Información del libro

Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75)por Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6927-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 60 de 34 Sección 3 de 5

Tres en uno

Juan 14 claramente afirma que el Hijo está en el Padre y que el Padre está en el Hijo (vs. 10, 11). Por consiguiente, ver al Hijo es ver al Padre. Cuando el Hijo habla, es el Padre quien hace las obras. Los dos son inseparables. La Biblia dice a continuación que el Hijo, después de la muerte y la resurrección, llegó a ser el Espíritu (1 Co. 15:45). El Hijo, en quien está el Padre, llegó a ser el Espíritu. De ahí que el Dios Triuno pueda entrar en el pecador. Junto con el Espíritu viene también el Hijo; y cuando el Hijo viene, el Padre viene también.

El término triuno significa tres en uno. Por un lado, son tres; pero, por otro, son uno, porque no pueden ser separados.

Noten las tres expresiones que Pablo usa en Romanos 8:9 y 10. Él dice que el Espíritu de Dios mora en vosotros, que si alguno no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Él, y que Cristo está en vosotros. ¿Por qué Pablo usa tres expresiones diferentes para referirse a la misma persona? Porque esta persona tiene tres aspectos: el del Padre, el del Hijo y el del Espíritu.

EL HOMBRE TRIPARTITO EN ROMANOS 8

Dios es triuno y el hombre es tripartito. Los seres humanos somos espíritu, alma y cuerpo. Fuimos creados de esta manera a fin de poder ser injertados orgánicamente a Dios, y para que los dos espíritus, el Suyo y el nuestro, pudieran unirse como un solo espíritu.

Romanos 8:10 dice: “Si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia”. Cuando el Dios Triuno entra en nosotros, Su vida divina se imparte en nosotros y hace que nuestro espíritu sea vida. Nuestro espíritu es vida. Aquí se hace referencia a nuestro espíritu.

Luego el versículo 6 dice: “Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el espíritu es vida y paz”. La mente es la parte principal del alma. Es por ello que en la Biblia a veces se usa la mente para representar el alma. En el versículo 10 vimos que el espíritu es vida. Aquí, en el versículo 6, vemos que la mente, que representa el alma, también es vida. Si ponemos la mente en el espíritu, la vida y el espíritu se infundirán en nuestra mente, de modo que ésta también llegue a ser vida.

En el versículo 11 se mencionan nuestros cuerpos mortales: “Si el Espíritu de Aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, Aquel que levantó de los muertos a Cristo vivificará también vuestros cuerpos mortales por Su Espíritu que mora en vosotros”.

Así pues, en estos pocos versículos tenemos al hombre tripartito —espíritu, alma y cuerpo— y al Dios Triuno. Fue apenas en estos últimos años, desde que condujimos el Estudio-vida de Romanos, que llegué a ver al Dios Triuno y al hombre tripartito en Romanos 8. A fin de ser nuestra vida, Él primero entra en nuestro espíritu y hace que éste llegue a ser vida. Luego, nuestra alma llega a ser vida al poner nosotros la mente en el espíritu. Finalmente, nuestros cuerpos mortales llegarán a ser vida. De este modo, la vida divina satura todo nuestro ser.

SATURADOS DE DIOS

Tu Espíritu me impregnará,
Saturando Dios cada parte...

Himnos, #215

Nuestra relación con Dios debe llegar a este punto. Todo nuestro ser debe ser saturado de Él. No debemos contentarnos simplemente con adorarlo de forma externa ni con amarlo, temerlo y hacer lo que a Él le agrada. Este Dios misterioso pasó por un proceso: creación, encarnación, vivir humano, muerte, resurrección y ascensión, y ahora ha regresado como Espíritu para entrar en todos aquellos que creen en Él. Éste es nuestro Dios y nuestro Salvador.

Él no quiere que nosotros le adoremos desde lejos. Él no desea que nosotros lo contemplemos llenos de asombro ni tampoco que cumplamos con ciertos deberes a fin de agradarlo. Lo que Él desea es que nosotros le abramos la parte más profunda de nuestro ser e invoquemos Su nombre. Entonces Su Espíritu entra en nosotros y hace que nuestro espíritu inmerso en la muerte sea hecho vida. A partir de allí, Él se propaga. A medida que nosotros ponemos nuestra mente en el espíritu, el alma también es saturada de Él y llega a ser vida. Luego desde el alma, la vida se propaga también a nuestro cuerpo mortal, y la vida de resurrección lo satura. Cuando cada parte de nuestro ser sea saturada de este Espíritu vivificante y todo-inclusivo, seremos partícipes de la clase de unión que Dios desea tener con nosotros.

De nada le sirven a Dios las formas religiosas de adoración. Él no desea que nosotros nos inclinemos, arrodillemos o postremos delante de Él; lo que Él busca son aquellos que tienen un corazón contrito y se abren a Él, y lo reciben como su vida, luz, poder e incluso como su vivir. La adoración que Él desea es esta unión. Si nosotros le brindamos la oportunidad de estar en esta unión con nosotros, esto será adoración. Lo que a Él más le agrada es que le permitamos unirse a nosotros.

Ésta es la verdadera naturaleza de la vida cristiana. Sin embargo, con respecto a la mayoría de los cristianos, el cristianismo se ha convertido en una religión. Por ejemplo, hablan de llevar la cruz de una manera muy semejante a las enseñanzas del budismo y del hinduismo. Cuando hablan de vivir rectamente, lo que dicen se parece mucho a las enseñanzas éticas de Confucio, que son completamente ajenas a Dios. La manera en que Dios quiere que vivamos excede la ética o la moralidad, porque es Cristo mismo manifestado en nuestro vivir.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top