Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4719-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Podemos ver que desde la época de los apóstoles, hasta el tiempo del Concilio de Nicea, y continuando hasta el siglo XX, ha habido estudiosos de la Biblia en todas las generaciones. Damos gracias al Señor porque la mayor parte de la luz que ellos recibieron fue puesta por escrito. Hace sesenta años o más nosotros fuimos levantados por el Señor. El líder principal entre nosotros fue el hermano Watchman Nee. Él estableció un buen ejemplo de lo que es tener una postura imparcial. Él sabía la manera apropiada de leer, y más importante que eso, sabía cómo seleccionar los libros. De 1923 a 1925, cuando apenas tenía un poco más de veinticinco años de edad, tenía una colección de muchos escritos cristianos muy prominentes y obras maestras cristianas, los cuales sumaban unos tres mil libros. Esta colección incluía libros de los padres de la iglesia, libros de historia de la iglesia, libros de eruditos de la Biblia y biografías de cristianos famosos con muchos de sus mejores sermones. Él los había leído casi todos. Más tarde, yo vine al recobro del Señor y llegué a ser su colaborador. Le doy gracias al Señor porque desde el principio el hermano Nee me estimó mucho. A menudo él se sentaba conmigo para hablarme sobre los libros que había leído. Yo pude retener en mi memoria todo lo que él me habló. Él rescataba muchos puntos positivos de la Iglesia Católica, de la Iglesia Griega Ortodoxa y de muchas denominaciones protestantes. Incluso rescató los puntos positivos del movimiento pentecostal. Algunos de nuestros himnos son del movimiento pentecostal. Uno de ellos es Himnos, #258, que dice: “¡Aleluya! ¡Aleluya! Yo el velo crucé ya”, y otro es Himnos, #153, que dice: “¡Qué libertad tan maravillosa!”. Éstas son obras maestras del movimiento pentecostal.
Cuando fuimos levantados por el Señor, todos éramos jóvenes modernos. Nuestros pensamientos eran bastante avanzados y no seguíamos a nadie a ciegas. Un día, mientras estábamos estudiando en la universidad el Señor nos ganó. Desde entonces empezamos a leer la Biblia diligentemente y a estudiar el cristianismo. Lo dejamos todo a fin de servir al Señor. Nos dimos cuenta de que no podíamos desarrollar nuestra práctica de forma aislada, y que necesitábamos expandir nuestros horizontes leyendo los escritos de otros. Por esta razón, enfocamos nuestra labor en coleccionar y estudiar todos los escritos más prominentes de los dos mil años de historia del cristianismo. Nosotros fuimos imparciales. Tomando la Biblia como la norma, aceptamos todo lo que era según la Biblia y rechazamos todo lo que no era según la Biblia.
Hoy en día lo que hemos puesto por escrito en el Estudio-vida de la Biblia son fruto de este diligente estudio. Todos estos mensajes del Estudio-vida son exposiciones de la Biblia que abarcan los veintisiete libros del Nuevo Testamento y dos del Antiguo Testamento, Génesis y Éxodo. Estos mensajes han sido escritos según lo que hemos heredado en los pasados sesenta años, conforme a todas las revelaciones que los santos vieron en el pasado, el conjunto total de todas sus visiones, y ahora se las presentamos a todos ustedes.
Quisiera señalar que en la tarea de entender la Palabra de Dios, lo más difícil es depender de la enseñanza que hemos recibido de los santos de épocas pasadas. En el mensaje anterior, les hablé de nuestra necesidad de aprender de los santos de los primeros siglos. En primer lugar, debemos depender en gran medida de la enseñanza de los Hermanos. Su enseñanza es la teología más elevada. Hoy en día los Estados Unidos cuentan con la mejor teología, y los dos seminarios más ortodoxos son el Seminario Teológico de Dallas, el cual está en Texas, y el Instituto Bíblico de Moody. Su teología se basa principalmente en la enseñanza de los Hermanos. El Seminario Teológico de Dallas principalmente utiliza la Biblia de estudio de Scofield, y el noventa por ciento de la enseñanza de Scofield proviene de los Hermanos. Por consiguiente, si usted quiere estudiar teología, debe estudiar la teología de los Hermanos. Además, debe familiarizarse con las enseñanzas del grupo de los de la vida interior y tener un conocimiento profundo de dichas enseñanzas. La teología de los Hermanos es demasiado literal y objetiva, y necesita ser equilibrada por la línea de vida de aquellos que cultivaron la vida interior. El énfasis del grupo de los de la vida interior era la vida interior, la realidad, no la explicación de la letra de la Palabra.
Asimismo deben familiarizarse con lo que Calvino vio en cuanto a la enseñanza de la predestinación. Él afirmó categóricamente que Dios nos escogió y predestinó en la eternidad pasada para que fuésemos salvos de una vez para siempre (Ef. 1:4-5). Aunque esta revelación era la correcta, los armenianos se opusieron a este punto de vista. Ellos creían que aunque nuestra salvación es por la gracia de Dios, si no cumplimos con nuestra responsabilidad después de salvos, perderemos nuestra salvación. Por lo tanto, según ellos, uno no es salvo de una vez para siempre, sino que, después de salvos, aún es posible que perezcamos. No obstante, según dicen ellos, si uno se arrepiente, podemos ser salvo una vez más. Puesto que este concepto únicamente subraya la responsabilidad del hombre, se le llama la doctrina de la responsabilidad humana. De estas dos escuelas, aceptamos totalmente la primera, y rechazamos rotundamente la segunda. ¿Cómo entonces podemos resolver la disputa entre estas dos escuelas? ¿Cómo podemos equilibrar estos dos puntos de vista? Según la historia de la teología, después de Calvino y Arminio, surgió otro grupo de teólogos, empezando con Govett, luego con Panton y después con Pember. Su escuela desarrolló una línea en cuanto a la verdad del reino en el Nuevo Testamento. Ellos vieron que una vez que una persona es salva jamás perecerá (Jn. 10:28). Sin embargo, a fin de motivar a aquellos que le siguen fielmente después de salvos, Dios estableció como recompensa el reino, el cual contiene muchos requisitos. Si nosotros somos fieles, seremos recompensados (Mt. 24:45-47; 25:19-23). Si no somos fieles, seremos castigados y perderemos el reino, aunque ciertamente seremos salvos (24:48-51; 25:24-30; 1 Co. 3:10, 12-15). Llamamos a esto la verdad en cuanto a la recompensa y castigo del reino.
Ahora debemos retener estos cinco puntos: depender en gran medida de la teología de los Hermanos, conocer y familiarizarnos con la escuela de los de la vida interior, recibir la revelación de Calvino en cuanto a la predestinación de Dios, rechazar la doctrina armeniana de la responsabilidad humana, y practicar la verdad de la recompensa y el castigo del reino. Les he dicho todo esto aunque tal vez no lo entiendan inmediatamente. Más adelante, cuando ustedes —especialmente los jóvenes— lean nuestros libros, descubrirán que lo que decimos es semejante a la teología de los Hermanos y también a la línea de la vida de los místicos, y que también aceptamos absolutamente la perspectiva de Calvino en cuanto a la predestinación. El problema que señalan los armenianos no tiene que ver con la perdición, sino con el hecho de estar calificados para recibir el reino. Aunque la Biblia en efecto dice que una persona salva todavía puede afrontar problemas, esto se refiere al castigo y a la pérdida que se sufrirá durante la era del reino. Cuando tenemos en cuenta estos cinco puntos, todos los versículos de la Biblia llegan a ser claros para nosotros.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.