Mensajes dados a los santos que trabajanpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7200-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La economía de Dios consiste en que Él mismo se imparta en Su pueblo creado y escogido para que ellos sean regenerados y lleguen a ser Sus hijos y miembros de Cristo mediante la transformación, la conformación y, finalmente, la glorificación. Cuando todos ellos se reúnen, conforman el Cuerpo de Cristo para expresar al Dios Triuno por la eternidad. Hablando con propiedad, el recobro del Señor es nada menos que la economía de Dios. Esta nueva manera en el recobro es sencillamente la manera de practicar la economía de Dios. Por lo tanto, la nueva manera no simplemente consiste en predicar el evangelio y conducir a los pecadores a que crean en el Señor y sean salvos. Eso es únicamente la etapa inicial. La nueva manera consiste en llevar a cabo la economía de Dios, comenzando con la impartición de Dios hasta lograr Su expresión.
Esta manera es una que nos exige laborar, luchar y esforzarnos. Yo mismo en lo profundo de mi ser siento que según mi experiencia de los pasados tres años y medio he tenido que laborar y esforzarme mucho. No es sencillo encaminar una iglesia tan grande como la iglesia en Taipéi para que siga la nueva manera. Pero esta noche desde lo profundo de mi corazón le doy gracias al Señor por Su gracia. Todos debemos inclinar nuestras cabezas y adorarlo, pues la iglesia en Taipéi va ahora por buen camino. La asistencia a la reunión de esta noche es prueba de que todos estamos en el camino correcto. Lo que necesitamos en el recobro del Señor hoy son los santos jóvenes y de edad mediana.
El primer requisito para ser un “santo joven o de edad mediana” es crecer en la vida de Dios. Tras tres años y medio de experimentación, he encontrado que después que una persona es bautizada, debemos invertir por lo menos de cinco a seis meses para alimentarla a fin de que sea estable y haya dejado en cierta medida la etapa de infancia. Ustedes que están aquí sentados esta noche tienen que reconocer que han crecido en la vida de Dios. Cuánto más debieran crecer es otro asunto; no obstante, es un hecho que todos ustedes han crecido.
El maligno se refiere a aquello que es pernicioso y dañino, que afecta a otros, influyendo en ellos para hacerlos malignos y despiadados; es la malignidad personificada. Satanás, el diablo, es esta persona maligna, en cuyo poder el mundo entero yace (1 Jn. 5:19). Vencer al maligno es la característica de un santo que ha crecido y es fuerte (2:13b). Él ha sido nutrido, fortalecido y sustentado por la palabra de Dios, la cual permanece y opera en él para oponerse a Satanás, al mundo y a toda la concupiscencia del mundo.
El tercer requisito de ser un santo joven o de edad mediana es ser fuerte (v. 14b). Debido a que los santos son fuertes, ellos pueden vencer al maligno.
Los santos son fuertes porque la palabra de Dios permanece en ellos (v. 14). Cuando un hombre tiene su estómago vacío y está hambriento, sin duda estará débil; no habrá posibilidad alguna de que esté fuerte. Pero si come, le volverán las fuerzas y será fuerte. A fin de que ustedes sean fuertes hoy, necesitan alimentarse de la palabra de Dios. Sin la palabra de Dios, es imposible que una persona sea fuerte.
Satanás, a fin de ocupar al hombre, utiliza la religión, la cultura, el comercio, el entretenimiento y otras cosas para poner al hombre bajo su sistema. Estas cosas se convierten en un sistema mundano que se opone a Dios. Todo este sistema satánico yace en el maligno. No amar al mundo es la base para vencer al maligno. Si amamos el mundo, aunque sea un poco, esto le dará al enemigo la oportunidad de derrotarnos y capturarnos (v. 15).
No sólo debemos rechazar el mundo y las cosas que están en el mundo en el aspecto negativo, sino que, en el aspecto positivo, debemos hacer la voluntad de Dios (v. 17). No hacemos la voluntad de Dios como si fuera sólo nuestro empleo secular. Para nosotros, la voluntad de Dios debe ser algo excelente que ponemos en práctica todo el tiempo. Si queremos hacer la voluntad de Dios hoy, tenemos que practicar la nueva manera.
La economía de Dios hoy no solamente necesita santos jóvenes y de edad mediana, sino también santos que son padres. En la iglesia en Taipéi, hay muchos santos jóvenes y de edad mediana, y también hay muchos santos que son padres.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.