Información del libro

Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4948-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 17 de 45 Sección 3 de 3

SER UN MODELO

Los ancianos en la iglesia no son una clase especial de personas; ellos no tienen un rango especial. Ellos son creyentes normales. No son líderes, sino que llevan la delantera. Ellos son un modelo para todos los creyentes. En el sistema del cristianismo, tanto en el catolicismo como en el protestantismo, se considera a los obispos en un rango más elevado, y a los ancianos y diáconos en un rango más bajo. Es errado tener rangos. Sin embargo, es posible que esta clase de pensamiento humano ya nos haya invadido; es posible que en nuestra mente tengamos el pensamiento que tenemos el rango de ancianos y que somos una clase especial de personas. ¡No es así! Los ancianos son simplemente creyentes normales; ellos simplemente establecen un modelo que el resto de los creyentes debe seguir.

Así pues, cuando la Biblia nos dice que todos los creyentes deben orar sin cesar (1 Ts. 5:17), los ancianos deben servir de ejemplo en cuanto a esto. Todo lo que se les encarga hacer a los creyentes en el Nuevo Testamento, lo deben hacer los ancianos. No todos los creyentes pueden cumplir todos los mandatos, pero los ancianos sí los deben cumplir. Puesto que llevan la delantera, deben hacer todo lo que Dios nos manda hacer; quizás no todos los creyentes sean capaces de hacerlo, pero ustedes sí deben hacerlo.

ESTAR DISPUESTOS, SER DESPOJADOS Y ORAR

No piense que su enseñanza por sí sola podrá ayudar a otros. Tampoco yo confío en que mi enseñanza lo ayude. Si usted no tiene la disposición, si no ha sido despojado lo suficiente y si le falta oración, entonces no puedo ayudarlo. Además, tampoco usted podrá ayudar a otros. Todos necesitamos estas tres características. Por lo tanto, debemos orar: “Señor, por Tu misericordia estoy dispuesto. Conforme a Tu gracia estoy vacío. Me abro a Ti con absoluto desprendimiento. No deseo aferrarme a ninguna de mis experiencias pasadas. Deseo ser fresco”. Todo el tiempo y sin cesar, ore pidiendo ser lleno del Señor. Entonces experimentará cómo la sabiduría, el entendimiento y el conocimiento vendrán a usted como un torrente. La sabiduría divina, el entendimiento divino y el conocimiento divino lo anegarán. Usted sabrá cómo contactar a los santos con la naturaleza divina, cómo suministrarles a Cristo, cómo edificarlos con la redención de Cristo y con el juicio de Dios. También tendrá una capacidad interna para edificar a los santos, de modo que sean transformados y sean establecidos en la vida de iglesia; no simplemente les ayudará a cultivar un buen carácter, sino que los edificará como una morada para Dios.

Si usted desea que pláticas como ésta le sean de alguna ayuda, esto únicamente sucederá cuando esté dispuesto, despojado y cuando ore. Si usted está carente de esta oración constante, le aseguro que su liderazgo será muy pobre y deficiente. A fin de tener un liderazgo rico, necesitamos tener la debida disposición, ser despojados y orar sin cesar.

DEBEMOS RENUNCIAR A MUCHAS COSAS

Puesto que hemos introducido muchas cosas en el liderazgo, ahora tenemos que deshacernos de ellas. Cuanto más tiempo tengamos en el liderazgo, más de estas cosas tenemos con nosotros, aun sin que nos demos cuenta de que están allí. No obstante, es posible que tampoco nos demos cuenta de que tales cosas deben ser condenadas. Sin embargo, si estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de edificar la morada de Dios, y si nos abrimos al Señor con una actitud de completo desprendimiento y oramos continuamente, Dios ciertamente nos llenará. Entonces descubriremos cuáles son todas estas cosas, y seremos fortalecidos para renunciar a ellas. Necesitamos ser despojados aún más, de una manera más amplia y más profunda.

