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Vasos útiles para el Señorpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4462-3
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Actualmente disponible en: Capítulo 3 de 12 Sección 2 de 7

CONOCER EL RECOBRO DEL SEÑOR

En este mensaje les presentaré una palabra exhaustiva que les servirá de guía para el ejercicio que ustedes realizan durante el tiempo de su entrenamiento.

El recobro del Señor indudablemente es del Señor. Esto significa que creemos en el Señor, que le seguimos a Él y le servimos, y que también llevamos el testimonio de la iglesia en beneficio de Él, al adherirnos por completo a la revelación pura presentada en las Santas Escrituras. En el pasado examinamos algunas características de varias denominaciones cristianas, tales como la medida en que se aceptaban la Biblia, la manera en que llevaban a la práctica la vida cristiana y la manera en que establecían iglesias. Sin importar cuáles fueran sus prácticas, no las aceptamos de inmediato, sino que las examinamos delante de las Escrituras y las comparamos con la revelación contenida en la Biblia. Aceptamos sólo las prácticas que se ceñían a la Biblia y procuramos aceptar todo cuanto nos era posible. Aun cuando no nacimos en el primer siglo ni en el segundo, sino en el siglo veinte, después de realizar una investigación exhaustiva y con una mentalidad abierta, recibimos casi todo aquello que ha probado estar a la altura de la Biblia. Por consiguiente, hemos recibido mucha ayuda. Podemos afirmar que el camino que toma el recobro del Señor hoy en día no se ciñe a los dos mil años de tradición cristiana, sino que más bien se ciñe absolutamente a la Biblia.

La Universidad de las Filipinas es la institución educativa nacional que goza de mayor prestigio en las Filipinas y que agrupa a los mejores estudiantes del país. Un catedrático de tecnología agraria fue salvo entre nosotros cuando estudiaba su doctorado en los Estados Unidos, y él recibió la revelación acerca del camino de la iglesia. Después que regresó a las Filipinas, él comenzó a dictar una clase en esta universidad. Este hermano llevó un poderoso testimonio del Señor y condujo a la salvación a casi todos aquellos que se hallaban a su alrededor. El testimonio de la iglesia fue establecido en esa localidad en un lapso de apenas cuatro años. Se reunían aproximadamente cuarenta santos; la mayoría de ellos pertenecían al campo de la educación. Algunos eran colegas de este hermano o asistentes suyos, mientras que otros eran estudiantes y amigos. Había también entre ellos maestros de escuela intermedia.

Visité esa iglesia en un viaje reciente que hice a las Filipinas. Los santos me dijeron que el departamento de agricultura de la Universidad de las Filipinas contaba con siete mil estudiantes y que había catorce organizaciones cristianas, la mayoría de ellas procedente de los Estados Unidos, las cuales llevaban a cabo una obra universitaria entre los estudiantes con el objetivo de ganar todo el recinto universitario. Los santos me indicaron particularmente que la mayoría de estas organizaciones se oponían a nosotros. Además, tales organizaciones mostraron su oposición de la misma manera que se había hecho en los Estados Unidos: cada persona que contactábamos recibía al siguiente día una copia del libro The God-Men, en el cual se nos difamaba. Los hermanos habían hecho todo lo posible por defender la verdad. Les pregunté si habían usado el “Dictamen de sentencia” de la corte en respuesta a la demanda que habíamos presentado en los Estados Unidos; a lo cual respondieron que no. Ellos solamente habían utilizado algunos artículos que se publicaron en el periódico. Les dije que eso no era suficiente y que debían usar el “Dictamen de sentencia”. Así pues, después de publicar en el periódico una carta de refutación y defensa, un pastor nos escribió una misiva diciendo que nuestra refutación era excelente y que nuestra única falta consistía en que las verdades que sosteníamos no se apegaban a la tradición. Les dije a los hermanos que tal respuesta constituía el mejor de los elogios. Las verdades que profesamos no se ciñen a la tradición; más bien se ciñen a la palabra pura de la Biblia. Entonces, sugerí a los hermanos decirle a ese pastor que si deseaba debatir con nosotros, él tenía que usar la Biblia porque nosotros respetábamos únicamente lo que está escrito en ella. Nosotros haremos caso omiso de cualquier debate que tome como base el Credo de Nicea o las tradiciones.

Muchas de las creencias que imperan en el protestantismo actual, y más aún en el catolicismo, no son conformes a la Biblia, sino que se ciñen a los llamados “concilios”. En la cristiandad hay quienes creen que las decisiones de los concilios superan las enseñanzas de la Biblia. Por tanto, en vez de decir: “Esto declara la Biblia”, ellos dicen: “Esto lo decidieron los concilios”. El primer concilio fue el Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 d. C., y fue presidido por Constantino I el Grande. Más tarde, el sistema papal fue reconocido oficialmente en el año 570 d. C., y el papa reemplazó lo que antes hacían los concilios. Antes de la aceptación del sistema papal, cualquier controversia en torno a los asuntos espirituales debía resolverse conforme a las decisiones tomadas por los concilios. A lo largo de las generaciones, muchos de los que conforman la cristiandad han dicho: “Así dice el concilio”, y no: “Así dice la Biblia”.

Sin embargo, el recobro del Señor es diferente. Hemos declarado desde un principio que no nos conformamos en lo absoluto a ninguna tradición y que tampoco tenemos interés alguno por los concilios cristianos celebrados antes del establecimiento del sistema papal. Nosotros hemos retornado a la Palabra pura de Dios. Independientemente de cuán buenas sean las enseñanzas impartidas por los concilios cristianos y por la teología tradicional, si ellas no se conforman con la Biblia, nosotros las rechazamos. A nosotros únicamente nos interesa la Palabra pura de Dios.

Puesto que ustedes están asistiendo al Entrenamiento de Tiempo Completo, como regla general, deben ser entrenados en lo que respecta a conocer la iglesia. Esto significa que deben aprender a regresar a la Palabra pura y exacta de Dios a fin de conocer qué cosa es la iglesia, cuál es el camino y el terreno de la iglesia, así como la práctica y el contenido de la iglesia. Espero que todos ustedes entiendan con claridad todos estos puntos. Si bien tenemos muchos libros relacionados con estos temas, lamentablemente no están compilados de manera sistemática; más bien, un punto aparece acá y otro allá. Actualmente, estamos compilando una serie de libros titulados Lecciones de la verdad, los cuales serán publicados en cuatro diferentes niveles. Cada nivel consistirá de cuarenta y ocho temas. Nuestro objetivo es poner en un orden sistemático todos los mensajes que hemos publicado en los últimos sesenta años a fin de que los santos tengan un entendimiento claro y conciso en cuanto a la verdad.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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