Cristo todo-inclusivo, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-626-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Hemos visto claramente que las riquezas de la tierra son primeramente las aguas, después toda clase de vegetal y planta, luego el ganado y el rebaño, y finalmente las minas o minerales. Mencionémoslas según sus diferentes categorías:
Así hemos visto que todas estas riquezas corresponden a las distintas etapas de la vida espiritual. Las aguas vivas pertenecen a la primera etapa de nuestra experiencia espiritual. Cuando experimentamos a Cristo en la primera etapa, sentimos que El es como agua viva para nosotros. Luego, en la segunda etapa, tenemos una experiencia más avanzada de Cristo; le disfrutamos en una manera más sólida. Cristo nos es como alimento sólido; El es algo más que el agua. El agua ciertamente es buena y muy necesaria, pero el agua no tiene mucho contenido. No puedo vivir y crecer sólo con agua. Si usted me invita a cenar, debe darme alimento sólido, algo de trigo o de cebada, etc. Es verdaderamente maravilloso que al final de la lista de plantas y vegetales se encuentra el olivo, que representa a Cristo como el Hijo de aceite, Aquel que está lleno del Espíritu Santo. Por dentro y por fuera, El estaba saturado del Espíritu Santo, y le podemos disfrutar como tal. Podemos estar llenos y saturados del Espíritu Santo. Que estemos tan llenos del Espíritu, indica que hemos sido madurados en la vida de Cristo. Cristo es para nosotros tan querido, tan dulce, tan rico, como la leche y la miel.
Inmediatamente después de esta rica experiencia de Cristo, llegamos a las minas y los minerales: las piedras, las montañas, el hierro y el cobre. Este es el orden que les da el Espíritu Santo. El Espíritu Santo puso estas cosas en tal orden para que correspondieran con las etapas de la vida espiritual. Cuando llegamos a la madurez en la vida de Cristo, en nuestra experiencia tenemos algo de la piedra, la montaña, el hierro y el cobre.
En el capítulo anterior, vimos mucho tocante a las piedras y los montes. Vimos que las piedras representan a los santos salvos y transformados, que son el material para el edificio de Dios. No sólo debemos ser salvos, sino también transformados en piedras vivas para el edificio de Dios. Originalmente, no éramos piedras; éramos pedazos de barro. Pero cuando aceptamos a Cristo, El entró en nuestro espíritu y ha seguido obrando continuamente para transformarnos. Por la renovación del Espíritu Santo, somos transformados de pedazos de barro en piedras para que seamos el material para el edificio de Dios.
También hemos visto que las colinas y los montes representan la resurrección y la ascensión. Con la resurrección y la ascensión, siempre está la autoridad, el reino y el Rey. La resurrección es algo elevado, la ascensión es algo exaltado, y en esta exaltación se encuentran la autoridad divina, el gobierno divino, el reino de Dios con el Rey. Este es el significado de los montes y las colinas. Hemos visto que la única manera de que el barro se transforme en piedras es en la resurrección. Sólo en la vida de resurrección, puede Cristo transformarnos. En la vida natural, somos pedazos de barro; pero en la vida de resurrección, somos piedras. Las piedras producidas para el edificio de Dios con la autoridad y el gobierno divinos, son el resultado de la resurrección de Cristo. Cuanto más disfrutamos a Cristo y lo experimentamos, tanto más seremos transformados por el Espíritu Santo con los elementos de Su vida. Entonces el edificio de Dios y el reino de Dios saldrán a la vista.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.