Información del libro

Experiencia subjectiva que tenemos del Cristo que mora en nosotros, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-9033-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 3 de 9 Sección 3 de 4

EL CONSOLADOR COMO ESPÍRITU
DE REALIDAD QUE MORA EN NOSOTROS

Juan 14:16-17a dice: “Y Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de realidad”. El Consolador es el Espíritu de realidad. Sin el Espíritu, no hay realidad y todo se vuelve doctrinas en la letra. El versículo 17b continúa diciendo que “el mundo no puede recibir” el Espíritu de realidad, “porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque permanece con vosotros, y estará en vosotros”. Antes de ser salvos, no teníamos el Espíritu de realidad, pero después que hemos sido salvos Él permanece en nosotros. A veces Él nos alegra, mientras que en otras ocasiones nos da dificultades. Por ejemplo, antes que usted fuese salvo, no tenía ningún sentimiento inquietante cuando iba a cualquier tienda por departamentos para comprar algo. Sin embargo, después de ser salvo, debido a que el Espíritu de realidad mora en usted, a veces cuando quiere comprar algo, Él no está de acuerdo. Si usted ignora Su sentir y lo compra de todos modos, se sentirá intranquilo en su interior y no podrá orar. Esto es una prueba de que el Espíritu ciertamente permanece en usted.

El versículo 18 dice: “No os dejaré huérfanos; vengo a vosotros”. Primero, el versículo 17 dice: “[Él] permanece con vosotros”, y luego el versículo 18 dice: “[Yo] no os dejaré”. El sujeto cambia de Él a Yo. Esto quiere decir que Él es Yo. “No os dejaré huérfanos; vengo a vosotros”. Esta venida es la venida del Espíritu de realidad. La venida del Espíritu es la venida del Señor. Además, el versículo 19 dice: “Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veis; porque Yo vivo, vosotros también viviréis”. El Señor estaba a punto de morir y ser sepultado, así que el mundo no le vería más. Sin embargo, los discípulos le veían porque Él fue resucitado. Luego de Su resurrección, Él llegó a ser el Espíritu para entrar en los discípulos y vivir en ellos. Por lo tanto, así como Él vivía, ellos también vivían. Ellos vivían juntamente con Él.

El versículo 20 dice: “En aquel día vosotros conoceréis que Yo estoy en Mi Padre, y vosotros en Mí, y Yo en vosotros”. ¡Esto verdaderamente es un misterio! Nosotros estamos en el Señor, y el Señor está en el Padre; por tanto, nosotros también estamos en el Padre. Además, el Señor está en nosotros, y debido a que el Padre y el Señor son uno, el Padre también está en nosotros. Los tres —el Padre, el Señor (el Hijo) y nosotros— moramos mutuamente el uno en el otro. Por lo tanto, todo aquel que cree en el Señor Jesús tiene el Espíritu de realidad que permanece en él. De este modo, él se mezcla con Dios y participa de la naturaleza divina (2 P. 1:4). Nosotros, los creyentes del Señor Jesús, llegamos a ser un pueblo peculiar. Ya que tenemos el Espíritu del Señor en nosotros como nuestro suministro, somos capaces de alcanzar toda perseverancia y longanimidad con gozo, soportando lo que otros no pueden soportar (Col. 1:11). A veces hemos sido ofendidos, pero no nos quejamos; otras veces hemos sido reprendidos, pero no estamos molestos. Más bien, damos gracias y alabanza al Señor en todo. Ésta es la historia de “vosotros en Mí, y Yo en vosotros”.

LA MORADA MUTUA
DE CRISTO Y SUS CREYENTES

Juan 14:23 dice: “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. El versículo 20 ya indica que “Yo [el Señor Jesús] estoy en Mi Padre, y vosotros en Mí, y Yo en vosotros”. Esto quiere decir que el Señor Jesús permanece en el Padre y nosotros permanecemos en el Señor Jesús, y el Señor Jesús permanece en nosotros. Por tanto, el Señor llega a ser nuestra morada y nosotros llegamos a ser Su morada. Además, Él y el Padre vendrán a nosotros para hacer morada con nosotros. En 15:4a el Señor Jesús continúa, diciendo: “Permaneced en Mí, y Yo en vosotros”.

Juan 14 habla acerca de la morada mutua de cierta manera, mientras que Juan 15 va más allá y habla de ese asunto de otra manera. El capítulo 14 dice: “Vosotros en Mí, y Yo en vosotros” (v. 20); también dice: “El que me ama, [...Mi Padre y Yo] vendremos a él, y haremos morada con él” (v. 23). Luego, el capítulo 15 dice: “Permaneced en Mí, y Yo en vosotros” (v. 4a). No sólo eso, sino que Romanos 8:9 va más allá y dice que “el Espíritu de Dios mora en vosotros”. El Espíritu de Dios aquí es el Espíritu de Cristo, incluso Cristo mismo. Luego, Efesios 3:17 va aún más allá a decir que “Cristo haga Su hogar en vuestros corazones”. En el griego, la palabra traducida “hacer [...] hogar” es distinta de la palabra traducida “mora” en Romanos 8 y de la palabra que se traduce “permanecer” en Juan 14 y 15. La palabra traducida “permanecer” en el Evangelio de Juan se utiliza en un sentido general. La palabra traducida “mora” en Romanos es la forma verbal de la palabra traducida “casa”; ésta quiere decir habitar en algo como morada de uno, y es una palabra más fuerte que permanecer. Hacer hogar en Efesios es una expresión aún más fuerte que mora en Romanos; no sólo quiere decir habitar, sino también establecerse en una morada, es decir, hacer el hogar de uno al arraigarnos profundamente. Cristo no sólo mora en nosotros, sino que también hace Su hogar en nosotros, y Él incluso se establece en nosotros al arraigarse profundamente en nuestro corazón. La experiencia de creer en el Señor Jesús está relacionada con cambiar de residencia. Antes de creer en el Señor, morábamos en Adán; cuando creímos en el Señor, nos mudamos dentro de Cristo. En Adán, lo único que teníamos era la caída, el pecado, las tinieblas y la muerte; en Cristo tenemos la trascendencia, la victoria, la luz y la vida. Cuando creemos en el Señor Jesús, nos mudamos desde Adán hacia Cristo; ya no moramos en el viejo Adán, sino en Cristo. ¡Aleluya, somos aquellos que hemos cambiado nuestra residencia y tenemos una nueva dirección postal!


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top