entrenamiento.
Cuando nos ponemos en el entrenamiento y lo practicamos estrechamente, seremos adictos a visitar a otros. Si usted bautiza a tres en una noche, estará “loco”. El primer bautismo le hará feliz, el segundo le asombrará y el tercero le hará loco de disfrute. Entonces esperará con ansia salir otra vez. En las reuniones del entrenamiento en Taipei un número de santos testificaron que se volvieron adictos a tocar puertas y no podían esperar hasta otra tarde para salir. Cuando usted entra en el disfrute de tocar puertas, el tocar puertas prevalece más. Tocar puertas no funciona con usted cuando está tan muerto y frío. Sin embargo, cuando usted está debidamente loco de disfrute, toda casa que visita es conmovida por usted. La diferencia no está en las puertas que tocamos sino en la persona que lo efectúa. Cuando usted ora por quince minutos con su equipo antes de salir, y se pone feliz en el Señor y loco en el disfrute de Cristo, las puertas que toque se abrirán a usted. No sólo se abrirán las puertas, sino que también las personas detrás de esas puertas tendrán corazones abiertos para creer, y bocas abiertas para invocar el nombre del Señor y orar, y estarán listos para ser bautizados.
Muchas veces cuando los santos salieron a predicar el evangelio, una persona creyó en cinco minutos y dentro de otros cinco minutos fue bautizada. Estos fueron salvos de una manera viviente. No bautizamos a la gente de una manera fría, silenciosa y muerta. Los que bautizamos son bautizados invocando el nombre del Señor de una manera viviente (Hch. 22:16). A veces en Taipei mientras los santos le predicaban al esposo, la esposa iba al baño a preparar el agua para el bautismo, aunque ella aún no había creído. El bautismo es una expresión del milagro de la fe. La fe trae a Cristo dentro de nosotros. Pedirle a un nuevo creyente que espere hasta cierto día para ser bautizado es erróneo y no es bíblico. La Biblia nos dice que creamos y seamos bautizados, no que creamos y esperemos cierto período de tiempo hasta que la iglesia tenga un bautismo. No hay semejante relato en el libro de los Hechos. Si queremos ser personas que prevalecen en visitar a la gente, debemos estar locos con el disfrute de Cristo y felices en el Señor. Si estamos locos de esta manera, las puertas se abrirán, los corazones se abrirán, las bocas se abrirán y la gente recibirá al Señor y será bautizada. Es un milagro salvar a una persona. Ninguna buena filosofía ni enseñanza ética puede así salvar a la gente. Cuando nosotros los cristianos nos volvemos locos en el Señor, podemos hacer milagros. Por eso, tenemos que vivir a Cristo todos los días. Mientras más le vivimos, más locos estamos en El.
Las reuniones de la iglesia promueven, fortalecen, mejoran y enriquecen la vida diaria cristiana. Si Cristo lo está haciendo loco a usted, es decir, si vive a Cristo todos los días y viene a la reunión con Cristo y lleno de Cristo, tendrá una buena reunión. Esta buena reunión promoverá, fortalecerá, mejorará y enriquecerá su vida diaria cristiana.
Con el tiempo, la vida diaria cristiana y las reuniones de la iglesia llegan a ser un ciclo para el crecimiento de los cristianos con Cristo para la edificación del Cuerpo de Cristo (1 Co. 14:26; Ef. 4:15-16). Salimos a tocar puertas para bautizar a las personas y establecer reuniones en sus casas no meramente para salvarles o para anunciarles la verdad. Nuestra carga es regenerarles para que sean los miembros de Cristo; y con el tiempo, por medio de las reuniones en casa, todos ellos serán edificados como el Cuerpo viviente de Cristo. Necesitamos edificar el Cuerpo de Cristo en conformidad con la manera que Dios ordenó para llevar a cabo la economía neotestamentaria. Necesitamos poner en práctica la comunión en este capítulo para que tengamos una vida diaria que sostenga a la iglesia, y esta vida diaria es Cristo viviendo en nosotros y expresado en nuestro vivir.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.