Una de estas cosas, que ustedes aprendieron con el paso de los años y que ahora deben desechar, es su manera de relacionarse con otros. Ustedes no tienen comunión con todos los santos por igual, es decir, ustedes tienen sus gustos, su preferencia: les gusta tener comunión con este hermano y evita tener comunión con aquél. Así, su comunión es tendenciosa y no es saludable ni genuina. Su gusto personal, su preferencia personal, está allí escondida. Eso es miel, lo cual, según la tipología, no debía añadirse a la ofrenda de harina (Lv. 2:11). Tarde o temprano esto acabará por corromper su liderazgo o la vida de iglesia. Lo que ustedes necesitan es la sal (v. 13).

Es fácil entender estas cosas desde el punto de vista doctrinal, pero en la práctica ustedes sólo reconocerán cuánta miel han traído cuando estén abiertos al Señor con una actitud de completo desprendimiento y oren continuamente. Ustedes deben ponerle fin a esto. Entonces sabrán cuánta sal necesitarán añadir, y podrán ejercitarse con todo rigor para añadir la cantidad precisa de sal. Entonces su liderazgo será puro, o purificado, y no tendrá corrupción alguna. La enseñanza no puede ayudarnos mucho al respecto; solamente el mismo Dios que nos llena puede hacer esta obra.

Creo que todos hemos tenido algunas experiencias de este tipo. Cada vez que hemos sido despojados y nos mantenemos en un espíritu de oración, y luego nos ponemos de pie en la reunión de la iglesia, nosotros mismos —y también todos los demás santos— nos damos cuenta de que somos personas vivientes, frescas y ricas. Otras veces aunque nos hayamos puesto de pie y hayamos compartido por largo rato, la congregación tendrá el sentir de que esto proviene del viejo hombre y que es un compartir vacío. Cuando contactamos a otros, es posible decir las mismas palabras, hablar del mismo punto, pero a veces obtenemos un resultado positivo, y otras veces sencillamente no se percibe la vida. Es cuando estamos dispuestos y vacíos y oramos continuamente que tenemos la sabiduría para laborar en la naturaleza divina y ministrar a los necesitados el propio Cristo que ellos necesitan, y no simplemente ministrar algo de modo general.

¿TENEMOS COMUNIÓN O DISCUTIMOS LOS ASUNTOS?

Cuando los ancianos se reúnen, ellos deben orar, y no simplemente discutir los asuntos. Tal vez a ustedes les guste llamarlo comunión, pero puede ser que sólo se trate de discutir algunos asuntos. Los ancianos deben orar: deben orar hasta que sus mentes, sus diferentes entendimientos, sean uno. Hablando con propiedad, ustedes deben orar hasta que entren en el espíritu. Cuando ustedes oran en el espíritu, tienen un mismo modo de pensar; están en unidad. Siempre que se reúnan, deben orar hasta entrar en el espíritu.

Incluso al pastorear, al visitar a otros —ya sea a personas que aún no son salvas o a los santos— debemos estar constantemente en oración. Todos hemos tenido la experiencia de que si oramos continuamente, cuando vamos a visitar a alguien no hablamos conforme a lo que habíamos pensado. En vez de ello, nos encontramos diciendo cosas que no teníamos la intención de decir; lo que decimos es nuevo. Por haber estado en continua oración, nuestro espíritu es liberado, y nosotros nos damos cuenta de que hablamos desde nuestro espíritu.

CARENTE DE ORACIÓN,
ES DECIR, CARENTE DEL ESPÍRITU

La carencia crucial que tenemos es de este tipo de oración continua por parte de todos los ancianos, independientemente de cuál sea la localidad. Ustedes están carentes de oración y es por eso que están carentes del Espíritu. Es cuando ustedes son completamente condenados en su oración que reciben sabiduría y el verdadero entendimiento del Señor en cuanto a la situación, en cuanto a las personas y en cuanto a la iglesia.

La vida cristiana es una vida de oración. Los ancianos no son cristianos extraordinarios. Ser un anciano apropiado es ser un cristiano normal. Son muchos los cristianos que son anormales. Por esta razón, los ancianos deben establecer un modelo normal, dando a los santos una dirección normal. De este modo, la iglesia podrá ser edificada. Trate de poner esto en práctica, mientras le pide al Señor que le conceda Su misericordia y Su gracia.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top