Cristo es contrario a la religiónpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-1012-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-1012-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Así que, Jesús siguió diciendo: “Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere” (v. 21). ¿Qué significa esto? Que Cristo es contrario a la religión. Hoy en día debemos entender que lo importante no es la religión, sino Cristo mismo como el Dios que nos imparte vida. Eso es todo lo que necesitamos. Necesitamos a un Cristo que sea igual a Dios y que incluso sea Dios mismo impartiéndonos vida. El nos imparte vida no por medio de ninguna religión, forma, doctrina, enseñanza ni regulación, sino mediante Su palabra viva. “De cierto, de cierto os digo: El que oye Mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no está sujeto a juicio, mas ha pasado de muerte a vida” (v. 24). El que oye Su Palabra viviente y la recibe tiene vida eterna. Eso es todo; es muy sencillo.
Además, el Señor Jesús se volvió a los judíos y dijo: “Escudriñáis las Escrituras...”(v. 39). Lo que el Señor daba a entender, era: “Escudriñáis e investigáis las Escrituras, sólo porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna”. Ese era el concepto de los religiosos, quienes pensaban que podían encontrar vida en las Escrituras. Pero el Señor Jesús les dijo: “Aparte de Mí, sin Mí, por mucho que lean las Escrituras, no obtendrán vida”. En cierto sentido, pensar que hay vida en la Biblia es algo de nuestra imaginación; estrictamente hablando, la vida no se halla en las Escrituras sino en Cristo mismo. Si usted toma a Cristo juntamente con las Escrituras, entonces ciertamente obtendrá vida. Sin embargo, si toma solamente las Escrituras sin el Cristo vivo, quien es el Espíritu vivificante, no recibirá vida en absoluto; Si usted pretende lo contrario, será sólo un juego producto de su propia imaginación. Jesús parecía decirles: “Escudriñáis las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis vida, pero en realidad no la tenéis. Lo que tenéis es sólo muerte. Cuanto más escudriñáis, más muertos estáis. La letra sólo los mata. Escudriñáis las Escrituras, pero no queréis venir a Mí para tener vida”.
Hermanos y hermanas, no olviden nunca los versículos 39 y 40 del capítulo cinco de Juan. En toda la Biblia estos son los dos versículos claves que muestran que, una cosa es escudriñar las Escrituras, y otra es venir al Señor para obtener vida. Podemos escudriñar e incluso analizar las Escrituras, sin venir jamás al Cristo viviente como Espíritu vivificante.
Cuando era joven escudriñé e investigué mucho la Biblia. Pero, ¡aleluya! hoy he abandonado ese concepto. Simplemente acudo al Cristo vivo por medio de la palabra viva de la Biblia. Cada vez que voy a las Escrituras, primero toco al Señor, abro mi boca y digo: “Oh Señor Jesús, vengo a Ti”. Hermanos, nunca entren en este libro viviente sin tocar primero a la persona viva del Señor Jesús. Si insisten en hacerlo sin tocar primero al Señor, serán simplemente unos religiosos.
¿Por qué leemos las Escrituras? ¿Simplemente porque en ellas hay vida? Ciertamente la Biblia es un libro maravilloso, pero observen a los que pasan mucho tiempo estudiando la Biblia. No interpreten mal mis palabras. Yo respeto grandemente la Biblia, y he invertido mucho tiempo leyéndola. Pero he descubierto algo: que nunca deberíamos leerla sin tocar al Cristo vivo. Si ustedes separan a Cristo y la Biblia, entonces El se opondrá a la Biblia que ustedes tienen. En la actualidad, el cristianismo toma las Escrituras como un libro de letras muertas. Por consiguiente, en este sentido, Cristo se opone a las Escrituras. La gente toma la Palabra sólo para adquirir conocimiento, o incluso para obtener diplomas de estudio bíblico, pero yerran por completo al blanco, que es Cristo. El dijo: “Escudriñáis las Escrituras ... Pero no queréis venir a Mí para que tengáis vida”.
Tal vez argumenten que la Biblia testifica de Cristo. No cabe duda de ello. Incluso Moisés habla de Cristo en todos sus escritos. Pero no debemos separar al Cristo vivo y actual, de dichos escritos. Debemos unir toda la Escritura a Cristo, entonces obtendremos la vida juntamente con la Palabra viva. El Señor dijo: “El Espíritu es el que da vida ... las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida” (Jn. 6:63). El Señor dijo que Sus palabras eran espíritu; por lo tanto, éstas deben ser consideradas como el Espíritu y deben ser tomadas en el Espíritu. El Espíritu es el que da vida; la letra mata (2 Co. 3:6). Si toman únicamente la letra de la Biblia, recibirán muerte y no vida. Todas las palabras de la Biblia salieron de la boca del Señor, quien es el Espíritu; por consiguiente, todo lo que proviene de El también debe ser Espíritu, ya que El mismo es el Espíritu. Cada palabra de la Biblia debe ser tomada como Espíritu que da vida. Si únicamente ejercitamos nuestra mente al escudriñar las Escrituras, convertiremos la Biblia en letra muerta. En cambio, si ejercitamos nuestro espíritu invocando el nombre del Señor, a fin de tener contacto con la Palabra viva, recibiremos vida. No hay otra forma de experimentar esta palabra impresa como Espíritu de un modo tan viviente. Debemos leerla invocando el nombre del Señor Jesús desde lo profundo de nuestro ser. ¡Mezclen el leer con el invocar al Señor! Entonces obtendrán la vida.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.