Información del libro

Servicio neotestamentario, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7392-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 9 de 14 Sección 3 de 4

LOS PRIMEROS EN SEGUIR

Después que Juan el Bautista fue encarcelado, Jesús no llamó a nadie del templo para que le siguiera, sino que fue a Galilea para llamar a algunos que estaban a la orilla del mar. Tenemos que darnos cuenta de que mientras Pedro y Andrés estaban pescando y Jacobo y Juan estaban remendando, había muchos sacerdotes que oraban en el templo. Sin duda, si nosotros fuéramos el Señor en búsqueda de alguien que nos siguiera, habríamos ido al grupo que estaba orando. Jesús, sin embargo, no fue al templo. Él se retiró de la religión y se fue al mar de Galilea. No había nadie allí que estuviera orando; los que estaban a la orilla del mar estaban pescando o remendando. No tenían a Jerusalén; tenían el mar. No tenían el templo; tenían un barco. No tenían un altar; sólo tenían una red. Esto es contrario al concepto religioso. Jesús no fue ni cerca del templo, pero sí atrapó a varias personas junto al mar. Todos necesitamos cambiar nuestra manera de pensar, cambiar nuestros conceptos. Jesús no llamó a nadie para que le siguiera y ofreciera sacrificios a Dios, sino que llamó a algunos pescadores para pescar a los hombres, y a unos remendadores para que participaran del ministerio remendador. Todo esto es diferente del concepto que tenemos.

El principio que vemos aquí es muy importante. El Señor Jesús no comenzó Su ministerio desde el templo. No comenzó Su ministerio desde Jerusalén, sino desde Galilea, e incluso desde el mar de Galilea. No comenzó Su ministerio llamando a los sacerdotes, los religiosos, los cultos, los refinados. Él comenzó Su ministerio llamando a algunos pescadores rudos, incultos y sin educación. ¿Haríamos tal cosa si fuéramos Jesús? No lo haríamos, pero Él sí lo hizo.

¿Somos personas refinadas? ¿Somos personas cultas? Quizás sí, pero tenemos que ver que Sus primeros seguidores no eran personas cultas, sino incultas. No eran personas refinadas, sino rudas, sin educación ni logros escolares.

LOS AUTÉNTICOS SEGUIDORES DE JESÚS

¿Por qué estamos siguiendo a Jesús? Debemos seguirlo ya sea para pescar o para remendar. Necesitamos darnos cuenta de que en este caso vemos los primeros principios. Todos debemos ser Pedro y Andrés o Jacobo y Juan. De lo contrario, según el principio aplicado aquí, no seremos auténticos seguidores de Jesús. Para ser un seguidor apropiado de Jesús, debemos ser un pescador o un remendador. Esto quiere decir que tenemos que traer a las personas o edificarlas. El Señor no nos ha llamado para ir al cielo; nos ha llamado para ser un pescador o un remendador. Cuando le seguimos siendo un pescador o un remendador, entramos al servicio neotestamentario. Si he sido llamado a ser un pescador, tengo que pescar todo el tiempo para traer a las personas. Si he sido llamado a ser un remendador, tengo que aprender a edificar a las personas, a perfeccionar a los santos y a agregarles algo de Cristo a fin de que puedan estar en armonía en el Cuerpo. Todos nosotros tenemos que ser pescadores o remendadores.

El Señor está obrando para edificar Su Nueva Jerusalén: ésta es Su máxima intención, y esto es lo que le interesa. Él llama a las personas para que le sigan simplemente para completar Su edificación. A fin de completar Su edificación, Él necesita pescadores para conseguir los materiales y remendadores para edificar los materiales y hacer un edificio. Es necesario olvidarnos de todos los conceptos que hemos aprendido en el pasado. ¿Acaso Jesús le pidió a Pedro que le siguiera por algún otro motivo excepto para que fuera hecho un pescador de hombres? Todos tenemos que ver el propósito que el Señor tenía al llamarnos a seguirle: es para que participemos en el ministerio de la pesca o en el ministerio remendador.

Recientemente, el Señor ha traído a muchas personas a la iglesia en Los Ángeles, las cuales provienen de muchos lugares y con muchos trasfondos y culturas diferentes. Tenemos una verdadera mezcla de personas y, por ello, existen muchos problemas. Las personas que han llegado son auténticos hermanos y hermanas; sin embargo, tienen muchos problemas. Ellos necesitan el ministerio remendador. En estos días, el ministerio de la pesca ha sido más prevaleciente que el ministerio remendador. Sin embargo, esto no quiere decir que no necesitamos el ministerio de la pesca; lo necesitamos aún más.

Habíamos pedido al Señor que trajera a más Esdras con más grupos de personas, y el Señor ha contestado nuestras oraciones. Ahora necesitamos urgentemente que algunos remendadores sintonicen a estos jóvenes a fin de que sean aptos para la vida de iglesia. Necesitamos que los remendadores los sintonicen, los preparen, los alimenten, para hacerlos crecer y añadirles algo de Cristo. No debemos considerar que únicamente los ancianos deban hacer esto; sólo hay unos cuantos ancianos. Necesitamos que los remendadores los remienden y los completen para la vida de iglesia. Entonces todos los materiales serán edificados e incluidos en el edificio.

Hoy todos nosotros tenemos que estar en el mar de Galilea. Ninguno de nosotros debemos estar en el templo. No debemos ser las personas del templo, sino las personas del mar, ya sea pescando o remendando. Aquí en Los Ángeles tenemos un gran mar de Galilea con muchos peces. Es preciso capturarlos y edificarlos; por tanto, necesitamos a muchos pescadores y remendadores. Todos tenemos que llevar este asunto al Señor. Debemos ser un pescador o un remendador. Si el Señor nos llama a ser un pescador, debemos ser un pescador. Si nos llama a ser un remendador, debemos ser equipados para ser remendadores; entonces podremos equipar a otros. El Señor necesita remendarnos para que podamos remendar a otros. El Señor sólo llamó a los pescadores y a los remendadores para que le siguieran; no había otros. Si no estamos dispuestos a ser un pescador o un remendador, no podemos seguir al Señor en el servicio neotestamentario.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top